Cuando votas por un candidato a gobernador, votas también por la esperanza de que tu estado mejore y de manera totalmente ingenua supones que será tu candidato el responsable de escoger a sus colaboradores, por lo tanto, podrás estar seguro de que todos van a trabajar por el bien de tu estado, sin riñas internas.
Veracruz se convirtió en un estado atípico, pues lo que se ve es que la secretaría de gobierno fue negociada con Rocío Nahle, hoy secretaria de energía, pero sin que exista lo que en otros estados hay, que es la lealtad del secretario de gobierno para el gobernador del estado y para el propio estado.
Por ejemplo, en Puebla, Barbosa fue impuesto por Yeidckol como candidato de Morena a pesar de que Armenta fue el ganador de las encuestas. Armenta se incomodó ante una clara injusticia y comenzó una serie de impugnaciones que estaban enrareciendo el clima electoral en ese estado. Yeidckol tenía que mantener a Barbosa de candidato, ya que era y es un compromiso de Andrés Manuel, así que la situación se puso más y más tensa, hasta que mientras la dirigente del partido viajaba a China, Monreal actuó y logró (dio la instrucción a Armenta) una negociación entre Barbosa y Armenta, que todos supones implica que el senador será el próximo secretario de gobierno. Algunos más aventados en el arte de suponer, manejan que el acuerdo es que Barbosa debido a su edad y achaques, será gobernador, cumplirá su sueño, y apenas pase el período constitucional que obliga a repetir elecciones, declinará dejando a Armenta como gobernador hasta el fin del mandato. Resultaría tonto pensar que Armenta en su puesto de secretario de gobierno, buscará hacer quedar mal a Barbosa.
Pues en Veracruz, todo parece indicar que el secretario de gobierno tiene como única finalidad en la vida, hacer grilla barata y dejar en mal al gobernador del estado. Baste mencionar que hasta hace menos de un mes, todavía se manejaba en los corrillos políticos la posibilidad de su sustitución, e incluso se le señalaba por los muchos errores cometidos en la operación política en el estado. Se le responsabilizaba de los conflictos sociales desatendidos y de las demandas ignoradas por parte del gobierno. Hoy goza de tranquilidad, alejado de los reflectores y dedicado a hacer travesuras, pues su perversidad política le permite estar siempre muy divertido, creando conflictos donde no los hay, generando inconformidad dentro y fuera de Morena, pero siempre, evitando los reflectores y trabajando para que sea el gobernador el que pague el costo político de los errores del secretario de gobierno.
Baste enumerar nada mas el casi intento de linchamiento del gobernador en Chinameca, o las innumerables fallas de operación con los diputados locales de morena, a los cuales divide y les genera conflictos cada vez que puede, o quizá lo que será considerado el mayor error del sexenio de Cuitláhuac García, imputable
también al secretario de gobierno: la falta de operación política para quitar la fiscalía de manos del fiscal yunista.
Últimamente ha tenido que entrar la federación a sacarle las castañas del fuego a más de uno de los secretarios impuestos al gobernador García Jiménez. Por un lado la fiscalía general de la república y la guardia nacional tuvieron que actuar en Minatitlán ante la escalada de violencia y la falta de capacidad de la secretaria de seguridad pública para enfrentarla y frenarla. Por el otro lado, el asunto del fiscal, que ya se volvió una piedra en el zapato del propio Andrés Manuel parece que será asumido por los representantes de morena en el congreso de la unión. Por lo menos es lo que afirma una y otra vez el secretario de gobierno entre sus fieles, que si se perdió la batalla en el congreso de Veracruz, se ganará en el congreso de la Unión.
La división en el congreso del estado, desde la salida de algunos diputados del bloque morenista aunque miembros del PES, no se ha resuelto. El Secretario de Gobierno navega de muertito, y lo mismo lo vemos pintando banquetas en Xalapa que haciendo un festival de caricaturas en su pueblo o hermanando municipios, pues resulta que ahora se dedica a las relaciones públicas, como si el estado de Veracruz no tuviera suficientes problemas políticos y sociales como para tenerlo ocupado las 24 horas del día.
Quien tenga duda de la frivolidad con la que se conduce el titular de la secretaría de gobierno, puede disfrutar de su propaganda institucional en twitter o en Facebook, y descubrir la razón por la cual no lo ha seguido hasta la fecha, y esa razón es que en los medios de comunicación oficiales de la secretaria de gobierno no hay una noticia que realmente genere un interés entre los veracruzanos.
Por otra parte, sus protegidos como el propio secretario de Salud, siguiendo su ejemplo, navegan de muertito, cuando los médicos de las clínicas de salud que dependen del estado se quejan de la falta de recursos, de falta de instrumental, de falta de medicinas, incluso hasta de falta de personal. Pero como el titular de la secretaría de salud, como el de gobierno, no se deben al gobernador, no les importa lo que pase con Veracruz, al contrario, mientras más problemas en el estado, que le puedan ser achacados a la administración de García Jiménez, más cerca esta la posibilidad de que Eric Cisneros pueda ser el gobernador sustituto, que a su vez entregue la estafeta a Rocío Nahle una vez terminado el sexenio.
Mientras tanto Veracruz y los veracruzanos que se jodan y que vivan las intrigas de palacio que usan a la población como rehén de sus conflictos e intereses políticos.
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