CUANDO APENAS se vanagloriaba de que el pasado fin de semana Veracruz tuvo saldo blanco en homicidios dolosos, al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez seguramente se le borró la sonrisa triunfalista al enterarse que el mismo domingo fue plagiado con lujo de violencia el director operativo de la Policía Vial de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado, Juan Alan Cuetero Meza, conocido como “El Archi”, y aunque unos dicen que lo “levantaron” cuando viajaba de Xalapa a Veracruz –ya que su automóvil fue encontrado en Emiliano Zapata, a pocos metros del Palacio Municipal-, otros asumen que lo sacaron de su vivienda, pero lo cierto es que no aparece por ninguna parte, pese al aparatoso operativo rojo de seguridad desplegado en el puerto Jarocho, concretamente en la calle María Lamard esquina con Elena V. del Toro, en la colonia Francisco Villa, donde una personas que conducía una camioneta Nissan Frontier de color gris fue acribillada por los propios elementos policiacos, y de quien, seguramente, dirán que era un peligroso capo, que estaba armado hasta los dientes y que transportaba toneladas de droga, aunque lo cierto es que en torno al hecho se guarda silencio ya que las operaciones las encabezó el mismísimo Secretario de Seguridad, Hugo Gutiérrez Maldonado a quien, al precio que sea hay que proteger en caso de haberse cometido una barbaridad o arbitrariedad en contra del ahora occiso cuyo cuerpo ya está en el Semefo sin que se aclare porque le dispararon con tanta saña los elementos policiacos.
Y ESO fue el domingo, ya que este martes, entre otros tantos casos que se han suscitado en las horas recientes, y que tienen a los veracruzanos con el Jesús en la boca por tanta sangre derramada, el síndico de Tecolutla, Alfredo Salazar Nolasco y su señora esposa fueron baleados cuando circulaban a bordo de una camioneta Toyota color blanco cerrada, por dos sujetos que les dispararon desde una motocicleta, pero el edil antes de perder el conocimiento les hecho la unidad encima matando a uno de ellos –o a los dos- al estrellarlos contra una pared, quedan ambos cuerpos uno sobre el otro y a un costado la moto desde donde cometieron la agresión que mantiene a la pareja al borde de la muerte, pues los balazos recibidos fueron en el pecho, siendo trasladados en ambulancias del DIF y de la Cruz Roja a Poza Rica. Se desconoce la identidad de los agresores, y ojalá uno de ellos sobreviviera para que contara la historia, una más de las que se vive a diario en Veracruz, en donde el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez se vanagloria por un día sin crímenes dolosos, cuando debería esforzarse porque todos los días fueran de trabajo, paz y tranquilidad, aunque prefiere imitar a su tutor que no oculta su protección a la delincuencia.
POR ELLO no le falta razón al Senador Ricardo Monreal Ávila, el más congruente de la Cuarta Transformación cuando asume que el crimen organizado tiene bajo su control “amplios espacios del territorio nacional”, y en ese contexto, a diferencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador –de quien no es corcholata-, pidió no minimizar lo sucedido el fin de semana durante la gira del titular del Ejecutivo Federal en Sinaloa, cuando un grupo armado retuvo al contingente de prensa que cubre las actividades del mandatario nacional, pues advierte que se mandan “mensajes confusos”. Y si bien Monreal, rechazó que haya un Estado fallido, explica que el control del crimen organizado sobre importantes regiones del territorio nacional data de hace al menos 16 años y, y si bien no es generalizado en todo el país, es un tema “muy delicado” que se tiene que atender. “Hay espacios que sí están bajo su control; eso no lo podemos negar. Pero yo estoy seguro que va a mejorar y se van a atender estos problemas”, asevera como tratando de no despertar la furia de AMLO que ya de por si no lo mastica y mucho menos lo traga.
LO QUE si, advierte, es que no se debe permitir la presencia de grupos armados en el País como los que se evidenciaron durante la gira presidencial del fin de semana por el llamado “Triángulo Dorado” -dominado por el cartel que comandaba Joaquín Archivaldo Guzmán Lorena, mejor conocido como El Chapo-, pues se manda un mensaje confuso al permitir grupos armados paralelos a las fuerzas armadas del Estado Mexicano. “Hay que cuidar la línea, que es muy delgada, entre lo legal, lo institucional y lo no”, y en ese tenor fustiga que en cualquiera de las modalidades de presencia de grupos armados, sin que pertenezcan a los aparatos legitimados por el Estado es preocupante. “Cualquier grupo que detente, posea o se comporte como ejércitos paralelos o grupos paralelos es preocupante, no debe de permitirse. Ese es mi punto de vista, porque estos grupos son activos al margen de la ley, son grupos que están actuando fuera de la ley”, pues recordó que “el uso exclusivo de armas del Ejército, el uso exclusivo de uniformes, insignias o el uso de manuales del Ejército son simplemente un delito, y estas armas prohibidas y de uso exclusivo del Ejército son sancionadas por la ley” y, “la ley tiene que cumplirse sin excepción. A mí me preocupa, porque el mensaje es confuso”, insiste el legislador zacatecano, quien no omite en reconocer que la pérdida de territorio por parte del gobierno federal tiene ya algunas décadas y eso lo comprueban estados como Tamaulipas, Michoacán, Estado de México, Guerrero y Zacatecas, de donde es oriundo.
AHORA BIEN, aunque el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez lo niegue y lo secunden sus corifeos, entre otros el secretario de seguridad que cual Rambo suele aparecerse en situaciones de riesgo solo para tomarse la foto y exhibirla en los medios tratando de demostrar que trabaja, en Veracruz no solo el Gobierno ha perdido el control de la delincuencia común, la organizada y la autorizada, sino incluso de los cuerpos policiacos, entre otros la Guardia Civil sobre la que pesan infinidad de denuncias que tienen que ver con allanamientos, levantones y desapariciones, acaso creyendo el titular de Seguridad –como alguna vez lo creyó Arturo Bermúdez Zurita- que nunca perderán el poder, y ahí están las consecuencias.
EL ATENTADO contra el síndico de Tecolutla y su señora esposa en pleno centro del municipio es un síntoma de que algo no está marchando bien, y de no ser porque el edil se llenó de valor y atropelló a los agresores, jamás se habría sabido quien o quienes fueron los atacantes y, probablemente, los autores intelectuales, pero como esos atentados menudean en la Entidad, donde por mucho no solo se han perdido territorios sino el control de la seguridad, aun cuando haya un domingo sin crímenes dolosos que, para el Gobernador, acostumbrado a verlos diariamente, eso suele ser motivo de triunfo, seguramente nada pasará. Asi las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com
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