“Yo tengo dos caminos después del uno de julio: Palacio Nacional o Palenque, Chiapas. Si hay fraude entonces si se soltará un tigre y no voy a detenerlo. Deseo con toda mi alma que las elecciones sean libres y limpias y que sea el pueblo el que decida quien será el próximo presidente”, sentenció el político tabasqueño ante banqueros durante su participación en la Convención Nacional Bancaria en la ciudad de Acapulco, Guerrero, el 9 de marzo de 2018.
Y si, hoy lunes 9 de marzo de 2020, dos años después, publico mi artículo en este importante medio de comunicación afirmando que el tigre se soltó, y que por lo que se observa, como lo afirmara dos años atrás el entonces candidato de MORENA, del Partido del Trabajo y de Encuentro Social, no lo esta pudiendo detener.
Esa es la realidad y no otra.
Allí están las marchas estudiantiles celebradas en distintas ciudades del país la semana pasada, donde salieron decenas de miles de estudiantes a manifestarse cantando “En donde esta, en donde esta ese gobierno que nos iba a cuidar”; o “Ni uno mas, ni uno mas, ni un asesinato mas”. Portando miles de cartulinas con consignas como: - ¿la beca de AMLO incluye ataúd? -; -estudiamos por un título, no por un acta de defunción-; y otra mas que rezaba -somos noticia, pero no pararemos hasta ser historia-.
La megamarcha de la ciudad de Puebla fue monstruosa. El gobierno de Miguel Barbosa Huerta dijo que fueron 50 mil los estudiantes que caminaron kilómetros para apostarse frente a Casa Aguayo y exigirle a él, y a López Obrador seguridad, y que se dejen de tonterías como esa de “abrazos y no balazos”, que lo único que ha dejado es un crecimiento desbordante de asesinatos, homicidios, secuestros.
Otras fuentes afirmaron que eran 80 mil, 100 mil, y MILENIO e IMAGEN TELEVISÓN afirmaron que fueron 150 mil los manifestantes que se unieron para reclamar al gobierno local y federal justicia y seguridad.
Pero también aquí en Xalapa Veracruz salieron miles de universitari@s a gritar “¿Por qué nos asesinan?”, solidarizándose de esa manera con los asesinatos de sus camaradas de Puebla, concluyendo su marcha frente a Palacio de Gobierno, donde por cierto nadie de la estructura gubernamental salió a dialogar
con ellos. Días después la Benemérita escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen hizo un paro de brazos caídos ante la negativa del director de esa institución educativa de autorizarles sumarse a la marcha de los universitarios y, lo mas trascendental, que estudiantes de varias preparatorias de la capital de estado realizaron actos de protesta en sus planteles, siendo una de las mas emotivas la que realizaron los jóvenes y señoritas de la prepa Juárez.
Hubo mas marchas en otras ciudades de estudiantes por los mismos motivos, y ayer domingo fueron las mujeres las que salieron también por decenas de miles con las mismas exigencias: justicia, seguridad, y un presidente que deje de exigirle a las mujeres que perdonen y abracen a los hombres que amenazan con matarlas, como sucedió en la “mañanera” del pasado 5 de marzo, cuando la periodista Isabel González denunció al bloguero Paul Velázquez, quien le dijo que “ojala y le den un balazo”.
El tigre, en efecto, ya anda suelto, con decenas de miles de estudiantes en las calles, con miles y miles de mujeres en las avenidas y plazas públicas inconformes, molestas y hartas del Estado fallido. Son como una bola de nieve que tardo en subir la cuesta, y ahora que va de bajada empieza a engrosarse, haciéndose cada día que pasa mas fuerte, mas potente, imparable, y que amenaza con desestabilizar a las mismísimas instituciones inoperantes.
¡Con menos inicio el movimiento estudiantil del 68, que termino convirtiéndose en un parteaguas para la vida democrática de México! Ahora, se le suman a los y las estudiantes, las mujeres, las adelitas.
O surge inteligencia, talento, capacidad, sensibilidad y ánimo de rectificación de las políticas públicas del actual gobierno federal, o el tigre devorará todo lo que encuentre a su paso, convirtiendo a México en una vorágine social de consecuencias funestas. |
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