José Miguel Cobián
Un comandante de zona recibe un pitazo, le avisan que en una bodega situada en determinado lugar, habrá un enorme cargamento de Fentanilo protegido por un grupo fuertemente armado, en un número muy superior al acostumbrado.
Para tener idea del tamaño del grupo, me referiré al reporte de SEDENA que refiere que hubo 21 personas detenidas integrantes del cártel del pacífico, 19 agresores fallecidos, lo cual indica que cuando menos a 40 personas las tienen identificadas.
Indican que decomisaron 4 fusiles barret calibre 50, 6 ametralladoras calibres .50 y .762. 26 armas largas, 2 armas cortas, 111 cargadores abastecidos con cartuchos de diferentes calibres, 595 cartuchos de diferentes calibres y dos chalecos antibalas.
El ejército aseguró 13 vehículos y dejó 46 vehículos inutilizados, de los cuales 26 eran blindados, por si te preguntas como los inhabilitan, con lanzacohetes antitanque de 60 mm. Es decir, el ejército le quitó al CDP 59 vehículos.
El ejército utilizó un helicóptero UH-60 Black Hawk como apoyo para tropas de tierra. Perdió la vida un coronel de infantería y uno de tropa informaba el secretario de defensa. Refuerzo con fuerzas especiales ¨murciélago¨, y envío de efectivos a Sinaloa. Reportó también que perdieron la vida 10 militares. 35 militares se encuentran heridos por arma de fuego. No reportó muerte de civiles.
Llama la atención que de la droga decomisada fueron 1.4 kgs de mariguana, 150 gramos de cocaína, y 6 bolsas de pastillas de fentanilo.
Considerando nada más los 59 vehículos entre inutilizados y asegurados, considerando 4 ocupantes por vehículo, hablamos de 236 personas como mínimo consideradas como agresores. Por lo tanto, escaparon un mínimo de 196 integrantes del CDP. Lo cual parece indicar que salvaron el verdadero cargamento de drogas ya que el decomisado es irrisorio.
Cabe aclarar que ese rescate del cargamento le quita un enorme problema de encima al CDP, ya que de haberse realizado un decomiso de esa magnitud, hubiera generado un serio problema al interior del grupo y con sus proveedores y clientes. Y si consideramos que no huyeron a pie, estamos hablando de una cantidad muy superior de vehículos y de personal de protección para el cargamento.
La sorpresa que se llevó personal del ejército fue mayúscula, pues entre los detenidos se encontraba Ovidio Guzmán, de quién se sabía no existía orden de aprehensión en su contra,
pero al haber participado en los hechos violentos, se le detuvo en flagrancia por los delitos que corresponda.
Si entendemos lo que sucedió. El operativo jamás fue con la finalidad de detener a Ovidio. El comandante en turno no tuvo más remedio que hacerlo dadas las circunstancias. Imagine ud el momento en que inicia la batalla, y el comando del ejército solicita apoyo a sus compañeros logrando que acuda el batallón completo, también participa en el apoyo la guardia nacional y los integrantes de seguridad pública del estado así como policías estatales y municipales tan solo como apoyo.
Lo que sucedió después ya es de todos conocido, con la salvedad de que ahora había seguridad para familias de los soldados, para oficiales retirados y rápidamente hubo capacidad de reacción para proteger las zonas federales como los aeropuertos y las carreteras fueron liberadas de bloqueos en menos de 24 horas.
Al presidente López Obrador la detención de Ovidio lo tomó por sorpresa, así como a todo el gabinete de seguridad. Fue un caso absolutamente fortuito. Hay personas detenidas, lo cual no es muy común en este tipo de operativos, y la cantidad de personal, armamento y vehículos blindados habla de un enorme cargamento de drogas que se les escapó de las manos.
El presidente López Obrador insiste en que Biden aterrice en el AIFA, y parece que será complacido. Habremos de esperar la reacción del presidente Biden, cuando sepa que si bien lo reciben con una detención importante, todo el cargamento que tanto daño le hace a la salud de sus compatriotas, quedó indemne para ser transportado a sus fronteras.
Las consecuencias de este operativo están por verse. El haber rescatado el cargamento y el que Ovidio esté vivo le quitan presión al asunto. Las redes hablarán de atentados y riesgos para la seguridad nacional, pero el hecho una vez que se comprenda que fue un error de Ovidio acudir personalmente a la bodega, probablemente la reacción del CDP sea mucho más moderada o nula. Habrá que estar atentos en los próximos días.
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