Sigo deseando, tal y como lo escribí el miércoles 21 de junio de este año (Que sean Claudia y Rocío), que Claudia Sheinbaum sea la candidata a la presidencia de la república, porque por su dogmatismo, ausencia de liderazgo y falta de capacidad de convocatoria, se le derrotaría en las elecciones del 2 de junio de 2024. Pero el escenario del mes pasado ya no es el de hoy, desde que la testarudez de Andrés Manuel López Obrador le abrió la puerta a Xóchitl Gálvez, y ésta decidió ya no competir por la jefatura de gobierno de la ciudad de México, y si por la primera magistratura del país.
Esa cerrada de puerta del Palacio Nacional, al derecho de réplica de la senadora, la ha catapultado a grado tal, que don Andrés ya fue rebasado por las circunstancias de esta mujer, y tendrá que echar reversa a la decisión que desde años atrás traía de bendecir a Sheinbaum con la candidatura de MORENA, y ahora, tanto sus famosas gargantas profundas como sus propias encuestas, las reales, las que tiene en su escritorio, le muestran números rojos en la elección, que predicen una derrota inminente si la postula, y con ello, la pérdida y el desplome, a nivel nacional, del fenómeno político denominado MORENA, y sus partidos morralla: el verde y el PT.
En efecto, si algo hizo ya Xóchitl (y no los partidos políticos que le han fallado a México: PRI y PAN), es derrotar, 11 meses antes, a la corcholata preferida de AMLO. Sería un suicidio que se emberrinchara y le diera el dedazo a su favor. No lo va a hacer, porque sabe todo lo que perdería al entregar el poder político a la oposición >posiblemente hasta de cárcel estaríamos hablando<, de allí que se agarrará de un fierro caliente como lo es Marcelo Ebrard, que concilia con las clases medias de dentro y fuera de MORENA, que son las que se han alejado de ese partido por el desgobierno amloista, y así puedan competir con la oposición y alberguen la posibilidad de triunfo el 2 de junio.
Créanmelo estimado lector, querido radioescucha. Claudia será sacrificada y el cambio de estrategia política ya está en marcha; no en balde AMLO ha citado 4 veces a todas las gobernadoras y gobernadores de MORENA a Palacio Nacional en menos de un mes, y es para comunicarles esa decisión, porque la exjefa de gobierno se desinflo a partir de que dejo el cargo público, y apareció una candidata pueblerina y no fifí.
El beneficiado podría ser Marcelo Ebrard si aun aspira AMLO a permanecer en el ring y llegar a los 12 rounds, para llegar a una decisión del electorado. De no ser así y de mantener a esta gris militante, y/o atreverse a sacar Adán Augusto, sería darse un tiro en el pie y despedirse de la competencia antes de la elección.
Y todo esto ocurre a poco más de 10 meses de distancia, cuando en la oposición (Movimiento Ciudadano, PAN, PRI, PRD), aun velan armas para seleccionar una ruta que los haga competitivos para vencer la popularidad del hombre de Macuspana >con 3 semanas consecutivas de caída en las encuestas de simpatía del pueblo<.
Hoy AMLO ya no está a la ofensiva, sino a la defensiva.
La agenda política que por años la marco López Obrador todos los días, le ha sido arrebatada, como presagio de que los buenos tiempos, están esfumándose.
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