La limpieza de cuentas públicas a alcaldes y exalcaldes desde la Comisión Permanente de Vigilancia del Congreso de Veracruz, en contubernio directo con auditores, y la mismísima directora o exdirectores del ORFIS, no es novedad, ni la descubrieron los actuales diputados, encabezados por el presidente de la Junta de Coordinación Política. Llevan décadas tapando desde esas instancias todas las trapacerías que esos presidentes y presidentas municipales realizan durante su encargo, desde luego, a cambio de jugosas cantidades de dinero.
Baste observar el modo de vivir de la mayoría de los auditores del ORIFIS, de los que han sido sus titulares, y de los mismos alcaldes, que cuando entran a ocupar su cargo tienen solo lo necesario (una casita, un automóvil de modelo añejo, una mujer/esposo), y cuando salen del cargo público todo se les ha multiplicado, por arte de magia no divina, sino de la que realizan desde estas dos instancias: Les sobran los bienes inmuebles, los automóviles de lujo, les aparecieron de la noche a la mañana negocios en los primeros cuadros de la ciudad que gobernaron o alguna cercana, abrieron no una sino dos o 3 cuentas bancarias con varios ceros cada una y si, también se les multiplicaron las señoras o señores a esos alcaldes o alcaldesas.
Lo mismo ocurre con la mayoría de los auditores que nombran en el ORFIS, y ni que decir de los que han sido sus titulares, muchos de los cuales tienen inmuebles en las grandes metrópolis a donde han llegado a poner comercios de alta plusvalía en plazas comerciales de renombre.
Para que todo esto suceda han contado con la complacencia de los legisladores que forman parte de la Comisión Permanente de Vigilancia, primordialmente del titular, así como de los que han sido presidente de la JUCOPO, quien también lleva “moche” por cada >limpia de cuantas públicas< por municipio, debido a que es él, el que decide a que diputado o diputada pone allí, en esa comisión.
Así que los escándalos recién salidos sobre la corrupción que impera entre esta triada: Diputados-alcaldes-ORFIS, para limpiarle todas las desviaciones de dinero público a sus cuentas personales, no es de ahorita. Ha sido una costumbre añeja, y mucho se ha escrito sobre esta “ceguera” de los entes vigilantes sobre
la riqueza que acumulan los y las expresidentas municipales, y de tapadera entre los diputados para con el ORFIS, donde tiene responsabilidad, para mi, hasta el gobernador y la fiscalía, inclusive, por permitirlos.
Es del dominio público en cada municipio “el modo honesto de vivir” de los exalcaldes y exalcaldesas, y de diputados que estuvieron en esa comisión permanente de vigilancia, o de los auditores del ORFIS y de sus titulares. Párese en el parque y pregúntele al primero que pase y le darán santo y seña de lo aquí descrito.
Por eso hoy, que llevo semanas leyendo las acusaciones que lanza el líder de la JUCOPO del Congreso de Veracruz contra el ORFIS, sobre “tapaderas de exalcaldes en sus fechorías”, no sería mejor pasar de las declaraciones a los hechos, e iniciar denuncias, como ente revisor, contra todos estos funcionarios que se enriquecieron durante su encargo, o ¿Seguirán extorsionándolos con amenazas de cárcel a cambio de sumisión, obediencia y votos a favor de MORENA en las próximas elecciones, tal y como lo hizo AMLO con Alito en la Cámara de Diputados?
De ser así, el dinero público seguirá engrosando fortunas personales, en lugar de utilizarse en la solución de los padecimientos que tienen los municipios y su población de luz, agua, drenaje, escuelas, panteones, alumbrado público, y seguridad con policías bien pagados y capacitados. |
|