En primer lugar darle las gracias al Administrador General de Aduanas, el senador con licencia Ricardo Ahued Bardahuil, quien el mismo lunes que apareció en diversos medios impresos y electrónicos mi artículo, donde denunciaba un cobro por casi doce mil pesos en la aduana de Toluca, por recibir cien libros de mi autoría, sobre José Luis Lobato Campos, de la ciudad de Berlín, Alemania, sede de la de La Editorial Académica Española que me lo encargó, se puso en contacto telefónico conmigo para pedirme todos los datos sobre tal asunto, destrabándolo al siguiente día, pagando al final solo un 19 % de la cantidad exigida.
Así como el reclamo, viene el agradecimiento, los libros ya están en Xalapa. Gracias don Ricardo.
Y ahora, al artículo:
¡La verdad es que se están cancelando las cirugías y las consultas en infinidad de hospitales públicos por falta de insumos para practicarlas!
Por mas que siga insistiendo el gobierno federal, que los medicamentos están en el Instituto Mexicano del Seguro Social, en el ISSSTE o en los hospitales del sector salud, la verdad es otra. En todo el país se esta agravando la falta de éstos y ya esta derivando en la cancelación de cirugías y consultas, lo que pega directamente en la salud y el bolsillo de mas de 54 millones de mexicanos que se encuentran en pobreza, así como 7.6 millones en pobreza extrema.
La Organización Editorial Mexicana OEM, publicó en su cadena de periódicos un extraordinario reportaje sobre este asunto el pasado sábado, dando cuenta de la grave situación que padecen éstos cerca de 62 millones de compatriotas, que al no tener los medicamentos que por ley les tiene que dar el IMSS o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, han tenido que empeñar o vender lo poco que tienen para poderlos comprar, dejándolos ya en una verdadera situación de sobrevivencia, y que decir
de las decenas de miles que tienen cáncer o el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, que solo dan vueltas a las farmacias de estas instituciones publicas de seguridad social, y como llegan, regresan a sus casas: SIN MEDICAMENTOS.
Esto para aquellos que con muchos sacrificios pueden comprar los medicamentos, o que lo hacen con la ayuda o la cooperación de sus familiares directos, pero existen de ese número mas del 60 por ciento que no lo pueden hacer, agravándose su enfermedad y, varios de ellos, principalmente los que asisten a sus ciclos de quimioterapias, entrados ya a su fase terminal.
Una cosa es el discurso político, el discurso oficial y oficioso, y otra muy distinta la realidad que están viviendo los derechohabientes, que están viviendo un calvario, desde que llegan a una consulta (que ya las están negando), o a urgencias, pero eso si, damos 300 millones de dólares al país del Salvador. |
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