Leía con mucha atención a varios columnistas veracruzanos que desbordaban argumentos convencidos que, con el triunfo de Miguel Ángel Yunes Linares en las elecciones de 2016, Acción Nacional se perpetuaría en el gobierno estatal, en el Congreso y en los Ayuntamientos de Veracruz.
Varios de ellos contestaron dos o tres artículos de quien esto escribe cuando me atreví a precisar, que el voto otorgado al partido blanquiazul y en parte al PRD, era en razón del hartazgo que los y las veracruzanas tenían contra las pillerías desatadas tanto en los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, y que enamorados del discurso tronante contra ellos, y las promesas vertidas por Yunes Linares de proceder contra ellos y sus camarillas, llevándolos a la cárcel, las y los ciudadanos se volcaron a las urnas para derrotar al PRI, y encumbrar al PAN tanto en la gubernatura del estado, llevando a Miguel Ángel a convertirse en el primer gobernador proveniente de un partido distinto al PRI (aunque toda su vida había sido del PRI), como ganando la mayoría en el Congreso Local y mas de cien ayuntamientos, en alianza con el partido de la revolución democrática.
Escribí, y allí están los artículos consignados en este mismo medio, en la medida que avanzaba el gobierno panista, que el incumplimiento de su oferta electoral los llevaría a una derrota, tanto porque no se cumplía con la palabra empeñada de brindar seguridad en seis meses, como de investigar y sancionar a muchos peces mayores de aquellos gobiernos priístas, con quienes inclusive se llego a pactar, pero principalmente, porque eran mas de lo mismo, es decir, “gobernaban” igual que Fidel y Javier, y en el Congreso, mayoriteaban igual que el PRI, eran apéndices del gobernador y utilizaban los recursos igual que sus antecesores. (por eso mismo también llevo varios artículos afirmando que los mismo le va a suceder a MORENA en las elecciones de 2021).
Llegaron las elecciones de 2018 y aunado a la fuerza de Andrés Manuel, que cosecho la siembra de sus luchas de 12 años, el PAN sufrió una derrota electoral nacional estrepitosa, que en Veracruz debió servirle para reorganizarse y elaborar un plan a tres años, que sirviera para visitar los 212 municipios, para reconciliarse con todos esos cuadros; para trazar una ruta
desde el Congreso de Veracruz que aprovechara a sus trece diputados y diputadas no solo en el quehacer legislativo, sino para llevar a la tribuna todos aquellos temas en que MORENA estuviera fallando, para sacar provecho político de ellos, y desde allí, con la fuerza que dan esos 13 votos, saber negociar con el gobierno de Cuitláhuac García acciones gubernamentales trascendentales pero, decidieron centrar su fuerza en defender la única plaza que les quedaba (fiscalía), y quemaron toda su pólvora en esa batalla, que termino no solo desgastándolos, sino enfrentándolos por la dirección estatal del PAN, que derivo en la división de su grupo legislativo, y en el desánimo que permea a la inmensa mayoría de los dirigentes municipales en la entidad.
El PAN de Veracruz hoy este partido y penetrado por el gobierno de Cuitláhuac. No se requiere que aparezcan noticias de deserciones de dirigentes estatales que se van de él para refugiarse en otras fuerzas políticas, o de diputados o diputadas que se declaran independientes (primer paso para afiliarse a otro partido), porque para el gobierno estatal le son mas útiles allí, en el PAN, para que sigan causando daño. Observemos tan solo la ultima votación en el Congreso como para darnos cuenta quienes son los alfiles del gobierno de Cuitláhuac, a quienes les dio magistrados y en política, nada es gratis.
Allá estos legislador@s y dirigentes estatales panistas porque si no cumplen el compromiso que hicieron con el gobierno, los van exhibir mas adelante. |
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