La flamante diputada local Eva Cadena Sandoval, quien recientemente regresó a su curul luego de su expulsión del paraíso, y de un periplo dantesco por esa especie de purgatorio político que fue su desafuero, la investigación en su contra por lavado de dinero y el linchamiento en redes sociales y mediático con la difusión de los videos donde se le ve estirando la mano y recibiendo pacas de billetes para la campaña de su entonces patrón- al menos eso dijo -, dicen que hoy anda con la espada desenvainada tratando de devolver golpe por golpe a sus antiguos correligionarios de Morena. El problema para Eva “la recaudadora”, más allá de que haya sido exonerada por la justicia – lo que le permitió regresar a su curul - debido al origen presuntamente ilegal de los videos, es el contenido de los mismos, que fue aceptado por la propia legisladora y sobre el cual ya nada se dice, por más que lo haya tratado de justificar diciendo que le tendieron una trampa. Ese es, justamente, el meollo del asunto, que el caso Eva Cadena exhibió la opacidad con que se manejan ciertos actores políticos en el tema de los financiamientos. Y ahí es donde sería bueno que la hoy diputada, de vuelta al paraíso de los terrenales diputados, ahítos de dietas y prerrogativas, sin duda con la ayuda de una mano política amiga, que no se ve, que actuó detrás de bambalinas, informara todo lo que sabe sobre ese modus operandi, pues para tirar la primera piedra habría que preguntarle a Eva si se encuentra libre de pecado. |
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