Por: José Miguel Cobián
A lo largo de dos años en el poder, entendiendo que lo asumió desde el día en que se conocieron los resultados de la elección, hemos visto que se han obtenido malos resultados en materia económica, en materia de seguridad y un pésimo manejo de la pandemia. Esto afecta el proyecto de la 4T, así que se ha buscado distraer al respetable público, para evitar el daño electoral en el 2021. El propio presidente ha sido muy puntual para informar que es lo que duele, de tal manera que cada vez que sale un buen distractor, hay que buscar que es lo que quiere evitar que la opinión pública observe. La oposición no ha sabido o no ha podido resaltar todos y cada uno de los temas de los cuales, la distracción lograda por el presidente ha sido un éxito rotundo.
Entendemos que en su narrativa, el presidente cree que está trabajando para lograr una sociedad más justa, existe una elevada posibilidad de que él crea que está trabajando primero por los pobres. Por ello no ha percibido que su gobierno se ha dedicado a comunicar, en lugar de a dar resultados. Es decir, se habla mucho y se gobierna muy poco, con lo cual, los logros también son muy escasos.
Cualquiera que dedique tiempo a promover esos distractores o de otros adicionales, si es actor de la 4T, está logrando sus objetivos, y en caso de ser adversario de la 4T se está convirtiendo en tonto útil, ya que transmite, opina y discute temas intrascendentes, en lugar de llevar a la opinión pública a los temas que realmente importan.
Si con Vicente Fox en su presunta estulticia tuvimos un distractor divertido, en el caso de Peña, era obvio que los errores y lapsus se hacían a propósito para genera una catarsis y distraer a la opinión pública. En el caso del presidente, se inició con una enorme competencia de errores y estulticia en muchos miembros de Morena, posteriormente se evaluó la estrategia y se rechazó, pues generaba una percepción de ignorancia e incompetencia en la población. A partir de allí se ha intentado controlar los posibles gazapos de funcionarios y representantes populares emanados de ese partido.
Ahora, todas las armas de Epigmenio y el resto de analistas políticos están orientadas a la distracción mediante el gran instrumento de comunicación que son las mañaneras. A veces se percibe un agotamiento, como cuando se regresa a la distracción de la rifa que no es rifa del avión que no se rifa. En los últimos días hemos visto los videos de los auxiliares de senadores panistas recibiendo dinero, sin mayor explicación, pero en el imaginario colectivo ya se les linchó. Y ojo, sin mayor investigación tampoco. Tuvimos el caso Lozoya con todas las filtraciones que tanto daño le hicieron al debido proceso, pero que se capitalizaron mediáticamente ubicando a la oposición como corrupta…. Hasta que salió el primer video de Pío, con el cual se confirma el rumos de que gobiernos estatales desviaban recursos públicos para tener contento al monstruo comunicador que representaba el AMLO opositor.
Los problemas de México no han cambiado. Desde la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México conforme a una corrupción jamás demostrada y mucho menos castigada, México ha seguido un camino cuesta abajo. Los escándalos que más han dañado a la imagen del gobierno, además del video de Pío han sido relacionados con salud y seguridad. El asesinado de la familia Lebaron, mismo que no lleva ningún avance. La liberación de Ovidio que todos supones se debió a cierta amenaza de liberar pruebas y videos. La falta de medicinas para niños con cáncer. La falta de medicinas para enfermos de HIV. La falta de medicinas para mujeres con cáncer cérvico-uterino. Hoy mismo, hablamos de 600,000 infectados por COVID que podemos llevar a 18 millones de acuerdo con los cálculos de reconocidas instituciones estadísticas, o la muerte de mexicanos por COVID que cuando llega a 60,000 oficiales, sabemos que debemos multiplicar por un número entre tres y cuatro, ya que hay sub registro. Es decir, México ha perdido el equivalente a la población de una ciudad media COMPLETA. Entre 180 y 240,000 personas han fallecido por la enfermedad. Si a ello le aunamos los 60,000 muertos por violencia del crimen, el saldo, los muertos de Obrador ya son 300,000 y apenas llevamos dos años de gobierno.
Si aunamos una caída del PIB como nunca en la historia, una pérdida de los ¨guardaditos¨ que con tanto esfuerzo se acumularon en muchos años. El incremento en pobres, que en este sexenio será de entre doce y veinte millones. Y sobre todo, la presión en las finanzas públicas que representa una enorme caída en la recaudación, a la par de la obligación de sostener los programas sociales y los proyectos faraónicos. Cualquier entendido en cuestiones de gobierno sabrá que los dos primeros años han sido un rotundo fracaso.
Y sin embargo, la oposición no ha sabido comunicar a la población lo que es su nueva realidad. Estoy seguro de que quien ha perdido un familiar por COVID, o quien perdió a un familiar por falta de medicinas, o quien perdió su trabajo. Ninguno de ellos está interesado en la rifa del avión, o en la consulta ilegal para saber si se debe de juzgar a los ex presidentes. Ellos son testimonio vivo de los puntos débiles del gobierno en turno.
Eso sin contar los resultados de los gobiernos estatales de Morena o sus aliados, que en cada estado habrá que evaluar sus virtudes y defectos. Material donde resaltar los negativos, hay mucho. No se replica lo suficiente, no llega a quien debe de llegar.
Mantener en pie de guerra a las bases anti AMLO es una buena estrategia, pero no basta, falta mucho más. Falta una idea organizada de lo que hay que hacer. Responder a preguntas básicas como ¿De qué manera lograr que la gente confíe de nuevo en los partidos que los hartaron y fueron la razón de 16 millones de votos a favor de AMLO? Esa cifra es en mi opinión el diferencial con respecto al voto duro de morena que son 14 millones históricamente.
¿Cómo lograr que quien hoy confía ciegamente pueda comprender que quizá está equivocado al no juzgar lo bueno o malo que hace el gobierno? A fin de cuentas, ¿Cómo romper la polarización que hace que quien trabaja y tiene un auto sea enemigo de quien trabaja y se mueve en trasporte
público? Esto es fundamental, porque si los mexicanos nos seguimos alegrando de que al otro le vaya mal, al final nos irá mal a todos.
Hay un grupo de personas en redes sociales, pagadas tanto por el gobierno como por la oposición que ofenden y agreden, buscando polarizar a quien todavía actúe con respeto a la opinión del contrario. No hay que caer en esos juegos. Al que ofende lo bloqueas, y sigues la discusión con quien pueda expresar argumentos y análisis. ¿Cómo contrarrestar la polarización?
A fin de cuentas, la narrativa, son las historias que se cuentan en el sexenio. No importa si son verdad o no, simplemente manejan percepción que es lo que guía las simpatías políticas y el voto. La gran pregunta de la oposición debe ser ¿Cómo contrarrestar la narrativa oficial, manejada por el mejor comunicador y el mejor medio de comunicación disponible en México?
Un humilde punto de vista de análisis político.
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