El falso e inmoral ofrecimiento que ha hecho el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, de “donar” la mitad de las prerrogativas de ese partido para la compra de la vacuna contra el Covid19 sólo vendría a confirmar que el gobierno de la 4T ya se gastó los más de 32 mil millones de pesos del dinero obtenido por la desaparición de los fideicomisos y que sería utilizado para tal fin.
Las cuentas de Morena no le salen a Morena. Según el Presidente, el costo de la vacuna ha sido de cuatro dólares –unos 80 pesos al tipo de cambio-; aplicar hasta dos dosis de la vacuna a 128 millones de mexicanos tendría un costo de 20,489 millones de pesos, es decir, el gobierno aún tendría un remanente de más de 11 mil 500 mdp de los más de 32 mil millones que le quitó a los fideicomisos.
Otra muestra de que las cuentas no le cuadran a Morena la dio el 6 de noviembre pasado, la subsecretaria de Egresos de la SHCP, Victoria Rodríguez Ceja, quien en su comparecencia ante Diputados, incrementó 11 mil 500 millones de pesos al costo que su propio jefe, el Presidente de la República, apenas había hecho público de las vacunas. Dijo que el costo estimado de la vacuna es de mil 600 millones de dólares -32 mil millones de pesos- que se obtendrían con los recursos de los fideicomisos.
Quizá Mario Delgado ya olvidó que como coordinador de la mayoría legislativa de Morena fue quien operó la instrucción del Presidencial de desaparecer los 109 fideicomisos y el Fondo de Salud, con lo que el gobierno federal obtuvo 101 mil millones de pesos. No obstante este “asalto en despoblado legislativo”, ahora el mismo Mario Delgado ofrece “donar” la mitad de sus prerrogativas para comprar las mismas vacunas.
Los mexicanos no olvidamos que ese mismo ofrecimiento hizo Morena tras los sismos de 2017; tampoco olvidamos que no entregó un solo centavo. El uso electoral que Morena hace de las tragedias ya se está volviendo una costumbre de la 4T. Hoy, con el inmoral uso electorero que hace de la pandemia sólo confirma su desesperación y cinismo.
El problema no sólo es que Morena y el gobierno federal hayan mentido tan grotescamente sobre el uso de recursos públicos para la adquisición de la vacuna, pues de los 101 mil millones de pesos que recién arrebató morena a los fideicomisos y al fondo de salud alcanzaría para aplicar hasta 10 vacunas a cada uno de los 128 millones de mexicanos. Lo más grave ha sido el monopolio que han pretendido imponer, exhibiendo la incapacidad e ineficacia para aplicar un plan de vacunación que garantice la cobertura universal a ciento veintiocho millones de mexicanos.
Hace unos días, fueron más los funcionarios de la 4T que asistieron al aeropuerto a recibir las vacunas que el escaso número de dosis que llegaron. Hasta ahora no sabemos quienes la han recibido y cuál fue el criterio para elegir al personal médico y las entidades federativas donde se aplicaron. No sólo ha privado la desorganización y la probada incapacidad de las autoridades, sino que la población sigue sin tener la más peregrina idea de cuándo podremos tener acceso a ella.
El plan para aplicar la vacuna ha sido tan errático como el manejo de la pandemia. Recibió sólo tres mil dosis en un primer lote y ni siquiera esas pudieron aplicar eficazmente al personal de salud. Como prueba, un botón, el hospital La Raza (IMSS/ Cdmx) –que tiene 9,620 médicos, enfermeras, camilleros, etc.- sólo llegaron ¡22 dosis!, mientras que a Coahuila llegaron sólo la mitad de las que se habían ofrecido originalmente.
Cientos de médicos y enfermeras se quedaron sin recibir la vacuna, mientras que funcionarios y sus familias, de acuerdo a declaraciones de personal médico que fue convocado para ser vacunado y no lo fue, sí la obtuvieron.
En una más de las contradicciones entre el vocero y el propagador de la pandemia, hace tres semanas, el Dr. Lopez-Gatell aseguró que no se permitiría que particulares pudieran vender la vacuna contra Covid-19 porque sólo sería administrada por parte del gobierno; pocos días después, el propio Presidente López Obrador le reviró diciendo que empresas particulares sí podrán importarlas sin obstáculos.
La demanda de que empresas privadas compren la vacuna contra el Covid-19 en el extranjero y se comercialice en México, no sólo es sensata sino también urgente. No me imagino siquiera que millones de personas que están en condiciones de pagar una vacuna que podría costar en promedio 80 pesos, tengan que esperar meses a que el gobierno decida cuándo les toca por una cuestión de edad o de salud.
En este momento en que la vacuna contra el Covid19 representa el tema social y económico más urgente del país, es necesario establecer un acuerdo nacional para que las autoridades de salud, los gobiernos estatales, las farmacéuticas y la iniciativa privada puedan participar en su distribución y aplicación a población abierta.
Cuando el Presidente dijo que la pandemia le había caído como anillo al dedo estaba diciendo la verdad. Eso lo saben Morena y su presidente Mario Delgado
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