Héctor Yunes Landa
La emergencia epidemiológica que vive el país ha sido utilizada por el Presidente y su gobierno para intentar construir un atajo hacia la dictadura. Cuando los mexicanos necesitamos de consensos y decisiones colectivas que permitan hacer frente a las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia de Covid-19, López Obrador decide apropiarse, como un patrimonio personal, del dinero de todos los mexicanos.
El pasado jueves, dos días después de que se decretara la Fase tres, el Presidente hizo llegar a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma para que la Secretaría de Hacienda pueda modificar por completo el presupuesto de egresos -sin restricción alguna por parte del Congreso-, hacia los proyectos prioritarios del Gobierno federal, sin importar si estos tienen que ver con la emergencia sanitaria; al mismo tiempo, busca que el fondo metropolitano que aprobamos en el PEF 2020 se destine a microcréditos cuando exista una emergencia sanitaria como la que hoy vivimos.
La iniciativa presentada al Congreso pone en evidencia las dos grandes mentiras del gobierno de la 4T para hacer frente a la pandemia: nunca hubo un plan de contingencia previo a la llegada del coronavirus a nuestro país –tampoco lo hay ahora- y no existen los millonarios recursos a los que el Presidente se ha referido una y otra vez.
El gobierno no tiene dinero, ni siquiera para comprar equipo de protección suficiente para los hospitales y miles de trabajadores de la salud –tapa bocas, mascarillas, batas, guantes, caretas, overoles-, y ahora el Presidente intenta disponer discrecionalmente del presupuesto del gobierno federal para poder ejercerlo sin control alguno, sin procesos de fiscalización ni evaluación de resultados.
La pandemia ha dado una nueva oportunidad al autoritarismo. De esta forma, se permitiría al Presidente liberar fondos este año para sostener sus “programas sociales”, alimentar la manada de elefantes blancos –Dos Bocas, Tren Maya y Santa Lucía- y otorgar microcréditos bajo un criterio fundamentalmente electoral. Sólo los simpatizantes de MORENA tendrán oportunidad de sortear esta crisis.
El Presidente ha exigido a su partido en el gobierno un cheque en blanco donde él es el único beneficiario. En ninguna crisis anterior –ni económica, ni sanitaria-, el Presidente en turno recurrió al uso absoluto y discrecional del presupuesto público, es decir, del dinero de los mexicanos que el gobierno administra.
Por esta razón, los diputados del PRI en la Cámara de Diputados hemos presentado una posición firme, no sólo para establecer una estrategia que nos permita enfrentar la crisis económica y social que traerá consigo la pandemia, sino también para mantener un equilibrio de poder donde el Estado no resida en un solo hombre.
La iniciativa presidencial fomenta la discrecionalidad del gasto, lo que abrirá una puerta enorme a la corrupción y al uso faccioso de los recursos públicos. Dejaremos atrás las prioridades nacionales para dar paso a los caprichos personales. La dictadura no es la solución al Covid19.
Como ha planteado nuestro coordinador René Juárez Cisneros, con la iniciativa de reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, “se pretende la destrucción de los contrapesos al Ejecutivo Federal, mermar la división de poderes y violar la Constitución. El siguiente paso sería la dictadura. Ninguna situación extraordinaria, ni el pretexto de una crisis económica, justifica la iniciativa del Ejecutivo Federal para modificar por sí mismo el Presupuesto de Egresos de la Federación, ya que es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.”
Por esta razón, rechazamos la iniciativa del Presidente y no avalaremos ninguna concentración y abuso de poder. Tampoco el patrimonialismo electoral que utiliza a la pandemia como coartada.
El Presidente no necesita reformas para afrontar la emergencia sanitaria y la crisis económica; la ley ya establece el marco de actuación cuando se presentan estas contingencias. La SHCP tiene facultades para la aplicación de normas de disciplina presupuestaria cuando disminuyen los ingresos, sin necesidad de sacrificar el presupuesto de los estados, los ingresos de los servidores públicos ni un Fondo Metropolitano como sirve como mecanismo de desarrollo local.
Una vez más, MORENA buscará aplicar una mayoría legislativa ficticia, aquélla que representa al Presidente pero no a la mayoría de los mexicanos. Por ello, de ser necesario, recurriremos a la acción de inconstitucionalidad que evite que se rompa el Estado de Derecho.
Un Presidente que ejerce el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo de manera simultánea, no es más que la gestación de un dictador que se aprovecha de la tragedia que estamos por vivir. Cada día nos queda más claro porque el presidente, en una de sus mañaneras, reconoció que la pandemia le cayó “como anillo al dedo”.
Facebook.com/HectorYunes
Instagram: hectoryuneslanda
Twt: @HectorYunes |
|