Los empresarios tan demócratas que siempre hablan de libertad, democracia y bien común, cuando se trata de sus propios feudos, actúan como si el control de sus cámaras y agrupaciones fueran monarquías hereditarias, de tal manera que pasan muchos años para que un grupo que controla alguna de ellas, permita a los agremiados elegir en libertad quién será el próximo dirigente.
En provincia, a niveles locales, estamos acostumbrados a ver que pequeño grupos se adueñen de la cámara de comercio en pequeño, de la Canaco, de Coparmex, de Canacintra, etc. Aunque también vemos alternancia de grupos y de liderazgos, precisamente porque las posiciones son pequeñas, y siempre y cuando la membresía actúe libremente, ejerciendo su voto para cambiar el rumbo de esas agrupaciones.
Sin embargo, conforme crece el poder y la influencia de las agrupaciones empresariales, el control se vuelve más férreo, y la intención de controlar esas agrupaciones para atender a los intereses de un grupo en particular se vuelve más intensa. Una vez que un grupo lleva dos o tres períodos y ha sabido sacarle provecho (para beneficio personal de los integrantes de ese grupo) del control de una asociación empresarial, se vuelve casi imposible quitarles el poder, y eso es lo que está pasando hoy en la CONCAMIN.
Confederación de Cámaras Industriales de Los Estados Unidos Mexicanos, 47 cámaras nacionales, 14 regionales, 3 genéricas, y 59 asociaciones la integran. Es órgano de consulta obligado en los tres niveles de gobierno, y sus asociados representan aproximadamente el 30% del producto interno bruto del país. Nada más, de ese tamaño es la influencia de la CONCAMIN.
La secretaría de economía determinó que el estatuto de CONCAMIN no es armónico con los fines de la confederación, y emitió un exhorto para que la elección dell nuevo presidente sea democrática, participativa y libre de criterios discrecionales. Francisco Cervantes, su actual dirigente, llegó en el 2018 a su puesto mediante un proceso opaco y muy controversial. Por ello se comprometió a modificar los estatutos para traer a la CONCAMIN a la vía democrática. A la fecha no ha cumplido y quiere dejar como sucesor en la presidencia a uno de sus herederos. Impidiendo la libre elección de todos los miembros de la confederación.
Si esto te suena al México de siempre, tienes razón. Se pide democracia en el gobierno y en ¨los demás¨ mientras se pretende manejar la organización que se dirige como si fuera una monarquía hereditaria. Como si la CONCAMIN fuera propiedad privada de Paco ¨el opaco¨ Cervantes, y de sus correligionarios.
Para darnos una idea, Cervantes es el presidente actual, Cervantes decide quienes formarán parte de la mesa directiva, solo ellos se pueden postular para presidente. La comisión electoral es
designada por Cervantes, y sólo ellos pueden ver y contar los votos. 30% del PIB elige a sus dirigentes, sin la mínima transparencia, en un remedo de simulación democrática. Esa es la cultura de liberta que promueve la actual dirigencia de CONCAMIN.
30 agrupaciones afiliadas a CONCAMIN decidieron ¡YA BASTA!, decidieron abanderar a alguien ajeno a la nomenclatura que se ha adueñado de CONCAMIN, y escogieron la figura de Enoch Castellanos, actual dirigente nacional de CANACINTRA, quién aceptó el reto y comenzó el largo y muy difícil camino de ser el líder de una urgente y necesaria transformación en CONCAMIN. Se percibe como una cuesta interminable el camino que tiene que recorrer, debido a los intereses creados, los millones de pesos que están en juego para proyectos y control de los actuales dirigentes, privilegios que no quiere perder la cúpula que hoy controla CONCAMIN.
La parte productiva del país, la parte industrial, estará atenta a lo que suceda en la cúpula de los organismos que la representan en un muy difícil momento económico y político para el país. Francisco Cervantes puede irse dejando el recuerdo de un demócrata que sirvió no solo a CONAMIN sino a su Patria, para no dañar a su ¿querida? Organización, o puede oponerse a la vida democrática, y dañar a un organismo que representa a un sector productivo tan importante como es el industrial. El daño que puede hacer a México, vía la destrucción o el debilitamiento de CONCAMIN en momentos en que la Confederación debe ser fuerte y unida para ser un interlocutor útil a la Patria y a sus agremiados, en los difíciles momentos que vive México, será algo que siempre lo acompañe en su reputación y en su futuro como industrial.
Los mexicanos debemos estar a la altura del momento histórico, más allá de intereses espurios que una y otra vez han dañado al país, a las organizaciones y a los propios mexicanos. No es un asunto banal, no es un asunto sólo de cúpulas, a fin de cuentas, las consecuencias las sufriremos todos los mexicanos. Quién no vive en democracia, no puede exigir democracia. Quien no vive en libertad, no puede exigir libertad. Quien es corrupto, no puede combatir la corrupción. Quién no cuida su casa, no puede proteger a su patria.
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