El jueves 19 de marzo, luego de que se diera a conocer el primer fallecimiento en México a causa de la pandemia de Covid19 y su número de contagios rebasara los primeros cien casos, el Presidente López Obrador aseguró que su gobierno estaba preparado para este escenario desde tres meses atrás, por lo que no tenía previsto replantear su estrategia.
Seis días después el país entró en fase dos, el número de fallecimientos aumentó y la cantidad de personas contagiadas empezó a rebasar la capacidad de atención médica de los centros hospitalarios.
La realidad salió a flote: el gobierno nunca estuvo preparado. Los hospitales no contaban con protocolos de atención y manejo de enfermos, no había áreas de aislamiento para Covid19, los médicos y enfermeras exigían en las calles material y equipo de protección; hasta la fecha, tampoco hay la capacidad de realizar pruebas de diagnóstico para detener la línea de contagio.
Médicos y enfermeras de distintos hospitales públicos del país han denunciado, a través de redes sociales y en sus mismos lugares de trabajo, la falta de protocolos y equipo de protección. Es algo a lo que se enfrentan todos los días para atender la creciente demanda de personas que necesitan tratamiento, ante la contingencia sanitaria que atraviesa el país. El gobierno los abandonó.
La ineficacia y negligencia oficial ha tenido un costo sanitario y social muy alto. Casos de contagio como los 26 miembros del personal del hospital del IMSS en Monclova –donde un médico murió-, los 20 doctores de la clínica 72 de Tlalnepantla, la muerte del médico en jefe de la unidad de Urgencia en el hospital “La Perla” en Neza, los 11 médicos residentes en Puebla, y los casos de médicos en Mexicali se multiplican como la pandemia misma.
A unos días de entrar a la fase 3 de la pandemia, seguimos padeciendo los mismos vicios, las mismas carencias, esperanzados en que la mayor parte de la población acepte el aislamiento voluntario en sus casas aunque no tenga lo medios materiales para hacerlo.
Para enfrentar esta crisis –el gobierno federal y estatal ya demostraron que no están preparados-, es urgente que los ciudadanos nos organicemos para hacer la tarea que a ellos corresponde: proteger a nuestros médicos, enfermeras y pacientes de la pandemia.
La próxima semana impulsaré una convocatoria para que los veracruzanos de todos los estratos sociales nos sumemos para brindar a nuestros médicos, enfermeras y personal de los hospitales veracruzanos, el equipo y las herramientas mínimas necesarias para contar con las condiciones de protección indispensables en sus centros de trabajo.
Habremos de adquirir cubre bocas, guantes quirúrgicos, overoles, goggles y gel antibacterial; vamos a dotarlos de ventiladores mecánicos, bombas de infusión y medicamentos para sedación de los pacientes que atiendan y así lo requieran. Así también, está previsto la compra de medicamentos indispensables para la aplicación de ventilación mecánica, como son el Midazolam, Rocuronio, Fentanyl, Meropenem y Anfotericina. Debemos asegurarnos que tanto el personal médico como los pacientes cuenten con los medios adecuados para una atención de calidad.
Esta propuesta consiste en que cada donador podrá decidir el apoyo que brindará -de entre una relación de necesidades que haremos pública-, a cada uno de los hospitales del gobierno del estado y de la delegaciones del IMSS y del ISSSTE en el estado de Veracruz.
El apoyo consistirá en un depósito hecho directamente a la empresa proveedora que el donante escogerá de entre la lista que les propondremos. El donador podrá definir qué tipo de equipo o material será adquirido y a qué hospital será entregado. De existir empresas de reconocido prestigio y probidad que no estén consideradas en la relación que originalmente se proponga, estas serán inmediatamente incluidas en la lista de empresas proveedoras.
El equipo y material adquirido será entregado de manera directa e inmediata por las empresas proveedoras a los hospitales que nos hayan proporcionado oportunamente su relación de necesidades. Todos los donantes que así lo soliciten, recibirán el reporte de la entrega del material comprado con su aportación, así como el número telefónico del hospital beneficiado para poder verificar la entrega de su donación.
Veracruz nos necesita unidos y solidarios con nuestros médicos y enfermeras. Esta debe ser, de principio a fin, una iniciativa ciudadana para hacer un reconocimiento a su labor en esta emergencia
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