El titular del Poder Ejecutivo Federal ha sacado en innumerables ocasiones, en sus misas mañaneras, un pañuelo blanco blandiéndolo en señal de que la corrupción en México, la ha liquidado.
¡No hay corrupción ya en su gobierno! afirma Andrés Manuel López Obrador, y agita ese pañuelo, presumiendo, de palabra, lo que en la practica es falso, y aquí, en esta columna, solo unos cuantos datos al respecto.
El pasado sábado, la mayoría de los periódicos nacionales y las redes sociales publicaron unas fotografías de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos, que la periodista Lourdes Mendoza capto del colaborador del expresidente Enrique Peña Nieto, donde se le observa cenando en un lujoso restaurante de las Lomas de nombre Hunan, ubicado sobre Paseo de la Reforma, viéndose en las fotografías la hora y el día del evento: 9 de octubre a las 19.57 horas.
Lozoya fue detenido en febrero de 2020 en España por su presunta participación en el caso Odebrecht, manteniendo en nuestro país un proceso por el delito de >operaciones con recursos de procedencia ilícita<, y quien después de hacer un pacto con la Fiscalía General de la República como “testigo colaborador” (a fin de empinar a -peces gordos- de los gobiernos neoliberales, incluyendo al propio Peña Nieto), se le puso un brazalete electrónico para que siguiera su proceso en arresto domiciliario, y que después de observar las imágenes precisamos como el gobierno de la 4T blindo con impunidad a este pillo, al igual que a Carlos Romero Deshamps, Elba Esther Gordillo, el propio expresidente Peña y centenas de exfuncionarios mas, que disfrutan en libertad todo lo robado.
¿Dónde queda pues la afirmación presidencial que la corrupción en México se ha acabado? Cuando corrupción, también es, que lleguemos al Instituto Mexicano del Seguro Social o el ISSSTE a consultar al médico nuestros males, y al darnos la receta solo nos la surte la farmacia con un 10 por ciento o menos de las medicinas.
El gobierno Federal, del total de piezas que debió comprar en 2021, solo obtuvo el 29.3 por ciento, es decir, tuvieron que adquirir mil 514 millones de piezas y solo compraron 444 millones, lo que indica el porque del desabasto de
medicinas en todas las farmacias del IMSS, ISSSTE y el resto de los hospitales públicos.
Desmantelaron el antiguo sistema de compras a los laboratorios por >corrupto< afirmaron, pero hoy, en algo que se podría considerar como delitos de lesa humanidad, provocan la muerte de mexicanos por falta de medicinas para distintas enfermedades, y si no, hay están las estadísticas y testimonios de los familiares dolientes de menores con cáncer.
Hay muchos mas datos sobre este tema, lamentablemente el espacio en este medio de comunicación hay que respetarlo. Mientras habrá que seguir leyendo y viendo la lujosa vida que seguirá llevando el corrupto y corruptor Emilio Lozoya, la inmunidad de líderes sindicales, exfuncionarios locales y federales y expresidentes de la república, a quienes en los discursos de campaña prometieron perseguir y encarcelar, y ya en el poder, han sido perdonados por el que afirma “no es mi fuerte la venganza”. |
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