Salir del escándalo mediático para llegar a los hechos, es algo que todos deberíamos de hacer de vez en cuando. Los distractores en nuestro día a día son una avalancha. En parte por la genialidad del presidente para llevar a la opinión pública a mirar a dónde quiere que se mire, y en parte porque no permea la crítica objetiva, ya que en general, la opinión pública es llevada por la marea de agendas, ya sea la del gobierno o la de sus opositores, perdiendo el justo medio, para el análisis de la realidad. Quien esto escribe, también a bordo de una barca llevada por las mareas, pierde día con día objetividad. Hoy trataré de hacer un esfuerzo por anclar la barca y platicar contigo la realidad del país.
Temas hay muchos, por ejemplo recordé que Giuliani fue asesor de AMLO cuando gobernó la cdmx, y en aquél entonces promovía la tolerancia cero (Giuliani fue el promotor, AMLO no), y hoy curiosamente tenemos un gobierno excesivamente tolerante con la delincuencia y exigente con la gente trabajadora. Pero no, no creo que sea el tema central. Lo que hoy importa es…..
La presidencia imperial.
Se acusa a AMLO de ser un tirano, que aspira al control de los tres poderes. Yo veo a un presidente fuerte, con una legitimidad que pocas veces se ha logrado, pero no veo a un tirano. El respeto a la ley sigue siendo el mismo (nulo), la seguridad está empeorando lenta pero inexorablemente, y esto se debe a la inexperiencia e incapacidad de quienes están a cargo de ella. La administración y procuración de justicia, siguen en una crisis eterna, ya que somos un país en dónde la población comprende que si quiere justicia, ésta se logra por propia mano, más ahora que cualquier crimen será achacado a las bandas, aunque muchos, muchísimos, sean ajustes de cuentas entre particulares.
Se señala que controla al legislativo. Esto no es novedad, Salinas llevó a cabo sus reformas con un congreso en contra. Zedillo sacó el Fobaproa con un congreso en contra. Fox navegó de muertito, y controló al congreso vía otorgar más recursos a estados y municipios. Su presidencia fue la de todos roban, todos ganan. Con Calderón vimos a un ejecutivo nervioso, gobernando con las tripas, manteniendo a un impresentable Genaro García Luna en seguridad, con sospechas de colusión con un sector del crimen organizado, desmantelamiento de la policía federal, vía la inclusión de infinidad de recomendados en puestos medios, expulsando a oficiales con experiencia. A Peña lo vimos lograr los cambios estructurales vía la compra de votos de la oposición en el congreso. Es decir, tener o no control del legislativo a la vista de todos, es irrelevante, pues al final el poder del presidente es inmenso, y permite que en la realidad el legislativo se controle y vote a favor de lo que al presidente le interesa.
Se menciona que Medina Mora fue expulsado del poder judicial para lograr evitar perder controversias constitucionales. El control del poder judicial federal por parte del presidente es algo a lo que los mexicanos estamos acostumbrados. Siempre hay un recurso legal, una trampa en la ley, que permite al presidente hacer y deshacer a su antojo. Con o sin Medina Mora, el presidente puede presionar y obtener los votos a favor de sus iniciativas. Eso es algo histórico en México, lo acostumbrado. Así que en lo personal concedo el beneficio de la duda. Entró como impresentable a la suprema corte, salió como impresentable de la suprema corte.
Asustó que nombrara AMLO a la esposa de Riobóo como ministra, pero todos y cada uno de los presidentes ha hecho lo mismo.
Hoy asusta la cancelación del NAIM, quizá más por sus obvias consecuencias económicas que nos llevan a que 2019 sea un año perdido en términos económicos, pero los presidentes son los dueños de México por seis años. En México la presidencia es imperial, y así ha sido. Así hemos sobrevivido.
Se mencionan los programas sociales como método de control de votantes. Cada presidente ha hecho lo mismo, incluso han cambiado hasta el nombre a los programas, para diferenciarse del anterior. Recuerdo elecciones en Veracruz donde el partido en el poder federal enviaba el dinero para compra de votos protegido por el ejército, mientras que el partido en el poder estatal utilizaba a criminales (pero sin uniforme) para proteger el dinero para la compra de votos. Es decir, el uso faccioso de programas sociales y de presupuestos para comprar conciencias, es algo común en la historia de México. El presidente proclamaba a gritos su honradez y la prohibición de participar en elecciones de sus funcionarios, mientras que en privado ordenaba a sus secretarios de estado, vigilar y controlar la elección en la zona encomendada. Lo mismo sucede a nivel estatal y municipal. Y sin embargo, a pesar de todo eso, tenemos alternancia.
Se menciona mucho la incapacidad, incompetencia, ineptitud, falta de preparación para el cargo, de muchos de los elementos que hoy participan en labores de gobierno por parte de Morena. No los voy a defender, hay mucho de cierto en lo que se señala, pero también es algo acostumbrado en el país. Recordemos el gabinetazo de Fox, con el que engañó a todo México diciendo que serían los mejores y al final fueron los amigos y cómplices con quienes se reparte el botín que representa el erario público. Recordemos al gobierno de amigos de Calderón, donde no escogía a los mejores sino a sus cuates. O el de Peña, todos cómplices del saqueo.
Si pensamos en el reparto de contratos públicos, y la nueva camada de multimillonarios que saldrá de este sexenio, gracias a que las compras y obras públicas se hacen en un 80% sin concurso, sino por asignación directa, debemos recordar que es algo que forma parte de la historia del país. Los recomendados, los amigos, es con quienes se hacen los negocios. A ellos se les tiene confianza, y a quien otorga el contrato o a su superior, siempre le llega la correspondiente tajada. Nada nuevo.
Si se habla de las obras faraónicas, como la refinería o el aeropuerto de Santa Necia (Lucía), recordemos la biblioteca Vasconcelos, hoy elefante blanco, o la galleta para conmemorar el inicio de la independencia y revolución. Tirar dinero para pasar a la historia no es el objetivo, la verdadera razón es hacer algo que permita llevarse mucho a los bolsillos.
Tengo la impresión de que ahora, como hay redes sociales, todos nos enteramos más rápido de las tonterías y errores que se cometen en la administración pública. Hoy escuchamos a expertos explicar todas y cada una de las tonterías que comete el funcionario en turno, algo que antes se evitaba con la censura en medios, la cual es imposible en redes sociales como twitter. Por eso tenemos la sensación de estar en manos de personajes con un nivel de estulticia superior a lo acostumbrado, cuando en realidad estamos en manos de personajes con un nivel de estulticia similar a la de gobiernos anteriores.
Incluso las componendas con la CNTE y otros grupos, como las normales, son lo común, así ha sido siempre. Ni modo de afirmar que la CNTE se empoderó en este sexenio, cuando todos sabemos que es un monstruo creado por sexenios anteriores, con el fin de conservar clientelismo y poder. Nada nuevo bajo el sol.
Si no te ofendes, amable lector y llegas hasta aquí. Te debo decir que es gobierno mexicano ¨as usual¨, (como siempre). Mexicanos gobernando como gobiernan los mexicanos en México y a México.
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