Todavía no termina la jornada electoral realizada al interior del partido Morena y los mexicanos al fin podemos entender las razones del odio de los dirigentes de ese partido contra el INE. El Instituto Nacional Electoral representa orden, seguridad, transparencia, vigilancia, control y certeza en los resultados electorales. Y por lo visto, a Morena no le interesa nada de eso. Ellos están por la elección de estado. Por que gane el que el que haya sido designado por el que manda, ya sea a nivel nacional o estatal. La voluntad popular así como la voluntad de sus militantes es lo único que no importa en Morena. El objetivo es eliminar la democracia, la posibilidad de los mexicanos de elegir libremente a sus gobernantes.
Se entiende que es un proceso interno, por ello son libres de aplicar las reglas que deseen, o en su caso no aplicar ninguna regla, salvo por algunas que implican derechos humanos y que aplican a todo proceso electoral ya sea interno o externo.
A morena si algo le molesta es el voto libre, universal, secreto e intransferible. Para ellos la dignidad humana de los votantes más necesitados no vale ni un cacahuate. Vemos a personas de la tercera edad, a burócratas, a maestros, a jóvenes, a campesinos que reciben apoyos de sembrando vida, todos ellos acarreados, y obligados a votar por quién se les indica. La voluntad personal de cada quién no importa. O votas por el que te digo o dejas de recibir el apoyo que tanto necesitas. Abusan del débil.
A los dueños de líneas de autobuses y a agrupaciones de taxistas se les pidió que apoyaran transportando votantes sin cobrar un solo centavo. Solo les recordaron amablemente que la concesión que tienen depende de la buena voluntad del estado. Extorsión vil por parte de las autoridades que deben vigilar la aplicación de la ley.
Envían anticipadamente las ¨papeletas¨ de tal forma que el votante llega con la fotocopia de su credencial de elector (para afiliarlo a morena o para crear una base de datos para movilizarlos en la próxima elección, violando todas las leyes de privacidad), y también llega a la urna con la papeleta llena. De tal manera que anticipadamente ya le indicaron por quién votar, y ya verificaron que llenara correctamente su papeleta, o mejor aún, se la entregaron a una cuadra de la casilla. Obvio decir que sólo lo hacen con gente vulnerable y necesitada, que se
obligada por sus propias carencias a cumplir los caprichos de quién lo amenaza con perder beneficios sociales si no actúa como se le ordena.
En su propaganda afirman que deben de votar los ciudadanos, cuando en realidad en una contienda interna solo deben de votar los militantes, por eso los inscriben en su padrón un minuto antes de que voten. Engañando a la sociedad en general.
Sin un listado nominal de electores, cualquiera puede votar. Sin embargo, prohibieron el ejercicio del voto e incluso la vigilancia de la votación a todos aquéllos miembros de su propio partido que no se sometieron a los designios del líder que resolvió quién debía de ganar cada elección.
Hoy pudimos comprobar que el costo de tener elecciones limpias manejadas por el INE no es caro. El mexicano es muy mañoso, hace muchas trampas para lograr sus objetivos políticos, y para vivir del presupuesto, así que cualquier costo es poco para evitar los fraudes que vimos cometer a Morena en su propia elección interna de delegados.
No se supo que hubiera tinta indeleble, y mucho menos un exhaustivo control que evitara la doble votación. Queda claro que la compra y coacción de voto fue uno de los delitos electorales más practicados, así como todo el catálogo que sancionan los tribunales electorales. Lo peor es que a pesar de lo que vimos, si existiera alguna sanción, los simpatizantes de morena acusarán a las autoridades electorales y no a quienes hoy sabemos fueron culpables de convertir esta elección interna de morena, en la jornada electoral más sucia que ha vivido México a lo largo de toda su historia moderna.
El uso de recursos públicos y la intervención de funcionarios públicos ha sido tan descarada que no deja de asombrar por su cinismo.
Si al mexicano común no le importa defender la democracia y la libertad en este país, seguramente tendremos más gobiernos que apliquen las técnicas para robarse una elección que vimos hoy aplicadas internamente por el gobierno de Morena.
Si nos interesa seguir construyendo y mejorando nuestra democracia, es tiempo de oponernos a la reforma electoral que propone el presidente, y defender las instituciones que han sobrevivido hasta la fecha a este gobierno.
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