No, no voy a ser uno más de los articulistas y/o columnistas que están derramando tinta con el tema de los libros de texto. Si los hacedores pusieron que el Benemérito de las Américas nació el 18 de marzo de 1806, cuando su jefe ha jurado y perjurado ser admirador de don Benito Juárez García, que más se les puede pedir a tales por cuales.
Mas que tal felonía, lo preocupante son los planes perversos que tiene a futuro el hombre de Macuspana en materia de poder político, de quererse perpetuar como jefe máximo en México, como ya se muestra con sus acciones, contrarias a la Constitución.
Una y otra vez nos enteramos de las constantes violaciones que realiza a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, sin que el Instituto Nacional Electoral o el TRIFE le aplique sanciones ejemplares (no solo bajarle sus misas mañaneras, porque eso y la carabina de Ambrosio, es lo mismo), pues es manifiesta su reincidencia, lo que seguramente lo envalentona más y hará, que en la medida que avance el proceso electoral federal, su intromisión a favor de MORENA y en contra de la oposición, sin ningún rubor o temor, violente las leyes para favorecer, o hacer que las autoridades electorales ayuden a sus candidatos, y perjudiquen a los de la oposición.
Anda desesperado, por no decir alocado, como resultado de la realidad que le rodea.
En menos de 5 semanas ha caído casi 5 puntos porcentuales en las preferencias, y lo peor no es eso, sino que se observa que continuara en picada, y, en consecuencia, entre las patas se está llevando a doña Claudia Sheinbaum, quien no solo no llena los escenarios que le ponen para que se luzca, sino que ésta ni siquiera discurso y programa electoral tiene. De no ser por el acarreo que los y las gobernadoras morenistas le ejecutan, la exjefa de la ciudad de México estaría en la lona.
De allí el nerviosismo de AMLO, porque advierte que si las autoridades electorales actuaran con estricto apego a la legalidad, el 2 de junio MORENA podría perder la elección, y todo, insisto, por la ineficacia de su gobierno que no cumplió con la expectativa que generó en sus 3 campañas presidenciales, y más recientemente con las promesas hechas en la de 2018: no hay gasolina de 10 pesos; PEMEX está quebrado financieramente, no tenemos el mejor aeropuerto internacional del mundo, la inseguridad no se solucionó, la corrupción nunca la combatió, se desforestaron miles de hectáreas para su capricho del tren maya, la refinadora que no refina, y un largo etcétera que le está quitando millones de seguidores que conquisto hace 5 años, y paso a paso le van dando la espalda.
De allí el desafió a las autoridades electorales para ensuciar el proceso electoral, pretendiendo >así lo observo<, que, llegado el día de la jornada electoral, si le es adverso el resultado, no lo reconozcan y su instrumento político exija la nulidad de la elección presidencial, alegando el cumulo de violaciones que se cometieron, inclusive por el propio presidente de la república.
Andrés Manuel no es tonto y sabe perfectamente lo que hace. Está armando un trabuco, un complot con premeditación. El que no respete la Constitución y su ley reglamentaria en materia electoral lleva el claro propósito de descarrilar toda la elección federal, si los resultados le son adversos.
Por Helí Herrera Hernández.
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