Por Héctor Yunes Landa
Rocío Nahle se confirma como una mentirosa compulsiva. A su paso por la Secretaría de Energía, aseguró una y mil veces que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tenía garantizado para los próximos años el abasto de energía eléctrica a todo el país.
La semana pasada, durante cuatro días consecutivos, por primera vez en la historia, más de veinte estados de la República tuvieron apagones, incluyendo Veracruz. La red eléctrica registró alertas y estados de emergencia debido a la salida de operación de varias plantas generadoras.
Los apagones de la tía Chío son una de las herencias como secretaria de Energía, al dejar un Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en ruinas.
¿Qué es el estado de emergencia? Ante la alta demanda de energía hay dos niveles: el primero es una alerta y el segundo un estado de emergencia. Cuando se reduce al 6%, se declara una alerta; la emergencia es cuando de plano ya no hay margen para abastecer electricidad y se tiene que hacer el corte de la luz.
El gobierno morenista no está preparado para garantizar energía suficiente a todo el país porque no aumentó la generación. Más allá de la planta de puerto Peñasco, no se construyó una sola central eléctrica, pública o privada. El gran negocio siempre estuvo en Dos Bocas.
En este sexenio, México se olvidó de almacenar gas natural y por eso estamos en una situación de reservas energéticas mínimas. La posibilidad de que se registren más apagones en el corto plazo es alta y podría continuar por los próximos dos o tres años.
Si bien la extraordinaria demanda de energía eléctrica es resultado de temperaturas históricas y la falta de volumen en las presas del país, lo cierto es que también es consecuencia de la venganza del gobierno de Morena por el fracaso de su contra reforma energética.
Durante la contra reforma energética, la Sener acusó deliberadamente que al concluir 2024, el país llegaría a una capacidad de generación eléctrica instalada de 102,000 megawatts, con lo que habría generación ociosa por un volumen que sería del doble de la demanda. Hoy gran parte del país no tiene energía suficiente.
La crisis que estamos viviendo se debe también a un capricho de tipo político-ideológico al ahuyentar la inversión, privilegiando a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) casi como un monopolio de la generación de energía.
La contra reforma tenía dos propósitos: que la CFE fuera el actor preponderante en ofrecer electricidad, no importaba que fuera más cara y más contaminante; y que las empresas privadas vendieran su electricidad a la CFE para que esta la ofreciera en el mercado como propia.
Como secretaria de Energía, Rocío Nahle sólo cumplió con los caprichos del Presidente, lo que le garantizó la candidatura al gobierno de Veracruz.
Para resolver la crisis sólo hay un camino: abrir las subastas de energía a largo plazo y otorgar nuevamente permisos de generación, que es exactamente lo que proponía la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que, como senador, aprobamos en 2013.
No lo harán. Prefieren dejar a un país a oscuras para ofrecernos la luz de salvación.
La puntita
El gobierno de AMLO invirtió más de 3 mil 449 millones de pesos en la construcción de la “megafarmacia” que resolvería el problema de abasto de medicinas en el país. Al pasado 29 de abril, este elefante guinda sólo ha surtido 341 recetas, es decir, 2.7 recetas diarias. ¡Cualquier farmacia de similares del país surte esa cantidad en cosa de minutos! Resultó ser otro “meganegocio”. |
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