Platicando, en una de las tantas veces que don Fernando Gutiérrez Barrios me invitó, en su oficina de Palacio de Gobierno, recuerdo perfectamente una frase que se me quedó grabada, y más cuando con el devenir de los años, la he visto cristalizarse no una, sino varias veces: “Mire diputado, hay que prepararse para tomar el poder, pero hay que prepararse más, para dejarlo”, me comentó el entonces ejecutivo estatal, cuando discutíamos sobre el actuar de uno de sus funcionarios, cuya actuación la acusaba de parcial y prepotente, dado que por convenir así a sus intereses, apoyaba y protegía al entonces celebre Cesar del Ángel Fuentes.
Le pedía al entonces gobernador, la destitución de dicho funcionario, en mi calidad de dirigente estatal del Partido Popular Socialista, y como diputado local que era de la LIV Legislatura de Veracruz. “Deme unas semanas para exigirle resultados, y si no, para pensar en el remplazo”, me pidió, soltándome la frase en comento.
Viene esto a colación, derivado de tantos atropellos y abusos que como secretario general de gobierno realizo Eric Cisneros Burgos, (algunos relatados en varias columnas en este mismo medio), como aquella cuando nos >pidió cordialmente<, a la diputada del distrito de Perote y a un servidor, en el hotel HB de Xalapa, a renunciar públicamente a nuestra militancia a Movimiento Ciudadano, para pasarnos a las filas de MORENA, porque nos “iría bien” allí, con ellos.
A partir de la respuesta que se le dio, el asedio hacia Movimiento Ciudadano, sus alcaldes y dirigentes regionales nunca paró. Varios cedieron a sus presiones y abandonaron nuestras filas sumándose a la suya; otros nos mantuvimos firmes aguantando vara, como vulgarmente se dice, pero baste la respuesta que da frente al vil asesinato del expresidente municipal de Gutiérrez Zamora, el ingeniero Wilman Monje, al decir “que habría tenido vínculos delictivos, en el pasado” lo que, de suyo, es una verdadera felonía.
Pero así era don Eric Cisneros como secretario de gobierno, con el poder que el cargo le daba, más los que acumuló desde allí y lo convirtieron, como bien lo dijo el senador Dante Delgado en la comparecencia de la secretaria de gobernación Luisa María Alcalde Lujan el pasado miércoles en el senado de la república, en “un funcionario de horca y cuchillo”, y si no, allí esta José Manuel del Río Virgen como para dar un testimonio más del abuso del poder, a quien le robaron 6 meses de su vida en el penal de pacho viejo.
Ahora, ya no es secretario de gobierno. Es cierto que dejó a un incondicional en el cargo, pero de aquí a que la fantasía de ser candidato a gobernador se le esfume a finales de este mes, empezara la cuenta regresiva de quedarse, como versa la oración de la magnífica >sin cosa alguna<, >sin poder alguno<, diría yo, y allí empezará el calvario, porque tanto de dentro de su partido como de fuera, empezaran los reclamos a los atropellos, a las traiciones, a los agravios que con el poder ejecuto, y sin el poder querrán cobrárselos.
Del >Cisneros moment< pasara a la orfandad, como han pasado muchos que tuvieron poder absoluto y creyeron que era para siempre, y oh triste realidad, el poder se acaba, se esfuma, y allí viene las terribles consecuencias de las acciones que con él se ejecutaron.
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