El 31 de mayo de 2020, este mismo medio de comunicación publicó un artículo mío que titulé “Impuesto transitorio a las grandes fortunas en el mundo”. En el precisaba: >La pandemia del coronavirus ya no es solo una crisis sanitaria sino también económica, social y alimentaria. Esa es la realidad que estamos observando en todo el planeta, tanto en países subdesarrollados como en las grandes potencias industrializadas, golpeando, con mayor severidad, a las y los trabajadores y subempleados (economía informal), que tienen que moverse, salir a la calle y exponerse a la infección por hambre y necesidad<.
Anotaba que >México no es la excepción porque hay una desigualdad brutal en la distribución de la riqueza, que se refleja en los estándares de bienestar. Según cifras del CONEVAL existen 52.4 millones de compatriotas pobres y casi 7 millones en pobreza extrema, que solo realizan una comida al día, mientras 17 familias concentran 132 mil 500 millones de dólares<.
Apunte que >si en México se aplicara un impuesto de 2.5% a esas inconmensurables 17 fortunas, se estarían recaudando 3,312,500 millones de dólares, o sea 69 mil 562 millones de pesos, tomando en cuenta el dólar a 21 pesos, que servirían para pagarle a un millón 800 mil desempleados que tenemos (mayo de 2020), durante 10 meses, un salario mensual de 3,746 pesos, en una especie de seguro económico por el desempleo, o ingreso vital, alejándolos de esa manera de las terribles pesadillas que viven día con día al tener que exponerse al coronavirus, por buscar en las calles un ingreso para no morirse de hambre<.
Mas tardaron en leer el artículo en este medio, que de inmediato me llegaron a mi correo electrónico decenas de mensajes tachándome de comunista, de loco, desquiciado al proponer semejante disparate, empero el pasado miércoles 28, al rendir el presidente de los Estados Unidos Joe Biden un discurso-informe-proyecto de gobierno en el capitolio, ante representantes y senadores de las 2 cámaras, afirmo que “Ya es hora” de que las grandes corporaciones y los mas ricos del país, que son 1 por ciento “paguen su parte justa” de impuestos, solo “la parte justa”, reitero Biden en su discurso, en el que señaló que las fortunas y las grandes empresas tienen que ayudar pagando con sus impuestos las inversiones públicas que su gobierno se propone acometer.
Biden señaló que un reciente estudio asegura que el 55% de las grandes empresas pagaron “cero” impuestos federales el año pasado, y lograron 40 mil millones de dólares en beneficios, mientras que muchos evadieron impuestos o se acogieron a beneficios y deducciones para emplear a sus trabajadores en otros países, y eso “no esta bien”.
Tras explicar que los que ganan 400 mil dólares o mas al año volverán a tributar al 39.6% como estaba en la presidencia del republicano George W Bush (2001-2009), aseguró que el gobierno acabará con los resquicios que permiten a los mas ricos pagar muy por debajo de lo que deberían según sus ganancias, y advirtió que el departamento de Hacienda actuará con mano dura con los millonarios que pretendan “engañar” con sus ganancias. Con la subida de impuestos Biden quiere sufragar su plan familiar con medidas sociales por 1.8 billones de dólares.
¿Reformas al capitalismo en el país defensor a ultranza de ese modelo económico? Pues sí, porque eso de que pague mas el que mas gana suena a eso, a quitarle los dientes a un modelo económico que genera desigualdad, pobreza y miseria, por un lado, y concentración de la riqueza en unas cuantas manos por el otro.
Una reforma fiscal social (¿no socialista?) donde aumenta Biden los impuestos a las grandes corporaciones del 21 al 28% (Trump como multimillonario lo había bajado del 32 al 21%), recaudará 2.5 billones de dólares en 15 años, acotándose de esa forma una inequidad fiscal aberrante, dado que un profesor universitario paga 44% de impuestos y, una corporación (industria-empresa-institución bancaria), con ganancias multimillonarias, paga menos de la mitad que eso, o nada.
Aclaro Biden que nadie que gane menos de 400 mil dólares al año (8 millones de pesos mexicanos aproximadamente), le aumentarán los impuestos.
Está resultando mas de “izquierda” el presidente Biden con estas reformas al capitalismo, que el presidente de esta aldea que se ha declarado enemigo del neoliberalismo (y lo sepulto por decreto el 1 de diciembre de 2018), pero que gobierna con las tesis de ese modelo económico: las leyes del mercado.
Lo escrito hace ya casi un año, hoy lo leo como la nota principal de los mas importantes periódicos en el mundo. |
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