En algún momento del diferendo que desde hace varias semanas y en defensa de los veracruzanos sostiene el senador Ricardo Monreal Ávila, líder del Grupo Parlamentario de Morena y Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, con el sistema de procuración e impartición de justicia del estado de Veracruz por el tema de la aplicación del delito de ultrajes a la autoridad – que de acuerdo con los expertos en derecho legaliza el abuso policiaco y criminaliza la protesta pública -, como era de esperarse, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendría que salir a tomar partido.
Lo hizo este jueves, sin sorpresa alguna, a favor del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, cuando el pleito escaló al Senado de la República y unió a prácticamente todas las fracciones parlamentarias, de Morena, PAN, PRI, MC y PVEM, para exigir respeto al estado de derecho en Veracruz, tras la detención la mañana de ayer de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, a quien la Fiscalía local acusa de ser el autor intelectual del crimen del ex candidato a la alcaldía de Cazones, René Tovar.
No obstante, dada la polarización política de los últimos días por el tema del inconstitucional delito de ultrajes a la autoridad, casi de manera unánime surgió en forma explícita la presunción entre los actores políticos, salvo como era de esperarse, del Presidente, de que la detención de Del Río Virgen tendría que ver con el presunto uso político de las instituciones de procuración e impartición de justicia en Veracruz para someter e intimidar a los opositores o detractores.
Y dado que el funcionario del Senado detenido es muy cercano al también senador Dante Delgado, dirigente nacional del Partido Movimiento Ciudadano, éste tomó el tema como un asunto personal y anunció ayer que pedirá en la Cámara Alta una investigación exhaustiva así como, de proceder, la desaparición de poderes en Veracruz.
Es en este contexto, cuando las diversas fracciones parlamentarias del Senado de la República se disponen a analizar con lupa el proceder del gobernador de Veracruz, que el Presidente López Obrador sale en su defensa para expresar lo mismo que ha dicho desde hace tres años, sin cambiarle ni una coma, aunque de entonces a la fecha mucha agua ha corrido en Veracruz, y lo saben los veracruzanos, pese a que el Presidente pareciera no saberlo o finge hacerlo.
Y está más que claro que el tabasqueño tiene razones políticas de sobra para externarle su confianza al mandatario estatal, pues ambos son del mismo partido y éste es hechura política de aquél. Sin embargo, habría que preguntarse si eso bastará, o si será suficiente para contener la embestida de tirios y troyanos en el Senado, uno de los tres poderes del Estado Mexicano.
Y es que, todo indica que aunque el senador Ricardo Monreal es el líder del grupo Parlamentario de Morena, el mismo partido del Presidente y del Gobernador, las condiciones estarían dadas para sentar un precedente de autonomía.
Aunque eso signifique, de facto, un último acto de rebeldía para Ricardo Monreal, previo a una inminente y definitiva ruptura rumbo al 2024. |
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