Si el gobernador Cuitláhuac García tuviera un gramo de dignidad y honestidad profesional tendría que devolver el premio que, por capricho y zalamería del rector de la Universidad Veracruzana, recibió en calidad de inventor.
¡Tú no eres ningún científico! ¡Tú no inventaste nada! Fueron tus compañeros, ellos sí, verdaderos investigadores, orgullo de nuestra Máxima Casa de Estudios, quienes lograron la patente luego de muchos años de trabajo. Y ahora vienes tú a colgarte una medalla que te regalaron, que no te pertenece, porque como ellos dicen, “no fuiste ni por los chescos”. ¡Qué vergüenza!
Por ello, un grupo de universitarios decidimos lanzar una iniciativa para que nuestra comunidad vote y que este reconocimiento sea retirado al gobernador; que haya una disculpa pública del rector y que se distinga el trabajo de quienes hicieron el trabajo y lograron la patente del invento.
La historia detrás del reconocimiento ha sido revelada por los propios protagonistas, a través de la prosa de Arturo Reyes Isidoro, un reconocido periodista y un verdadero universitario de cepa.
Todo empezó en 2014, cuando un equipo de investigadores integrado por Andrés López, Rosario Aldana, Ervin Álvarez, Teresa Hernández, Leandro García, Julián Hernández y Luis Zamora creó una patente y solicitó su registro. En efecto, Cuitláhuac García fue miembro del grupo original en su calidad de profesor.
En 2016, cuando Cuitláhuac participó en su primera elección a gobernador, el grupo de académicos decidió darlo de baja. En nada contribuyó al proyecto para el desarrollo del Tribómetro Electrohidráulico, un dispositivo de gran utilidad en el estudio y medición de fenómenos relacionados con la fricción y el desgaste de materiales.
Dos años después, cuando el efecto López Obrador lo postró en palacio de Gobierno, el acomplejado, vengativo y caprichoso personaje bloqueó a sus antiguos compañeros en su cuenta de WhatsApp, según lo cuentan ellos mismos.
La patente del Tribómetro la concedieron en 2023. De hecho, el mismo equipo ya tiene otra patente, en el que por supuesto nada tuvo que ver nuestro desvergonzado gobernador.
Cuitláhuac García aprovechó la humillante sumisión del rector Martín Aguilar Sánchez para recibir un reconocimiento que no le pertenece. Con motivo del Día del Inventor Mexicano, el rector de la UV le entregó un reconocimiento por su supuesta participación en la invención del Tribómetro Electrohidráulico. No hubo tal.
“La verdad, nada hizo. Ni por los chescos fue”. Ellos no lo invitaron a recibir el reconocimiento. Por queda bien, lo invitó el rector. Llegó muy X y se fue muy X”, confesaron sorprendidos sus excompañeros académicos.
Pero el ridículo no paró ahí. En respuesta al post sobre el «inventor» de mentiras y falso científico que resultó ser Cuitláhuac García, un oficioso personaje de palacio de gobierno, me llamó para justificar que su patrón haya recibido un premio, que resultó un plagio.
Dijo textualmente, que “el señor gobernador asistió a recibir el premio a insistencia del rector de la UV”.
Como universitario, me avergüenza la actitud servil y sumisa de Martín Aguilar y la falta de respeto a la autonomía universitaria y al trabajo de los verdaderos investigadores.
La puntita
Con las masacres en Tuxpan y Acultzingo, Veracruz se consolida como el estado donde se comete el mayor número de atrocidades, resultado de la incompetencia y la complicidad del gobierno estatal de Morena.
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