Impensable, desde 2013, que en alguno de mis artículos fuera aceptar que estaría de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador en algo. Y si, hoy tengo que escribir que estoy totalmente de acuerdo con él, cuando el martes en su sermón mañanero dijo: “Es la hora de las definiciones”.
Por supuesto, respaldo las seis palabras dichas por el presidente porque en política, no hay para donde hacerse, para donde sesgarse, y debe uno estar bien definido, claro y firme en lo que uno quiere y lucha. Por eso, a sus 88 años, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano >dicho con todo respeto y admiración<, debe tomar la decisión de dar un golpe fuerte en la mesa, y hacerse respetar frente al dueño de MORENA (como lo hizo su padre para poner en su lugar a Plutarco Elías Calles y acabar de un tajo con el Maximato), y así evitar destruir toda una trayectoria política de liderazgo en la lucha por construir un país democrático, seguro y de igualdades, a partir de 1987, primordialmente.
No cabe en él tirar por la borda todo su prestigio ganado en los últimos 35 años, por una baladronada de López Obrador, quien, por cierto, ha sido y es, lo que es políticamente, gracias al cobijo del michoacano (aunque no de sus resultados como presidente de México, hartamente difundidos por un servidor en este espacio, totalmente opuestos a los que ofreció como candidato).
Torcer la historia, su historia, de luchador social, enfrentando al sistema-gobierno, como el mas firme opositor al neoliberalismo del PRI y del PAN, recorriendo palmo a palmo el país, exponiendo su vida y la de los suyos, viendo caer asesinados por ese sistema a varios de sus correligionarios, hasta lograr su derrota política, primero en el Distrito Federal y luego en el país, para ahora, por un >estate quieto< lanzado desde el púlpito de la mañanera, por el que traiciono ese proyecto de nación por el que tantos años se lucho, no puede ni debe hacerlo el hijo del general Lázaro Cárdenas, y debe dar un golpe de autoridad y terminar lo que comenzó >Méxicolectivo< de lineado en su libro “Por una democracia progresista”.
A peores liderzuelos -neo-dictadores- se enfrento de 1987 para acá, como para espantarse con éste, que cada día esta mas lejos de la cordura, y que se la pasa dividiendo a la sociedad nacional entre buenos y malos, conservadores y liberales, y amenazando a todo aquel, hombre o mujer que no este de acuerdo >ciegamente con él<, de combatirlo como adversario.
Si alguien se ha separado, en la practica, del Estado de Bienestar cimentado por el gobierno Cardenista de 1934-1940 (modelo desarrollista), es precisamente el populista Andrés Manuel López Obrador, que ha defendido a ultranza el neoliberalismo (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, como un solo ejemplo); y si alguien se ha aliado con los hampones electorales que le robaron el triunfo al candidato del Frente Democrático Nacional Cuauhtémoc Cárdenas, es AMLO, glorificando en su gabinete al autor intelectual y material de la “caída del sistema” en 1988, en su calidad de presidente de la Comisión Federal Electoral, en contubernio con Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari, arrebatándole la vitoria al pueblo de México: Manuel Bartlett Díaz.
Es el residente de Palacio Nacional quien ha traicionado a la izquierda nacionalista. Lo digo y lo sostengo, y por ello es un adversario político, y no el ingeniero, quien insisto, en un acto de dignidad y lealtad a sus millones de seguidores (donde me incluyo), debe poner distancia de López Obrador, y continuar en la lucha por cambiar el rumbo político-económico-social-cultural-deportivo y de seguridad de México.
Definiciones SI, ahora mismo. Pero sin admitir ni permitir una sola intimidación ni del Estado, ni de quien lo representa, ni de nadie.
Helí Herrera Hernández.
plazacaracol@hotmail.com
Twitter: HELÍHERRERA.es |
|