Todos hemos escuchado que Canadá y Estados Unidos inician un proceso de controversia, porque consideran que a sus empresas no se les está dando el trato de nacionales, en particular en el área energética. ¿Cuáles son las implicaciones para México? ¿Qué riesgos hay? ¿Qué es lo peor que puede pasar?
La controversia tiene un componente político y un componente económico. En éste último caso, el propio presidente López Obrador ha mencionado en múltiples ocasiones que su gobierno le da prioridad a Pemex y a CFE en el tema petrolero y de la energía eléctrica. Algo que claramente viola los términos del tratado de libre comercio de américa del norte, pues aunque es claro que los países pueden modificar su constitución y sus leyes, también está muy claro que si afectan a sus socios comerciales, sufrirán las sanciones correspondientes.
En el aspecto político el asunto es más delicado, pues el presidente López Obrador está cosechando lo que ha sembrado, que es discordia y enemistad con el presidente Biden y con el congreso de Estados Unidos, algo que pareciera absurdo, pues es el congreso y no el presidente de Estados Unidos, quién aprueba o desaprueba todos y cada uno de los programas que el presidente de México ha solicitado a Estados Unidos llevar a cabo. Desde los apoyos a Centroamérica, pasando por el incremento de las visas de trabajo e incluso los riesgos de cancelar el tratado de Libre Comercio en el 2024, o imponer sanciones comerciales que implicarían pérdidas brutales para la economía mexicana y un enorme sufrimiento social para los habitantes de México.
Los americanos han tratado por todos los medios de llegar a acuerdos con el presidente de México, y éste ha respondido con burlas, con agresiones a los principales congresistas demócratas y republicanos, y literalmente burlándose incluso del pueblo americano. Juego muy peligroso el que ha llevado a cabo el presidente López Obrador, anteponiendo ideología o incluso alimento propagandístico para su base electoral, por encima de los intereses a que está obligado, como son: El respeto de la ley, la búsqueda del bienestar de los mexicanos, y sobre todo, medir técnicamente y acorde a los expertos lo que conviene al futuro del país, por encima de sus ambiciones de convertirse en un líder para centro y Sudamérica.
En sus visitas a Estados Unidos olvidó agradecer a congreso republicano el destrabar la firma del acuerdo de libre comercio, ya en el sexenio de AMLO, olvidó agradecer a demócratas y republicanos el haber actuado como contrapeso para
moderar algunas actitudes del presidente Trump que hubieran afectado mucho a México. Y sobre todo, cuidar la relación con la cámara de representantes y el senado americano, para lograr cabildear con ellos beneficios para los mexicanos de aquél y de éste lado de la frontera.
Ahora con la cercanía de las elecciones de noviembre, y la perspectiva de las elecciones de 2024, México que normalmente es uno de los países más golpeados por ambos partidos, ahora carecerá de defensores en el congreso y ante la opinión pública, debido a las burlas y actitudes infantiles del presidente de México contra el presidente, el congreso e incluso el pueblo americano.
Desaprovechar además la oportunidad del pleito con China, y la posibilidad de convertir a México en una potencia manufacturera con un nivel de vida muy superior al actual, es una omisión que raya en lo criminal por parte del presidente de México. Desconocer la realidad de que México requiere incrementos geométricos en la generación de energía, para abastecer las necesidades actuales y futuras de la población, pero sobre todo de la industria que pudiera considerar instalarse en México para restablecer cadenas de suministro locales entre los países que integran el Tratado de libre comercio de América del Norte, asumiendo que la Comisión Federal de Electricidad podrá satisfacer esa demanda, cuando no ha podido ni crear líneas nuevas de transmisión y pierde miles de millones de pesos cada año a partir de 2019, es un absurdo.
Habrá un período de 75 días, en el cual, las partes expresarán sus quejas, y es ahí donde México debe corregir aquéllas fallas en la implementación de las reglas del tratado comercial, para evitar llegar a un panel de controversias, que a lo largo de 150 días deberá de analizar las pruebas y argumentos de cada uno de los tres países, y llegar a una conclusión… Incluso en ese momento, cuando la conclusión sea que México ha dado trato preferente a sus empresas de energía respecto del resto de las empresas privadas nacionales y extranjeras, podría corregirse todavía la conducta, pero hay algo muy delicado.
Aunque hemos visto que el presidente López Obrador puede ofrecer algo y hacer exactamente lo contrario, sin menoscabo en su base electoral, el ceder ante los socios comerciales puede resultar costos en el marco de la elección del estado de México en 2023 y sobre todo en la de 2024. Si no hay flexibilidad en la ideología expresada en hechos, México corre el riesgo de salirse del tratado comercial, y además de recibir sanciones superiores a los 30,000 millones de dólares, que representan una cantidad brutal de dinero, que llevaría al país a una situación económica aún más precaria de la que actualmente estamos padeciendo.
Está claro para mí, que el presidente López Obrador logró que deseaba: Un conflicto con nuestros principales socios comerciales. Falta ver el nivel al que desea escalarlo. Entendiendo que es muy rentable para su base electoral tener un conflicto con los vecinos del norte, pero al mismo tiempo sería recordado por la historia como el presidente que mayor daño económico le hizo a México, sin importar si las consecuencias de esta discusión se paguen antes o después de la elección de 2024.
Suponer que tiene alma de estadista, es decir de hombre de estado, nos está vedado. En los hechos ha demostrado que le encanta el juego electoral y que le da prioridad por encima de cualquier valor moral o ético que pudiera exigir su atención. De seguir así, México vivirá momentos muy difíciles gracias a las decisiones de un solo hombre, a quién los mexicanos hemos dejado hacer y deshacer a su antojo. |
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