A toda causa hay un efecto; a toda acción, una reacción. Por eso, ese jueguito que se trae Andrés Manuel López Obrador y sus gobernadores, de firmar el primero el Acuerdo Nacional por la Democracia con los ejecutivos estatales, y en el caso de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, con los lideres de los partidos políticos, obedece a que ahora sí, el presidente de la república trae otros datos, que ya prendieron todas las alarmas en su instrumento político MORENA, que pone en peligro su gobernabilidad para el segundo período de su gobierno.
¿Cuáles son los datos que, ahora si trae el presidente?
Lo explico:
En octubre pasado el Heraldo Media Group comenzó a publicar los resultados de tendencias electorales -definidas a partir de las sumas de varias encuestas-, tanto para la integración de la cámara baja del Congreso de la Unión como para las 15 gubernaturas en juego. En ese mes MORENA se dibujaba victoriosa por amplio margen en 14 gubernaturas, con excepción de Querétaro donde el PAN llevaba una franca ventaja, y de las 500 diputaciones federales se calculaba que el partido del presidente y sus partidos satélites se adjudicarían entre 335 a 345 diputaciones: ¡MAYORIA CALIFICADA!
Pasados 4 meses, hoy, la oposición a MORENA disputa de forma real las gubernaturas de Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Nuevo León, San Luis Potosí y Sinaloa, y por lo que se refiere a las diputaciones federales, la mitad de las encuestas serias pronostican ya solo un triunfo que iría de 245 a 260, que avisa la pérdida del control de ese poder, tan necesario para AMLO para modificar la Constitución.
Los datos que tiene López Obrador son francamente desalentadores para su causa, y por eso buscó la firma de los gobernadores para “amarrarles las manos”, buscando pactar -docilidad-, que no protesten las acciones que AMLO ya esta realizando para enderezar la nave y recuperar fuerza electoral. Que no digan nada frente al abierto embate de los siervos de la nación que andan entregando las despensas a cambio del voto por MORENA; que andan empadronando a los mexicanos para los distintos programas federales, advirtiéndoles que si no gana MORENA éstos se acabarán y dejarán de recibirlos; que juegan su -papel inductivo- en las personas que van a recibir sus
vacunas; y que nada digan, sino que aplaudan a rabiar cuando AMLO anuncia que duplicará la pensión para los adultos mayores, y reducirá la edad para acceder a ella de 68 a 65 años.
Mientras, en Veracruz, copión como es el gobernador Cuitláhuac García de todo lo que hace el presidente, convocó a los líderes de los partidos políticos para firmar un acuerdo donde se “comprometan a cumplir la ley, que están obligados constitucionalmente a cumplirla”, y lógico que solo asistieron MORENA y sus partidos morralla, porque los otros líderes de los partidos políticos opositores a estas vaciladas, no comulgan con la -disciplina al gobierno-, que en el fondo busca recuperar el terreno que han perdido por el mal gobierno que ejecutan, y andan tan desesperados que han revivido el “delito de disolución social” para encarcelar a sus opositores, cuando no las han cooptado.
Por eso también desprestigian al Instituto Nacional Electoral, creando fantasmas de que el órgano encargado de organizar y realizar las elecciones en México prepara un gran fraude electoral en contra de ellos, acusando al titular Lorenzo Córdoba Vianello de quererle arrebatar la mayoría calificada que tiene hoy en la cámara de diputados, gracias a la sobrerrepresentación que lograron de manera tramposa por medio de las coaliciones (como antes también lo hizo el PRI), en una copia fiel a lo que hizo Trump en Los Estados Unidos desde antes de los comicios de noviembre del año pasado, cuando gritaba que le iban hacer fraude electoral, y que provoco el asalto de sus huestes al capitolio.
Esos 30 millones de votos de 2018 a nivel nacional que tanto presume MORENA, se esfumarán por lo menos al 50% y en Veracruz, añorarán los dos millones de votos que obtuvieron en 2018.
Los datos que trae Andrés Manuel y el gobernador de Veracruz son muy cercanos a los que usted, estimado lector, leerá la mañana del 7 de junio. |
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