Por Helí Herrera Hernández. plazacaracol@hotmail.com
twitter: HELÍHERRERA.es
De la expectativa de un gobierno diferente, libre de corruptos y corruptelas, a uno donde los corruptos del PRI, pasaron luego al PAN y hoy están en el gobierno de MORENA.
Un gobierno que desde el primer día extendió el acta de defunción al neoliberalismo, y sin embargo gobierna con él. Esa corriente política-económica que se ha expandido a pasos agigantados con una visión mas económica que social, aun cuando promete, al final de un proceso, una sociedad mas eficaz y mucho mas feliz, aunque para unos cuantos y a costa de la explotación de los mas, precisamente porque la propiedad privada, el libre mercado y libre comercio lo aseguran los hombres y mujeres que están en el poder publico, en beneficio de la burguesía rapaz.
Ansiábamos ser testigos y beneficiarios de combustibles baratos, como se nos prometió, y dura fue la realidad de vivir con los precios que impuso Enrique Peña Nieto, lo que empezó a gestar la desilusión de muchos, de los que en las urnas apoyaron ese proyecto.
Y luego, cuando el estratega de la cuarta observo que su gobierno perdía adeptos ideo lo del avión (otro fracaso al no venderlo), organizando la rifa de la aeronave presidencial pero sin que se entregue ese premio, volviendo a ilusionar a los mexicanos que olvidaron por el momento el cero crecimiento de la economía nacional, el crecimiento de la inseguridad como nunca antes, los “yo ordené que dejaran libre a Ovidio Guzmán”, entre otros tantos tumbos en que ha venido cayendo.
Cuando pensábamos que ya nada podía empañar mas a la 4ta vino el mal manejo de la pandemia por las autoridades sanitarias que el ejecutivo federal puso como responsables. Nos prometieron no mas de 6 mil el 4 de mayo; y muy exagerados de 30 a 35 mil el 3 de junio. Ya van 57 mil y contando pero, para que no estemos pensando en los efectos catastróficos de infectados y fallecidos por covid-19 en nuestro país, ahora nos traen el circo del chivato Emilio Lozoya, este pillo de siete suelas que disfruta en su residencia los frutos de traicionar al que lo puso en el puesto para enriquecerse, y enlodar por allí al que le robo la presidencia a López Obrador (que es cierto que lo hizo, no hay duda de eso),
porque nunca le ha perdonado ese atraco, a pesar que el viernes en Acapulco, Guerrero, mencionó que ya lo había hecho.
El objetivo toral ahora de Andrés Manuel es encontrar nuevos distractores para llegar vivos al primer domingo de junio del 2021, a como de lugar, para no perder la mayoría en la cámara de diputados del Congreso de la Unión, y si para eso, por cierto, hay que aliarse con el diablo, pues lo hará. Allí esta la tan anunciada alianza electoral que realizará con el partido verde, si, aquel que cuando era el líder opositor nacional y vendedor de un México de ensueño exigió al Instituto Nacional Electoral y al propio TRIFE que le quitaran el registro al partido del niño verde por corruptos, pero ahora, hoy, son sus compañeros de lucha, sus correligionarios, los que lo acompañan en la consecución de un “gobierno honesto”.
De un plumazo se volvieron impolutos, prístinos, diáfanos como Bartlett, como Esteban Moctezuma, como los que eran la mafia del poder y hoy son sus principales asesores.
Pero la popularidad cae. Los índices de aprobación se derrumban y la pólvora se acaba. De no mantener >vivo< el caso putrefacto del delator Emilio Lozoya, las consecuencias serán funestas para las próximas elecciones.
De no ser ciertos los “videos”, y “válidas” las pruebas que incriminen a los enemigos de la 4ta (Carlos Salinas, Luis Videgaray, Ricardo Anaya etc.), el efecto se les podría revertir, como también sucederá si estos individuos, mas Enrique Peña Nieto no van a la cárcel por corruptos, porque la inmensa mayoría de los compatriotas compraron el primero de julio de 2018 esa promesa López-obradorista, y exigen su cumplimiento.
El caso del chivato Lozoya se ha convertido para MORENA, en su conjunto, en un boomerang con consecuencias políticas-electorales dramáticas para el partido en el poder. Olvídense de los buenos presagios de las casas encuestadoras, la realidad cobrará la crisis sanitaria, la de inseguridad, la de un mal gobierno, pero, sobre todo, la crisis de credibilidad de alguien que prometió conducirnos a una nación donde los corruptos pagarían con cárcel sus trapacerías, y hasta el momento, todos gozan y disfrutan de los dineros mal habidos, con la complacencia del señor de Palacio Nacional. |
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