EN VISPERA de la revocación de mandato el domingo 10 de Abril -que coincide con el 103 aniversario del asesinato de Emiliano Zapata Salazar en la hacienda de Chinameca en el municipio de Ayala, Morelos- y de la votación en la Cámara Baja del Congreso de la nefasta Iniciativa de Reforma Eléctrica el próximo 11 del mismo mes, ha ocurrido algo realmente inusitado e insólito que, seguramente, forma parte de un “plan con maña” que busca enmendar la imagen de dictador del Presidente Andrés Manuel López Obrador que en muchas de sus acciones pareciera imitar a Nicolás Maduro, en Venezuela o Daniel Ortega, en Nicaragua. Y es que en un anuncio inesperado, el titular del Ejecutivo Federal anunció que destinará 750 millones de pesos para financiar un programa vinculado al IMSS que incluirá pensiones y atención médica para periodistas (no vivienda, que quede claro), lo que ocurre semanas después de la andanada recibida por Estados Unidos y la Unión Europea que condenaron, por separado las amenazas, acoso y asesinatos contra periodistas y defensores de los derechos humanos en México, instando a que esos crímenes -que ya han acabado con la vida de ocho reporteros en lo que va de 2022- se investiguen de manera “rápida, exhaustiva, independiente e imparcial. La Eurocámara recordó a AMLO que “la libertad de expresión en línea y fuera de línea, la libertad de prensa y la libertad de reunión constituyen mecanismos clave para el funcionamiento de una democracia sana” (él que se cree el sucesor de Madero), y en ese tenor aprobaron una resolución por 607 votos a favor, 2 en contra y 73 abstenciones. Pero no solo eso, los diputados europeos trasladaron su “solidaridad y empatía” a las familias de las víctimas de estos atentados y externaron su preocupación por el “clima de inseguridad y hostilidad al que se enfrentan los defensores de los derechos humanos y los periodistas”, algo que hizo rabiar a AMLO, aunque pasados los días alguien le aconsejó que se sacara de la manga un programita para dizque apoyarlos, él que aborrece a los medios de comunicación.
Y POR ello se sacó de la manga un anuncio “para que los periodistas que no cuentan con seguridad social tengan acceso a ésta”, y en ese tenor, López Obrador anuncia que se destinarán 750 millones de pesos para financiar un programa vinculado al IMSS que incluirá pensiones y atención médica, y los recursos para ese plan se obtendrán del 25 por ciento del gasto del Gobierno Federal a publicidad, el cual asciende a 3 mil millones de pesos. Y es que, según, AMLO: “es lamentable que muchos que se dedican al periodismo terminan sin nada, sin atención médica y queremos garantizar la seguridad social” (debería garantizar la vivienda de paso). Por ello, “el 25 por ciento de todo el recurso destinado a la publicidad del gobierno va a orientarse a que haya seguridad social para periodistas que no tienen ningún tipo de apoyo. “Con ese 25 por ciento financiaremos un programa de seguridad social vinculado con el IMSS, que va incluir pensiones y atención médica para el periodista y su familia”, medida que comenzará a aplicar este año “porque vamos a hacer un ajuste a lo autorizado” a publicidad (en pocas palabras, quienes ya recibían los beneficios de su administración serán castigados, tal vez porque no han sido capaces de mejorar la imagen en medios del Presidente). Por lo pronto instó a crear un comité de periodistas, equilibrado y justo, que se encargue de buscar apoyos para atender a comunicadores del país que no cuenten con seguridad social. Y asi, de ese modo, con migajas, AMLO busca ganarse a los medios que han sido vilipendiados desde el arranque de su administración, a los que ha llamado de mil maneras, incluidos corruptos, serviles y casi casi muertos de hambre.
PORQUE AMLO impone “plan con maña” en cada decisión tomada. Y es que apenas el martes, la organización defensora de los derechos de los medios, Artículo 19, alertó que en el Gobierno de López Obrador aumentaron en 85 por ciento las agresiones hacia la prensa, pues de acuerdo a Paula Saucedo, oficial del Programa de Protección y Defensa de la organización, asegura que los primeros tres años del gobierno actual son “el periodo más violento” del que se tenga registro en muchísimos años en México. En alusión al discurso del mandatario Federal y de su área de comunicación, Artículo 19 presentó su informe anual 2021 sobre violencia contra la prensa en México, al cual tituló “Negación”, en el que reitera que “en solo tres años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ya se tiene un aumento del 85 por ciento de agresiones y hasta 50 por ciento de asesinatos de periodistas con respecto al mismo periodo de los sexenios de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, que en sus primeros tres años reportaron 19 y 26 asesinatos de comunicadores, respectivamente. Esos periodos, en su momento, fueron considerados los más violentos para el gremio, pero no se comparan con la actualidad.
Y ES que con AMLO tan solo en lo que va de 2022, ocho periodistas han sido asesinados en México (aunque podrían ser 10 con la cronista veracruzana y otro joven que había dejado de ejercer el periodismo), hechos que el presidente López Obrador niega que sea responsabilidad del Estado y que haya una violación sistemática a los derechos humanos. En suma, el Gobierno de López Obrador acumula 33 asesinatos de periodistas, según las cifras de Leopoldo Maldonado, director para México y Centroamérica de Artículo 19, que sostiene que “negar” la realidad que atraviesa el país deriva en la falta de medidas urgentes para frenar la espiral de violencia y el atentado hacia la democracia y la libertad de expresión.
EN SU informe, Artículo 19 da cuenta de 644 agresiones contra la prensa en 2021. Es decir, una cada 14 horas, además de que en promedio se cometió al menos un ataque a la prensa en cada uno de los 32 estados del País, cifra también histórica. Ahora que si se suman las agresiones desde el inicio del actual Gobierno a la fecha suman 1 mil 945 con 33 asesinatos y dos desapariciones. La organización no se anda por las ramas, y en ese sentido asegura –en base a investigaciones- que la posible participación de las autoridades mexicanas es de dos por cada cinco agresiones contra la prensa. A ello se suma el gasto del gobierno Federal en publicidad oficial, lo que representa un obstáculo para la pluralidad mediática, pues solo tres medios representan el 33 por ciento del total del gasto de comunicación social en la administración de López Obrador, mientras que los primeros 10 medios favorecidos acumulan el 52 por ciento del total de recursos que ahora serán reducidos para dar migajas a la prensa de a pie, la que no tiene acceso a la salud y que decir de vivienda que, por cierto, AMLO ignora ya no podría tener tanta bondad contra sus más enconados adversarios. Asi de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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