¡Qué tontería de título para la columna! ¡Ahora si te equivocaste José Miguel! ¡Los puestos de elección popular no se pueden vender, porque el que decide al final es el elector! ¿Tontejo o penitendejo? ¿Cuál será el mejor adejtivo calificativo para este columnista?
¿Ya hiciste catarsis crítico de este humilde tunde teclas? Ahora te ruego leer mis argumentos, y tú me dirás si es posible, probable, y en que partidos puede suceder eso.
El título de la columna surge cuando algún medio de comunicación menciona que un partido político, de los que hoy son morralla, vendió las candidaturas a la alcaldía hasta por un millón y medio de pesos. Cosa que este columnista no avala, porque no le consta absolutamente nada. Si acaso, lo más que sabemos es que cuando ofrecieron por primera vez las candidaturas, pedían entre 50 y 70,000 pesos al mes para apoyar actividades de partido, y de eso ya han pasado más de ocho meses, además de que ofrecían la misma candidatura a cinco o más aspirantes.
Hace muchos años, cuando Patricio Chirinos era gobernador de Veracruz entre 1992 y 1998, hubo protestas públicas, bloqueos de vías de comunicación y enérgicos reclamos, ya que muchos aspirantes a puestos de elección popular se quejaban públicamente de haber realizado pagos al entonces titular del comité directivo estatal del PRI, para ser candidatos a alcaldes, síndicos y regidores, mismos que no habían cumplido su cometido, pues se llevaron su dinero, pero no resultaron candidatos.
Yo quiero suponer que a la fecha esas prácticas no existen en el México de hoy, en el cual ya se abatió la corrupción en todos los ámbitos de la vida nacional, así que lo que sigue es una ficción, que podría ocurrir en un México alternativo en el cual no se hubiera logrado la transformación moral de la sociedad, como ya efectivamente ocurrió en el nuestro.
Un regidor de un municipio como Córdoba puede estar ganando alrededor de $100,000.00 pesos mensuales. Si ud incluye aguinaldos y otros beneficios legales, como viáticos, gasolina, comidas, etc., fácilmente puede considerar que se reciben más de millón y medio de pesos al año. Por cuatro años estamos hablando de seis millones de pesos, sin un patrón a quién rendir cuentas, porque todos los ediles son electos, y sólo se deben al pueblo, que ya sabemos que no demanda nada, solo crítica y se queja.
Hay partidos políticos que tienen que hacer un enorme trabajo para alcanzar la votación necesaria para lograr un regidor de los diez posibles en la comuna. Sabemos que el partido ganador de entrada ya lleva dos ediles, el presidente y la síndica. Hay otros partidos políticos que por su presencia y fuerza política seguramente van a tener uno o más regidores, es decir son apuesta segura, como es el caso del PAN, MC (en esta elección) y Morena en esta ciudad que estamos tomando como ejemplo. Así que quién quede de regidor primero y quizá segundo, o incluso
tercero si su partido no gana, seguramente llegará a convertirse en edil. Así que en el remoto caso de que se diera el otorgamiento de posiciones con la idea de que el líder estatal, o quién tome las decisiones de quiénes estarán de candidatos a regidor, pueda recibir algún beneficio económico, la posibilidad de que sea cierto depende de lo que usted quiera pensar.
No en todos los partidos se venden las candidaturas, e incluso un partido puede vender candidaturas en un estado y en otro no, todo depende de quién lo preside y tiene el poder de decisión en el estado. A veces sólo se colocan ediles en función de su influencia en la estructura partidaria estatal, en otros casos, se asigna un puesto de regidor en función de los votos que puede traer al partido que lo postula, por su simpatía, poder de convocatoria, o manejo político del aspirante a edil, o de quién lo apoye.
Los ciudadanos piensan que van a elegir alcalde, sin embargo el alcalde que gane llevara dos o cuando mucho tres regidores de su partido. Y todos los partidos políticos y coaliciones que pierdan, aspiran a colocar a uno o varios regidores entre los 7 u 8 que sobren. Por lo tanto, los partidos que saben que no pueden ganar la elección llevan a cabo una encarnizada lucha por las regidurías. Incluso los candidatos independientes, invierten en su campaña, en parte para debilitar a algún partido político, y en parte, para colocar a un regidor, que si aporta parte de su sueldo, ya sea para beneficio de quién lo lleva al puesto, o para apoyar el proyecto político, ayudará a recuperar la inversión o a mantener vigente a su grupo político.
Algunos partidos pequeños podrán dar la sorpresa de colocar algún regidor en la próxima comuna. Considerando también que en este universo alternativo, los ediles de oposición son ¨enamorados¨ por el alcalde en turno, para que lo apoyen en las votaciones de las sesiones de cabildo, se entiende que el salario es solo una parte de los beneficios. Tenemos que añadir el sobre ¨por fuera¨ y el nivel de operación que cada alcalde otorgue a sus ediles consentidos, sean o no de su partido o coalición que lo llevó al poder.
También hay que considerar otros negocios. Cuando un proveedor está buscando un contrato que vale la pena y tiene un competidor con un proyecto diferente. El proveedor buscará corromper a cierto número de ediles con un moche, con el fin de que desechen el proyecto de la competencia y aprueben su propio proyecto. Y puede ser cualquier cosa, desde la construcción de una calle, a vender biodigestores para que se instalen comunidades rurales sin drenaje. Cualquier cosa.
Si tenías duda de las razones de los pleitos por las regidurías, ahora tienes un panorama un poco más claro, en este universo alternativo que estoy describiendo. Y no lo olvides, todo sale de tus impuestos, todos los beneficios que ellos obtienen son recursos que debían destinarse para el beneficio de tu municipio. No pasa en todos lados ni con todos los alcaldes ni con todos los ediles, total, esto es nada más una historia sacada de mi imaginación.
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