Podrá engañar a sus huestes, y quizás algunos miembros de la generación Zeta (los nacidos entre los años 1997-2012), pero a los que venimos del siglo pasado y conocimos todas las pillerias que hacían, elección tras elección, el PRI-Gobierno, allí si que no.
Quien, si no el PRI-Gobierno, era el que ejecutaba los fraudes electorales en todo México, apoyado en sus estructuras municipales, distritales, estatales y nacionales.
Eran ellos, los que imprimían las boletas electorales, las actas de escrutinio, los padrones, las credenciales para votar, y eran ellos los que ponían en cada casilla a los dirigentes seccionales del PRI para que fueran las autoridades en esa casilla, y pudieran correr a los representantes de los partidos de oposición, bajo cualquier pretexto, para que nunca estuvieran en el conteo de los votos al termino de la votación.
Las comisiones municipales electorales las presidian los dirigentes municipales del PRI, y eran ellos los que, si se sentían perdidos, a pesar de todas las marrullerías que hacían durante la jornada electoral, llevaban a las presidencias municipales las urnas para >embarazarlas<, porque allí tenían las boletas electorales que la Comisión Estatal Electoral, que la presidia el secretario del PRI-Gobierno, les mandaba por miles de mas, y a nivel federal el secretario de gobernación, para que durante la noche, como hacen los ladrones, le robaran la elección a la sociedad, cuando votaba por otro partido distinto.
Eran ellos, el PRI-Gobierno, los que, con las tristemente famosas columnas volantes, disfrazados de civiles, y a veces sin pudor alguno, con su uniforme de policías, se robaban las urnas y las quemaban, cuando la paliza que les daba la oposición en las urnas era contundente, y de esa forma borraban los triunfos del pueblo, para imponer a los caciques priistas de siempre.
No don Andrés Manuel, váyase a engañar a otra parte, vaya a contarle ese choro a sus ciegos y sordos correligionarios, pero a los que desde nuestra juventud nos rebelamos, y nos organizamos para luchar contra el PRI-Gobierno por cometer los fraudes electorales y ser unos verdaderos hampones, no, porque gracias a las luchas que iniciamos en el siglo pasado, hoy usted esta sentado en la silla presidencial, derivado del respeto al voto que se logro, poco a poco, después del mega-fraude electoral de 1988, ejecutado por MANUEL BARTLLET-CARLOS SALINAS DE GORTARAI-MIGUEL DE LAMADRID y todo el aparato del PRI-Gobierno, en donde usted, señor presidente Andrés Manuel, todavía formaba parte de ese partido tramposo, mañoso, que nos robo el triunfo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Usted sabe de esto porque fue usted militante de ese partido, del PRI-Gobierno que falsificaban actas, que rellenaban urnas, que robaban los paquetes electorales, los que compraban el voto con dinero o con regalos, aprovechándose de la miseria en que tenía el PRI-Gobierno al pueblo (algo parecido a lo que hace apenas unas semanas también usted confeso, de mantener en la miseria a los pobres, como estrategia política).
De donde le sale ahora a usted lo demócrata, cuando fue parte de aquella malévola maquinaria de hacer fraudes electorales, y se lo puedo decir a usted, y cientos o miles de priistas que hoy están con usted en el gobierno, a quienes jamás les importo que con actas de escrutinio en la mano les demostráramos triunfos de la oposición, y ellos, con cara de palo dijeran “”Que tenían otros datos””, otras actas, otras boletas, SI, aquellas que habían elaborado decenas de delincuentes electorales en las noches en los palacios municipales.
¿Que hay que bajarle el salario a la estructura electoral, porque ganan mucho? De acuerdo. Pero gracias al IFE, y luego al INE, y, sobre todo, gracias las batallas que dimos en el siglo pasado millones de mexicanos hastiados de que el PRI-Gobierno de usted y de Bartlett, y de miles hoy NEO-MORENISTAS se robaban las elecciones, hoy ustedes están encaramados en palacio nacional, disfrutando del poder político, que antes nos arrebataban a lo vil, de manera impune y vulgar.
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