A VECES no se entiende la ligereza de algunas autoridades cuando cuantifican las masacres que ocurren en el Estado, y que no son pocas, como si los números aminoraran la carga de responsabilidad, como el caso de la Fiscal General del Estado que salió a decir que no fueron 10 los ejecutados la noche del domingo en tres eventos sino ocho, o el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez que sin una carpeta de investigación concluida, criminaliza a los muertos a sabiendas que ya no podrán defenderse (y solo para sacarse el bulto que debería tenerlo realmente preocupado porque lo mismo se está asesinando a políticos que particulares), como es el caso de los crímenes del tesorero del ayuntamiento de Tezonapa, Salvador 'N', ejecutado de varios disparos de arma de fuego mientras dos mujeres que lo acompañaban resultaron gravemente heridas en un ataque directo perpetrado por sujetos armados que, según se dijo, inicialmente, pretendían robarle la nómina, hechos ocurridos el viernes por la mañana, ya que por la noche en una artera agresión perdió la vida el Presidente municipal de Rafael Delgado, Isauro Ambrosio Tocohua cuando conducía su camioneta color gris y de pronto se estacionó para hablar con una persona y esta, de entre sus ropas sacó un arma y le disparó en la cabeza dejando sin vida al edil. Lo que llama la atención es que el Gobernador que ya le aprendió la estrategia al Presidente Andrés Manuel López Obrador de solo abrir la boca para decir ocurrencia, y en ese tenor argumentó que ahí están las consecuencias de llevarse con el crimen organizado, cuando ni siquiera presentó documentos o indagatorias que reforzaran sus dichos, y lo mismo dijo del síndico de Omealca, Miguel Tinoco, quien fue acribillado y sus restos abandonados en una carretera siendo encontrados por personas que pasaban por el lugar, asi como del comandante de Espinal, José Luis Q . L., interrogado poco antes de ser asesinato, descuartizado, metido a una congeladora industrial para, posteriormente, ser abandonado en despoblado. Ya después para adornarse, Cuitláhuac diría que las recientes ejecuciones ocurridas en la zona norte y centro del estado estarían relacionadas con las detenciones de líderes e integrantes de bandas delincuenciales (¿cuáles?).
Y ES que Poza Rica vivió la noche del domingo un verdadero infierno, aunque la violencia se intensificó desde el viernes pasado, lo que convirtió el fin de semana a Veracruz en otro Zacatecas, un estado sin ley donde las autoridades de seguridad pública y procuración de justicia brillaron por su ausencia. En total, ocho personas fueron asesinadas en diferentes hechos y tres más se debaten entre la vida y la muerte con impactos de bala en la cabeza. En la colonia Manuel Ávila Camacho fueron acribilladas cuatro personas en un bar conocido como el Molino Rojo ubicado en la avenida Chapultepec. Sujetos armados ingresaron al lugar y dispararon a mansalva contra los presentes, y minutos después, en la colonia Vicente Herrera, en el Bar el Manguito fueron ejecutadas tres personas más, entre otros el propietario del lugar, una mesera y un tercer sujeto. Se trató de una secuencia de minutos ante la ausencia de elementos policiacos que aun disfrutaban del descanso placentero con motivo de fin de año, como seguramente lo hace el Secretario de Seguridad Pública, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, y ya finalmente en el bar El Cafre ubicado en la calle Antonio J. Bermúdez de la colonia Tajín ejecutaron a una persona y dejaron un narco mensaje. A los pocos minutos fue perpetrado otro ataque en boulevard Petromex donde fueron lesionadas tres personas quienes resultaron heridos de gravedad con disparos en la cabeza.
PERO NO fueron los únicos acontecimientos sangrientos suscitados el fin de semana. En Coatzacoalcos una mujer fue encontrada degollada y con severas huellas de violencia en el interior de un departamento de la calle John Park, de la colonia Playa Sol. Las autoridades no descartan que la joven haya sido víctima de abuso sexual. También la noche del domingo un hombre fue ejecutado a la altura de la carretera vieja al ejido Estero de Ídolo, atrás del hospital general de Álamo. De igual manera un joven de 20 años fue ejecutado cuando cruzaba un parque ubicado en el andador San Julián de la unidad habitacional San Román, en Córdoba. Los hechos se registraron alrededor de las 20:30 horas cuando los paramédicos de Cruz Roja fueron alertados sobre una solicitud de auxilio por un ataque armado; sin embargo, al arribar al sitio el lesionado ya había perdido la vida debido a la agresión con arma de fuego.
EL SABADO cuatro personas fueron ejecutadas en una vivienda localizada en la avenida 12 entre calle 22 y 24 de Córdoba, concretamente en la colonia Los Filtros. Hay versiones encontradas que indican que los ahora occiso, quienes pertenecerían a un grupo delincuencial, habrían sido sorprendidos por otro grupo armado, aunque una versión diferente indica que se enfrentaron a elementos de Fuerza Civil quienes los asesinaron. Hay hermetismo en torno al caso, ya que en esos asuntos la Fiscalía General del Estado suele guarda silencio. También, a costado de la carretera Estatal Martínez de la Torre-Misantla, cerca de la población Plan de Limón fue encontrado el cuerpo acribillado de un varón que solo vestía bermudas de color azul, tenis negros y estaba atado de pies y manos. La lista de ejecutados entre viernes, sábado y domingo rebasa los 23, y bastaría que la Fiscalía General del Estado revise los medios serios de comunicación para que se entere de noticias que ya trascendieron el ámbito Estatal y colocan a Veracruz como un escenario de violencia imparable.
HAY QUIENES creen que el Estado, tras los recientes acontecimientos se encamina hacia una zacatenización, ante la indiferencia oficial que lejos de conducir investigaciones serias y precisas, criminaliza y ofende la memoria de los occisos y de sus familiares. Hay una marcada indolencia hacia todo lo que ocurre, como si la delincuencia tuviera patente de corso para ejercer su ley. Lo ocurrido el fin de semana (viernes, sábado y domingo), pone en evidencia que la seguridad en la Entidad es un mito, y que el Secretario del ramo recién nombrado no está funcionando, por lo que debería ser llamado por el Congreso del Estado para que explique en qué consiste su fallido programa para proteger a la sociedad y evitar tanto masacre, porque a decir verdad, ni viernes ni sábado ni domingo dio la cara, y mucho menos este lunes cuando pudo salir a explicar que está ocurriendo en Veracruz donde a los muertos se les criminaliza para pesar de sus propios familiares que ahora enfrentan triple dolor. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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