Don Manuel, leí atentamente lo que usted distribuyó por medio de la agencia oficial del estado NOTIMEX como aclaración sobre el pleito con las energías renovables. Al respecto me gustaría puntualizar algunas cosas, no para usted, que en su soberbia no escucha a nadie, sino para los pocos lectores de ésta columna, que puedan disponer de un punto de vista alternativo y más honesto que el suyo (de usted).
Se queja de que la generación de energía solar se instale donde hay más radiación solar, y que la generación de energía eólica se instale donde hay más viento. Le informo que en el mundo de los que trabajamos existe un concepto que se denomina ¨ eficiencia de producción ¨, que implica instalarse en el lugar óptimo para obtener los mejores resultados. Ud se queja de que no hay líneas de distribución, pues le informo que la solución más sencilla es construirlas, y no pensar que hay que poner una instalación eólica donde hay líneas de CFE aunque no exista viento, o una solar donde no exista radiación.
Durante muchos años, el problema de México ha sido la falta de líneas de distribución. Incluso redundantes, que permitan que en caso de que exista una falla en una, la zona se abastezca con otra. Eso evitaría los problemas de apagones como los que tuvo CFE el año pasado en la península de Yucatán. Por lo tanto, la CFE que posee por ministerio de ley el monopolio de la distribución, bien podría dedicarse a invertir en líneas de distribución con los ahorros que le genera adquirir energía limpia de proveedores privados.
Tiene mucho tiempo que México padece de insuficiencia de producción de energía eléctrica. México requiere para su desarrollo económico una mayor cantidad de electricidad. Hay muchas zonas del país que no se pueden industrializar precisamente por la falta de capacidad de distribución del fluido eléctrico. Le sugiero que en lugar de dedicarse a denostar a quienes producen y venden energía eléctrica a una cuarta parte del costo de producción de CFE, se dedique a resolver esos problemas de fondo que afectan, no únicamente a la empresa que administra sino al país. Le recuerdo que aunque usted no lo crea, el país está por encima de los intereses de la propia CFE.
Se queja de que no hay líneas de distribución en la ventosa. Se le olvida que fue durante esta administración que con el pretexto de que es monopolio del estado, se prohibió la construcción de una línea de distribución que llevaría esa energía al centro del país. Ustedes crean el problema y luego se quejan de que el problema exista. Eso demuestra que en sus proyectos existe perversidad, pues se crea el problema y luego se usa ese problema para dañar aún más al país y al planeta.
Usted ha afirmado que las energías limpias son intermitentes, y eso genera un problema para CFE. Le sugiero que resuelva el problema en lugar de atacar a las energías limpias. Ese problema existe, y se resuelve precisamente con las plantas generadoras de ciclo combinado, que entran en operación de inmediato cuando se detecta una baja en la
producción de la energía limpia. De hecho, el margen de utilidad, le permite a CFE, producir siempre un porcentaje de seguridad sin que se incremente el costo para la empresa. Hoy también se produce ese porcentaje de seguridad que simplemente termina en tierra, así que el argumento de que se desperdicia no funciona.
Por el contrario, las energías limpias le permiten a CFE ahorrar agua en las presas de las hidroeléctricas, para utilizar la energía cinética en el momento adecuado y convertirla en electricidad. Recuerde que la mayoría de las presas del país sufren de un desabasto de agua desde hace varios años, y conforme se recrudece el calentamiento global, es más notorio que el agua no alcanza, ni para riego, ni para producción de electricidad. Considere que menos del 20% de la electricidad del país se produce por vía de hidroeléctricas, y sin embargo, ese rango, permite proteger la producción de energía debido a alguna intermitencia de las energías limpias.
Por cuanto a que las energías limpias no pagan los derechos de transmisión, una vez más, miente usted. Lo pagan por medio del tipo de tarifa al que están sujetas, y lo pagan también con la reducción de costos. Se lo pongo en bolitas y palitos. Si a CFE una planta de combustóleo le genera un MW en 145 dólares, y una planta de energía limpia se lo vende en 35 dólares, ese diferencial de 110 dólares está pagando por los derechos de transmisión que se reflejan en la utilidad de CFE al vender a precio público esa energía, por encima de su costo de compra, muy por encima. Si además de eso, considera ud que la de combustóleo contamina la atmósfera, como ya se comprobó con la refinería de Tula que sigue contaminando el valle de México a pesar de la reducción en un 60% de la circulación de vehículos, comprenderá que hay otros ahorros, en salud pública, en muertes, en limpieza de medio ambiente, que benefician a México, los pague o no la CFE.
Se le olvida a usted decir una verdad que el gobierno oculta. El petróleo de México es petróleo pesado en su mayoría. Las refinerías Mexicanas fueron construidas hace 50 años o más y se hicieron para procesar los crudos ligeros que en esa época se extraían. Hoy, ese crudo pesado, genera un menor rendimiento en gasolinas y un mayor rendimiento en combustóleo.
Ese combustóleo hasta el año pasado se vendía a las navieras para alimentar los motores de los barcos. Hoy ya está prohibido su uso a nivel internacional, pues el combustóleo mexicano contiene el doble del azufre permitido por las normas internacionales. Y nuestras refinerías no tienen hoy ni en el corto plazo, la posibilidad de reducir su contenido de azufre.
Por ello, conforme se incremente la capacidad de refinación de México, acorde con las políticas del gobierno actual, habrá mas y más combustóleo sin ningún uso. Por ello decidieron ustedes reactivar las plantas de generación a base de combustóleo. Porque en lugar de tirarlo (que no sabrían dónde tirarlo salvo en pozos petroleros viejos, lo cual también tiene un costo). Por ello, de una manera absolutamente criminal, han decidido utilizarlo para generar electricidad, sin importar los daños a la salud de los mexicanos que habitan en cien kilómetros a la redonda de las plantas generadoras. Y por eso
también, decidieron comprar al senador del sombrero, las 350,000 toneladas de carbón, porque no les importa a ustedes la salud de los mexicanos ni el daño al medio ambiente, lo único que les importa es resolver el problema que representa el combustóleo como producto de desecho de las refinerías mexicanas, y el negocio que le representa a PEMEX venderlo, así como el gran negocio que la venta de carbón genera a los financiadores de la campaña del actual presidente,
Aunque tengan mayoría en el congreso federal, y aunque tengan la presidencia de la república, es importante recordarles que México no es de su propiedad. Sé que es difícil entender esto para funcionarios que jamás han trabajado y solo han medrado en puestos públicos, sin embargo es una realidad. MEXICO NO ES PROPIEDAD DE UN PARTIDO POLÍTICO, DE UN GRUPO O DE UNA FACCIÓN.
No deben y nosotros evitaremos que puedan, dañar a México con sus absurdas decisiones, como la que usted tomó con los gasoductos, que al final, cuando quiso arreglarla, le costó al país 500 millones de dólares adicionales a valor presente. O como la decisión del presidente de cerrar el aeropuerto de Texcoco que nos ha costado más de 250 mil millones de pesos, entre lo perdido, lo enterrado, lo no recuperado, y lo pagado tanto a inversionistas como a empresas. Tirar el dinero para demostrar que se manda, es el peor error. Entiendo que hoy hay muchos mexicanos que no comprenden el daño que le han hecho a la nación, sin embargo, tarde o temprano una mayoría comprenderá, y evitará que lo sigan haciendo.
Por cierto, si se pagan derechos de transmisión por cada MW distribuido en la red monopólica de CFE.
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