Han iniciado las precampañas en el estado de Veracruz para renovar los 50 integrantes del Congreso, y los 212 Ayuntamientos, con una gama de hombres y mujeres que persiguen esos cargos, sin un discurso que contenga (salvo honrosas excepciones), una oferta política clara hacia los electores, sobre el como los futuros funcionarios generarán bienestar y un poco de felicidad en ellos.
Y es que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (CONEVAL), acaba de publicar datos escalofriantes sobre el nivel de vida de los mas de 8 millones de veracruzanos que somos, a los cuales los candidatos y candidatas a legisladores deberían llevarles una propuesta objetiva sobre la forma que integrarían sus necesidades al presupuesto de egresos 2022, que aprobarían en diciembre de este año.
De igual forma, las y los candidatos alcaldes tendrían que estar hablándoles en este momento a sus electores, sobre la hoja de ruta que utilizaran para generarles alternativas de desarrollo en sus comunidades, que les garanticen caminos para comercializar sus productos; planes para atraer industrias, empresas y fabricas que generen empleos bien remunerados; seguridad que les brinde paz; construcción de áreas de recreo y convivencia familiar; acceso a los servicios públicos como electricidad, agua potable, drenaje, etc.
Porque de acuerdo a los datos duros ofrecidos por el CONEVAL, tenemos 1 millón 741 mil 996 veracruzanos vulnerables por carencias sociales; un millón 457 mil 852 veracruzanos en pobreza extrema, y 3 millones 630 mil 711 en pobreza moderada. En total mas de 5 millones de pobres y 1,741,996 de paisanos que tienen carencias sociales, y que por el escaso salario que perciben no pueden solventarlas.
Del año 2010 al 2018 la pobreza en Veracruz se amplio en términos absolutos. Veamos: 16.5 % no tienen acceso al agua; 9.8% carece de drenaje; 1.2% no cuenta con electrificación; 27.9% las familias utilizan leña y carbón para cocinar; 6.1% del total de las viviendas tienen pisos de tierra; 7.6 por ciento las familias viven en hacinamiento; 16.9% de la población presento rezago educativo; 67.3 por ciento no tiene acceso a la seguridad social; 20.4 por ciento carece de una alimentación adecuada y el 19.8% carece de servicios básicos.
Frente a este negro panorama, tanto los y las candidatas a diputadas, así como los que buscan llegar a partir del primero de enero del próximo año a los palacios municipales de los 212 municipios veracruzanos, deberían estar ofertándoles a los veracruzanos mayores de 18 años, como reorientar las obras y acciones que realizarán con los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) en sus dos rubros: Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y, de las Demarcaciones Territoriales, para las Entidades.
Todos y todas las candidatas de elección popular deberían estar ya explicándoles a sus electores como van a reorientar las políticas públicas, que garanticen la redistribución de la riqueza de los dineros públicos, al través de un crecimiento incluyente, sostenible y sustentable de las personas y sus familias.
Veracruz tiene en los últimos 8 años (4 del gobierno del priísta Javier Duarte; 2 del panista Miguel Ángel Yunes Linares, y 2 del MORENISTA Cuitláhuac García Jiménez), un crecimiento de 4.2% en pobreza promedio, así como en el porcentaje de población con ingresos inferiores a la línea de bienestar desde 2010, lo que habla de fracaso e ineptitud de esos partidos políticos para postular personas eficientes y capaces en la cosa publica. |
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