La fábula de las ranas a que hace mención AMLO indica que en una charca pidieron un rey, Zeus envió un leño. Como no se movía ni hacía nada, reclamaron a Zeus, y envió una serpiente de agua que se las comió una a una. La moraleja es que es mejor tener un gobernante quieto y honesto que uno activo y corrupto. La lógica indica que AMLO se considera como el leño, quieto pero honesto.
La oferta de gobierno de AMLO, la que más permeó entre los ciudadanos fue la de combatir la corrupción en todos los niveles. En teoría debería de ser el símbolo y la característica principal de la 4T. Evitar la corrupción, implica también evitar trampas, y tranzas de todo tipo.
Según hemos visto y como conviene a AMLO, resulta que no interviene en nada y afirma que son las instituciones las que deben intervenir, como en el caso de Bonilla, ese gobernador de Baja California que quiere robarse tres años más de mandato, y lo está logrando de manera lenta, clara, contundente y a ojos de toda la nación. En este caso, AMLO dijo que no le correspondía a él hacer nada, aunque la ley permite la posibilidad de que el propio presidente presente una controversia constitucional ante la suprema corte de justicia de la nación. Así, con su simple omisión, AMLO le está otorgando su beneplácito a Bonilla, es decir a su fraude legal y que a pesar de haber sido elegido por dos años, gobierne cinco. Esto sucede sin importar cuál sea el resultado de lo que decidan los tribunales. Tache a la 4T.
El problema más grave se suscita en el momento en que resulta candidata en una terna para presidir la comisión de derechos humanos Rosario Piedra Ibarra, la hija de la madre del guerrillero desaparecido que acaba de recibir la medalla Belisario Domínguez. Rosario Ibarra ha pertenecido al colectivo Eureka y ha sido víctima de abuso en sus derechos humanos, sin que ello implique que tiene conocimiento teórico y práctico en la materia. Por decir lo menos, es amiga de AMLO y por ello, el presidente, ese que afirma respetar la autonomía del resto de los poderes, sugirió hace unos días, que sería muy bueno que una activista fuera la próxima presidenta de la comisión de derechos humanos. Resulta claro comprender que para la bancada de morena en el senado de la República, ese simple comentario fue considerado como la línea, la voluntad del presidente al respecto.
Si AMLO respetara la autonomía de los otros poderes, como a veces pretende hacernos creer, hubiera presentado a tres personajes intachables, para que cualquiera de los tres, que hubiera resultado electo en votación en el senado, hubiera sido el adecuado para el puesto, pero lo que sucedió indica que se violentó el estado de derecho, y lo que es peor, que morena hizo exactamente lo mismo que criticó en otros gobiernos.
En principio, he escuchado a varios comentaristas que Rosario Piedra era inelegible por ser una militante de morena, y la presidencia de la CNDH implica no tener ningún tipo de
vínculo con algún partido político y mucho menos con el que está en el poder. La independencia de criterio y su labor como contrapeso del gobierno así lo exigen.
En segundo lugar, debemos recordar, es que el propio reglamento del senado establece que en caso de presentarse una terna y no resultar electo ninguno de sus integrantes, dicha terna se vuelve inelegible y se someterá a votación una terna diferente. En el caso particular de Rosario Ibarra, ante la presunta línea del presidente, el senado votó tres veces respecto de la mista terna, es decir, violó la ley su propio reglamento, por dos veces consecutivas, con el fin de lograr que se cumpliera la voluntad del presidente de la república.
Por si esto fuera poco, al momento de la última votación, todo parece indicar que Ricardo Monreal logró acuerdos políticos con algunos senadores de oposición, ya que mientras se consideraba que eran 45 los que se opondrían, al final resultó que solo fueron 36. Hoy sabemos que una parte o toda la bancada del PRI fue la que votó a favor, a pesar de tener un acuerdo como oposición.
Para evitar que se supiera en el país el sentido del voto de cada senador, se decidió votar con papelitos y en una urna transparente, en lugar de usar el sistema de votación del senado, que además de costar una fortuna, permite identificar el sentido del voto de cada senador. Es decir, se maquinó eliminar la transparencia del voto, no solo a los senadores, con el lógico fin de evitar pleitos entre los opositores, sino que también se eliminó la transparencia con el fin de que el pueblo de México no conociera el sentido del voto. Por segunda ocasión en el mismo asunto, el senado comete una falta. Antes violando la ley y el reglamento interno y ahora violando el principio de transparencia.
Una vez decidida y realizada la votación, resultó que había 116 votos, pero sólo se contaron 114 votos. La diferencia es importante porque si son 116 votos, se requieren 77.33 a favor de Rosario para que resulte electa, y si son 114 votos los contados, con 76 votos resulta electa. Como solo alcanzaron 76 votos, haba que desaparecer dos y eso hicieron. Es decir, al mas puro estilo de mapache electoral, ¡ Sí ! ese al que el PRI y el PAN nos tenían acostumbrados, pero ahora en la cámara alta, en una de las mas elevadas tribunas de la nación, se gesta un fraude electoral. Con el fin de cumplir los deseos del rey en turno, ese que manda en el poder ejecutivo y también en el poder legislativo. Lo menciono como monarca, porque ese es el trato que le otorgan los sumisos diputados y senadores de morena y de sus partidos aliados.
Antes de tomar protesta y ante el escándalo generado, Ricardo Monreal se compromete a repetir la votación, pero le ordena a Osorio Chongo que cuando se someta a votación la sugerencia de repetir la elección de la obudsperson, el PRI se niegue, con lo cual, sumando votos del partido en el poder, sus aliados y el PRI, resulta que el pleno del senado se niega a repetir una elección que resulta viciada de origen.
Así, chamaqueando al PAN o quizá cuando de último minuto supo que los votos no le favorecían, Monreal y sus senadores (sus de su propiedad porque hacen lo que él manda), decidieron no honrar su palabra. Así se simula que los senadores decidieron
no repetir la elección y por lo tanto lo único que resta es que Rosario Piedra tome protesta, con los escándalos ya conocidos.
No me cabe en la cabeza la estulticia y el cinismo de los senadores de morena y sus aliados, que generan varios conflictos a futuro. El primero de ellos es que a partir de esta fecha, la oposición en el senado no va a confiar en la palabra de Monreal, ya que con tanta facilidad les mintió. En segundo lugar, romper la imagen ante la población de no ser iguales que los anteriores, pero actuando exactamente igual. Con la mayoría como aplanadora, y cuando no tienen mayoría, haciendo trampas y chapuzas para ganar la votación, sin importar que sea a ojos de todo México. Por último el que el presidente de la república no intervenga y que sea uno de los primeros en felicitar a Rosario Ibarra, implica que todo lo que sucedió fue acorde a su voluntad. Es decir, el propio presidente que nos prometió ser diferente, el que va a combatir a la corrupción y los abusos del poder, cuando menos acepta y se hace le disimulado cuando sus correligionarios abusan y hacen trampas, aún a ojos de toda la nación.
Ni México, ni la CNDH, ni AMLO ni Morena merecen que se traicionen los principios de ética y moralidad. El partido en el poder pierde su calidad moral y el presidente también al permitir abusos como el de Bonilla en BC o la votación a favor de Rosario. ¡México no es de su propiedad!
Morena no puede ni debe ser la serpiente que se coma a las ranas, una a una.
www.josecobian.blogspot.mx. elbaldondecobian@gmail.com @jmcmex |
|