El debate presidencial entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez fue ayer por la noche.
Por razones de horario de entrega de esta columna, ya no pude escribir sobre el desarrollo del mismo, y quien de los tres manejó mejor las ofertas programáticas a los y las mexicanas, que nos hagan acudir a las urnas el próximo 2 de junio.
Porque ese es el fin de la confrontación verbal, en el escenario que el Instituto Nacional Electoral diseño, para que las y el candidato presentaran su plataforma electoral en los rubros de salud, educación, combate a la corrupción, transparencia, no discriminación a grupos vulnerables y combate a la violencia contra las mujeres.
El cómo y con que las cristalizarían si ganan la elección y se convierten en presidenta o presidente de México.
No se trata nada mas de ir a sacarse los trapitos al sol en los tres debates que se efectuarán, de ironizar sobre sus desempeños en la función pública, sino de explicarles a los y las mexicanas los problemas de inseguridad, de acceso a la salud, de educación, de desarrollo económico, agropecuario, ganadero, comercial etc, y que alternativas presentan para solucionarlas, y encaminar a la patria al progreso para generar bienestar social, paz pública y alegría, que tanta falta nos hace.
La confrontación de sus visiones y las alternativas que nos propongan serán el imán que lleve al mayor porcentaje posible de compatriotas a las urnas, ya con una definición clara, de usted y mía, de apoyar y sufragar por la candidata o el candidato que nos haya convencido y así, de esa forma, razonar nuestro voto.
No se trata pues de ver quien inicio la guerra sucia, o quien tiro más lodo al candidato o a la candidata, sino de capacidades, talentos, visión de grandeza sobre el México que deseamos para el presente, pero, sobre todo para el futuro en materia de agua, cambio climático, uso de energías limpias.
Indiscutiblemente que el quid radica en observar la viabilidad de las plataformas electorales de los partidos políticos que enarbolan las candidatos y candidato, y reflexionar sobre si ellas o él tienen la fortaleza, por su historial político y de efectividad, de cumplirlas de triunfar el día de la elección.
Por lo pronto, después de lo sucedido anoche y si vio el debate, espero le haya servido para que tenga mayor claridad sobre quien merece su sufragio.
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