HAY PERSONAS inconformistas a las que nada les cuadra o satisface, y continuamente se quejan o lamentan de quienes les rodean y del entorno en el que viven. A esos se les conoce como “retestinados”, ya que se quejan de todo pero no hacen nada, cayendo comúnmente en frustración, de tal suerte que suelen reaccionar con sentimientos de ira ante la incapacidad de lograr lo que quieren o querían. Además, esa frustración puede acabar en ansiedad y otros problemas que, si persisten en el tiempo, deberían ser tratados por un profesional. Hay otros, sin embargo, que ejercen el chantaje o amenaza de difamación pública o daño semejante para obtener algún provecho pecuniario o material de alguien u obligarlo a actuar de una determinada manera. El chantaje o extorsión es un delito en el ordenamiento jurídico de muchos países, y en Xalapa se viven muchos fenómenos de esos, ahora que ¡por fin! llegó a la Presidencia Municipal un personaje que desde el primer día inició el cumplimiento de promesas en materia de obra pública, como es la pavimentación y repavimentación de algunas calles y avenidas deterioradas, ya que en el pasado trienio el, ahora, exalcalde Pedro Hipólito Rodríguez Herrero prefería regresar el dinero a la Federación o hacer negocios personales que destinarlo a infraestructuras necesarias. Ricardo Ahued Bardahuil, empresario y Senador con licencia llegó a sustituirlo y contrario a su antecesor, decidió cambiar la fisionomía de Xalapa hermoseando parques, jardines y camellones que parecían selvas vírgenes, imágenes a las que los xalapeños y visitantes comenzaron a acostumbrarse al no haber de otra. Las calles y avenidas jamás recibieron mantenimiento convirtiéndose en verdaderos cráteres, pero ahora son remozadas, reconstruidas, muchas personas se quejan porque los trabajos han provocado severos caos viales, y en ese tenor, acusan que faltó planeación, pero no reparan en un hecho: los recursos que el Presidente Andrés Manuel López Obrador aprobó a su ex director general de Aduanas para obras deben usarse este año o en este ejercicio fiscal, ya que de lo contrario se incurriría en los afamados subejercicios, que técnicamente se definen como el saldo negativo entre el monto de recursos ejercido y el originalmente programado para un período determinado. Es decir, que el resultado señala la aplicación de un gasto menor al autorizado o modificado para el ramo presupuestario, algo que solía hacer el ex alcalde Pedro Hipólito y el propio Gobernador Cuitláhuac García Jiménez en aras de quedar bien con el titular del Ejecutivo Federal, devolviéndole recursos Estatales y del municipio para que siga comprando consciencias.
Y ESO no ha sido entendido por muchos –incluidos los de Palacio de Gobierno- que no desean que Ahued Bardahuil siga creciendo en el ánimo social, ansiosos como andan de imponer como candidata a la Gubernatura en el 2024 a la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, y acaso por ello algunos queda bien que suelen alquilar la consciencia al mejor postor ya comenzaron a lanzar dardos envenenados, como el presidente de la Red Evangélica de Veracruz, Guillermo Trujillo Álvarez que en un afán de ser llamado por el aludido, como era costumbre, se atrevió a acusar al gobierno Municipal de beneficiar a ciertas empresas con contratos de obra e, incluso, fue más allá al señalar que la familia del alcalde y amigos se estaban viendo, supuestamente, beneficiados con contratos de obras que ejecuta su administración en la ciudad, por lo que, ante dicha declaración, el presidente municipal, declaró que Trujillo Álvarez tendrá que demostrar con hechos sus aseveraciones o en caso contrario asumir las consecuencias, esto es, enfrentar una denuncia penal por acusar sin pruebas.
YA ANTES, en Abril del año en curso, Trujillo dijo que el presidente municipal de Xalapa tenía que proceder legalmente contra los más de 50 aviadores que detectó en diferentes áreas del ayuntamiento, y que el tema no podía quedarse en lo mediático, aun cuando Ricardo Ahued confirmó que al menos 50 personas fueron dadas de baja de la administración por cobrar pero no trabajar. Sin embargo, el evangélico dijo que no basta con cesar sino que debe denunciar formalmente, “no nada más así manejarlo mediáticamente porque se presta a malos entendidos (…), si él está hablando y está denunciando mediáticamente la corrupción que lo haga de manera formal”, como tratando de insinuar que acaso esas plazas se siguen cobrando, lo que molestó y con justa razón al empresario y político que en su vida pública y privada no tiene un solo señalamiento de corrupción en todos los quehaceres que ha desempeñado.
AHUED BARDAHUIL, que suele ser prudente y mesurado, calificó la acusación del dirigente evangélico -que comúnmente ha usado esa representación para sus propios fines, beneficiándose como lo ha hecho bajo el argumento de encabezar una multitudinaria red de seguidores-, de irresponsable y cobarde, y lamentó que haya tomado la palabra para difamar sin demostrar. Por ello dejó en claro que no se prestará ni a caprichos ni a extorsiones, ni que lo anden chantajeando, pues siempre ha atendido a Guillermo Trujillo Álvarez con mucho respeto pero, “no se vale ese tipo de difamaciones y tiene que comprobar, pues no se vale involucrar”.
LE RECORDÓ al evangélico que en su administración hay aspectos de auditoría y documentación, y hay Información pública en transparencia como lo marca la regla. Acto seguido le dijo al infamante que en su administración no se complacen caprichos por cuates, ni hay cuotas y no se dan privilegios a empresas constructoras en la dirección de obra pública. “Yo no tengo nepotismo, no beneficio ni a mí familia ni a nadie, y me parece irresponsable, cobarde y vulgar" los dichos de Trujillo. Por ello reto que si el Evangélico tiene pruebas de lo que declaro, que lo denuncie y que lo compruebe, o que se atenga también a los tribunales, porque todo mundo tiene derecho a defender su moral y sus valores. “A mí no me conocen más que por calvo, por ojeroso y por narizón, pero no por Ratero”, dijo en son de broma en alusión a su persona,
LE DEJO en claro al líder evangélico que en Xalapa se acabaron los moches y los privilegios de estar vendiendo contratos, “eso no existe en esta administración municipal y aunque le duela a Trujillo Álvarez y a mucha gente que cree que con un pseudo liderazgo pueden venir a presiona, se equivocaron y las declaraciones las tendrá que probar administrativa y legalmente”, le advirtió al revoltoso, y que bueno que el alcalde defendió su trayectoria honesta a carta cabal, porque el líder espiritual evangélico no actúa de motu propio. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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