Por Héctor Raúl Rodríguez Díaz
En el día 11 de la campaña por la gubernatura del estado, Rocío Nahle García, candidata de la coalición de Morena-PT-PVEM, se percibe contra las cuerdas y son tantos sus errores y negativos que, al paso que va, su candidatura podría desplomarse antes de iniciar el segundo mes de la contienda.
Mientras tanto, Pepe Yunes Zorrilla, candidato de la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz, del PAN-PRI-PRD, camina en caballo de hacienda sumando a amplios grupos sociales y ciudadanos, pues su arraigo y cercanía con la gente han logrado contrastar, de norte a sur de la entidad, dos valores que serán fundamentales en esta elección: los de su identidad como veracruzano y su honestidad.
Pero vayamos por partes.
En principio, a Rocío Nahle no solo la persigue su origen zacatecano, sino su desarraigo y desconocimiento de la geografía territorial, histórica y humana del estado, lo que se ha visto reflejado en sus frecuentes errores discursivos, como no saber el número y nombre de los municipios, confundir personajes históricos con actores políticos locales o mencionar tramos carreteros inexistentes o ríos donde no los hay.
En ese sentido, expertos en derecho han señalado que la señora Nahle no reúne los requisitos para ser candidata a gobernadora del estado, pues además de ser originaria de Zacatecas, no es hija de padres veracruzanos y podría no acreditar la residencia efectiva mínima de 5 años que establece la Constitución, pues debido a su encargo como Secretaría de Energía su residencia ha sido la Ciudad de México.
En segundo lugar, se han ventilado ante la opinión pública varias propiedades presuntamente vinculadas con la candidata morenista y algunos de sus familiares en exclusivos fraccionamientos de Boca del Río y Villahermosa, los cuales apuntan a un posible enriquecimiento inexplicable tras su polémico paso por la Secretaría de Energía del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, donde tuvo a su cargo la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.
Y es que esta obra insignia de la Cuarta Transformación que para efectos de propaganda ha sido inaugurada dos veces, estaría bajo sospecha de corrupción pues no solo triplicó su costo al pasar de 8 mil millones a más de 20 mil millones de dólares, sin que hasta el momento no ha producido ni un solo litro de gasolina. Y a pesar de que el proceso de construcción se encuentra en la opacidad han salido a la luz presuntos contratos millonarios otorgados a empresas creadas al vapor por familiares, compadres y amigos de la familia Nahle.
Los bienes inmobiliarios vinculados con la candidata morenista ya provocaron una denuncia penal por parte del candidato de la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz ante la Fiscalía Anticorrupción, quien además presentó el mismo día de manera voluntaria su declaración 3 de 3, patrimonial, fiscal y de intereses.
En respuesta, la señora Nahle ha decidido victimizarse y tratar de desviar la atención a través de una denuncia y de una marcha en Xalapa para protestar por presunta violencia política de género, con tan mala suerte que los manifestantes en la llamada “marcha de Zacatecas”, muchos de ellos trabajadores del gobierno del estado, fueron exhibidos a nivel nacional por el colectivo Brujas del Mar por utilizar de manera indebida el emblema de esa agrupación.
Para colmo, de nueva cuenta abogadas y expertos en derecho aclararon que la violencia política en razón de género no aplica cuando se trata de funcionarios públicos bajo sospecha de corrupción y que la candidata de Morena primero deberá explicar el origen de los bienes millonarios que se le atribuyen, así como de los recursos para adquirir la flotilla de camionetas blindadas en las que se desplaza por la entidad echando al cesto de basura la llamada austeridad republicana que tanto pregona la 4T.
En la otra esquina de la contienda electoral, muy lejos del desarraigo y las denuncias por corrupción en que se haya envuelta la candidata morenista, Pepe Yunes, candidato de la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz, hace campaña a ras de suelo, en contacto directo con los ciudadanos, destacando dos valores fundamentales que lo favorecen en el contraste en relación con su oponente: los de su identidad como veracruzano y su honestidad.
A este paso, Pepe Yunes se perfila como el seguro ganador de las elecciones del próximo 2 de junio y futuro gobernador de Veracruz. |
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