Es junio, a punto de cumplir 18 meses tanto el gobierno federal como el local y las cosas no salen, como las prometieron.
Seamos objetivos y sin algún ánimo de inventar escenarios, tan solo para criticar a MORENA y sus gobiernos, pero esto va de mal en peor, empezando por el discurso presidencial de encono; de división; de buenos o malos; de conservadores o liberales patriotas; de retar a la sociedad: no te hagas a un lado, estas conmigo o contra mi, porque abajo, en la aldea, ha envalentonado por igual a los seguidores del presidente como a sus adversarios, que tanto en las redes sociales como en sus casas, trabajo, en la calle y los lugares que concurren han subido los decibeles del debate, convirtiéndolo en insultos y agresiones que falta poco, poquitito, para que pase al siguiente nivel: los golpes.
A eso ha conducido el discurso oficial, a la polarización, que desde luego no abrazo por no ser partidario de ella, como tampoco lo soy de los gobiernos excluyentes, pero por México algo tenemos que hacer ante la escalada de sucesos que lo amenazan con la desestabilización: altos índices de inseguridad; crecimiento exponencial de crímenes, desempleo, crisis sanitaria, crisis económica, crisis humanitaria, ufffff.
El país ha entrado en una vorágine de acontecimientos que son gasolina pura (secuestro de un general de brigada y la ejecución de un juez de distrito), y lo menos que necesitamos es que venga un presidente o un gobernador con un discurso incendiario, provocador, burlón, de incitación a sus seguidores a la revuelta, en lugar de invitar a todos los que estamos en la ruta de combatir la desigualdad y la corrupción, a la suma política de ciudadanos y partidos opositores para encontrar las soluciones que la nación requiere en estos tiempos aciagos.
Solos ya mostraron que no pueden; allí están los resultados, las estadísticas. Véanlas en el rubro que ustedes quieran.
Porque si siguen apostándole a la pelea, a la descalificación del opositor, al ¡háganle como quieran!, al ¡les guste o no!, no se requerirá ni siquiera de una BOA para que el domingo 6 de junio la realidad los abrace.
Volteen hacia atrás y vean los escombros que van dejando: denuncia contra la exdirigente nacional Yeidckol Polevnsky; varios de sus gobernadores ubicados como los peor calificados por sus ciudadan@s, a grado tal, que violentan el
apotegma mas valioso de Andrés Manuel López Obrador (la revocación de mandato), para evitar que sean juzgados por el pueblo votante y los manden de regreso a sus casas, y lo peor, ahora urgidos de ir aliados con el partido verde, cuando >siempre existen los tweets de AMLO< que los calificaba de “mafia de poder”.
¿A ese grado de necesidad de votos andan, que requieren de los favores del niño verde a nivel nacional, y de Fidel Herrera Beltrán en Veracruz, para salvar la averiada nave llamada MORENA?
Es cierto, no se puede ya negar que los índices de aprobación del presidente de México han descendido y se encuentran por debajo del 50% (46.4 el viernes 19), pero acaso no se han preguntado que sea resultado del mal manejo de las políticas publicas nacionales, y las contradicciones internas respecto a las de salud, donde el subsecretario Hugo López Gatell nos pide que nos quedemos en casa y el Presidente nos incita a salir, porque no pasa nada.
El pasado viernes ya arribamos a las mas de 20 mil muertes por covid, y lo peor, que México ocupa el primer lugar en número de personal de la salud infectado y muerto por la pandemia. De seguir así con este caos, para el 10 de julio nos convertiremos en el tercer país en el mundo con mas fallecimientos.
Lo escribo con el mejor ánimo porque además, sigo afirmando que Andrés Manuel es una persona honesta, de eso no hay una pizca de duda, lo conozco y trate largos años, pero así como en una ocasión en el bosque de zoatzingo (Altotonga, Ver), en una comida casi familiar le comente que íbamos a ganar, porque el mejor termómetro era la respuesta que el pueblo le daba a su paso, en sus recorridos, ahora espero que alguien sensato de MORENA le diga que se guarde, que se atrinchere en palacio nacional porque han sido desastrosas sus ultimas giras que de halagos, han pasado a ser de reclamos; de incondicionalidad de hombres y mujeres, a insultos; de apoyo a su causa, al de ocupar su tiempo en defender al gobernador unas tras otra, todo producto de desaciertos y ayuno de oficio político, insisto, por no apostar por sumas políticas.
Ni conservadores ni liberales, ni patriotas o neoliberales: estoy con México. |
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