Este fin de semana iniciaron las vacaciones de Semana Santa, aunque la expectativa para quienes se dedican al sector servicios es muy baja, dado que no hubo promoción turística y, por ende, comenzaron los despidos principalmente en el ramo de la hotelería. Un claro ejemplo de lo anterior son los resultados de la Encuesta Mensual de Servicios del Inegi, los cuales arrojaron que el personal ocupado en hoteles y moteles se redujo en 2.3 por ciento, tan solo durante el pasado mes de enero, lo que significa la primera baja en 20 meses debido a menores ingresos en estos establecimientos.
A la par de esto, la Secretaría de Turismo (Sectur), a nivel federal, reportó que en el primer mes de este año hubo también una baja en la ocupación hotelera de los 70 principales destinos turísticos del país, al alcanzar en promedio 55.7 por ciento, la tasa más baja para ese mes desde el 2014. Otra muestra del impacto negativo que está teniendo el turismo en México, se refleja en las cifras del Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), el cual indicó que por primera vez desde 2012, el Aeropuerto Internacional de Cancún recibió menos visitantes extranjeros.
A pesar de que México es el octavo país con mayor infraestructura hotelera, de acuerdo con datos de la Organización Mundial del Turismo, hace apenas unas semanas cayó dos sitios en el ranking mundial, rebasado por Turquía y Austria. Y no pasemos por alto que esta nueva administración federal morenista fue la que liquidó al Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), por lo que, sin un organismo encargado de coordinar, diseñar y operar las estrategias de promoción turística a nivel nacional e internacional, el panorama para el sector es desalentador.
En un acto igual de irresponsabilidad, Morena desapareció en estos casi 5 meses que llevan en el (des)gobierno, los 586 millones de pesos destinados al Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos (PRODERMAGICO) dentro del Ramo 21, para infraestructura turística y promoción, lo que representa un golpe bajo a la economía de los 121 municipios que formaban parte de dicho programa, entre estos lamentablemente seis veracruzanos, uno de los cuales, Orizaba, es gobernado por Igor Roji López, quien es presidente de Pueblos Mágicos de la Asociación Nacional de Municipios Turísticos.
En Veracruz, uno de los principales destinos del turismo nacional, en esta Semana Santa no tuvo promoción turística para atraer visitantes. Peor aún es que el dirigente de la Unión de Empresarios Hoteleros de la Región Cultura y Aventura (UNEH), Marcos Suárez Domínguez, denunció que la contralora general del estado, Leslie Mónica Garibo Puga, rechazó los siete proyectos que le presentaron los empresarios de las siete regiones turísticas. La Secretaria de Turismo del estado, Xóchitl Arbesu Lago, justificó la nula promoción a la carga de trabajo por lo que en este periodo los empresarios hoteleros, restauranteros y demás prestadores de servicios se quedaron totalmente solos.
Otro factor que incide junto con la miopía de la mal llamada Cuarta Transformación para desarrollar estrategias que fortalezcan al sector, es el de la seguridad. No garantizarla implica que el flujo de visitantes se limite, por lo que urge que se haga algo al respecto y a la brevedad. Cientos de miles de familias dependen del turismo. No se puede tomar a la ligera tal y como lo ha hecho este gobierno federal.
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