“Perdone si lo lastimo, pero yo soy un hombre de trabajo y no un vividor de la política”, le dijo, palabras más, palabras menos, el ex senador panista Diego Fernández de Cevallos a Porfirio Muñoz Ledo, en una memorable carta cuando éste era dirigente nacional del PRD, allá por la década de los noventa.
El día que la misiva se hizo pública, el hoy aspirante a la dirigencia nacional de Morena respondió a botepronto, con la agudeza que lo caracteriza: “No he leído la carta, pero sé que dice que es un hombre de trabajo. Lo mismo dijo Al Capone cuando lo llevaron a juicio”.
Más de dos décadas después, el ejercicio epistolar sigue vigente entre la clase política del país, y lo demuestra la Tercera Carta del Senador Dante Delgado al presidente Andrés Manuel López Obrador, difundida el pasado 21 de septiembre.
Por supuesto, ni Dante tiene la furibunda elocuencia de Fernández de Cevallos, ni López Obrador la zorruna agudeza de Muñoz Ledo. Además, la carta del ex gobernador pareciera condenada a no pasar de un monólogo interior, pues aun en tiempos de la Cuarta Transformación permanecen algunas, sino es que muchas, formas de la vieja política, y difícilmente un presidente se despojará de sus penachos constitucionales y metaconstitucionales para entrar a un debate con un senador de oposición, que representa, si acaso, la sexta fuerza política del país.
De ahí que el senador de Movimiento Ciudadano predica en el desierto, aunque su epístola es reveladora del contexto político y social. Como su homónimo de la Divina Comedia, Dante – el oriundo de Alvarado y avecindado Cordobés -, da cuenta del infierno que vive la derecha - los llamados grupos “conservadores”, “fifís”, “la mafia del poder” - alineados en torno al bloque PAN-PRD-MC, del que el ex mandatario estatal formó parte en 2018.
La carta también bosqueja, intuye apenas, el cielo – o borrachera - de poder que pareciera estar viviendo el Presidente y la nueva clase política de la 4T, del que Dante está excluido, por cierto, y no hay Virgilio que lo lleve de la mano al paraíso.
Lo trágico, según la epístola de Dante, es que en medio de la pandemia de covid 19, la crisis económica y la cerrazón del líder de la 4T, el grueso de los mexicanos vive – literalmente – en una especie de purgatorio en que se ha convertido este sexenio donde los ciudadanos de a pie purgan múltiples pecados, incluyendo aquellos que son beneficiarios de las becas de los programas sociales, que si bien los ayudan a sobrevivir, son insuficientes para vivir dignamente.
Desde el infierno político, Dante le dice al Presidente: “Andrés Manuel, siempre coincidimos en que es una vida pervertida la de México y durante mucho tiempo trabajamos juntos para hacer un cambio; lamentablemente, ahora que eres presidente no la quieres transformar, la quieres usar para tu beneficio”.
También cuestiona a López Obrador que como presidente ha declarado, una y otra vez, que no está de acuerdo con que se investigue y juzgue a los expresidentes, pero que el pueblo es el que debe decidirlo; y en ese sentido acusa que ha llevado la discusión al absurdo de proponer una consulta ilegal e improcedente.
Como los llamados a misa, el senador veracruzano le pide al mandatario hablar con la verdad: “no estás interesado en que se juzgue a los expresidentes ni en que el pueblo decida, sabes que no habrá consulta porque no es legal ni ético, lo que estás haciendo es preparar un nuevo distractor, un nuevo linchamiento público, esta vez contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
A decir del ex gobernador, la consulta que propone AMLO llegará a la Suprema Corte, “que cumplirá con su deber de proteger el Estado de derecho y la declarará improcedente porque así lo marca la ley”. Y le advierte: “Sabes perfectamente que ese será el desenlace y en eso radica la perversidad. Porque, al hacer cumplir la ley, la Suprema Corte te dará el pretexto que buscas para cuestionarla y responsabilizarla públicamente de que los expresidentes no sean investigados ni juzgados”.
En ese sentido, afirma que está provocando este circo mediático “para desgastar un contrapeso, para deslegitimarlo e intimidarlo. Eso es lo que has hecho durante toda tu presidencia: linchamientos mediáticos contra las personas e instituciones que no se subordinan”.
En su misiva, Dante le hace un guiño al mandatario: “Resulta incongruente que seas quien pisotea la legalidad y el Estado de derecho, precisamente porque en 2005 sufriste un embate brutal por parte del Gobierno, que intentó de manera facciosa sacarte de la carrera presidencial mediante el abuso del poder del Estado para desaforarte y, después, con una de las campañas negras más infamantes y desmedidas que se hayan realizado en nuestro país”.
“El Andrés Manuel agraviado que conocí no debe ser el presidente agresor que juntos combatimos”.
Y para no darle más vueltas al asunto, Delgado Rannauro va al grano: “Lo que realmente pretendes con la consulta es influir en la elección de 2021 y es inaceptable que, como presidente de la república, insistas en estar presente en el proceso electoral: primero fue con la figura de revocación de mandato y ahora con la insistencia de incluir una pregunta que facilite tu participación indebida en la elección del próximo año”.
No sin razón, le dice que su obsesión por la popularidad “y la desesperación por la tragedia sanitaria y económica que no has sabido afrontar te han llevado a recurrir a la práctica perversa de colocar en la agenda pública distractores estratégicos de manera permanente”.
Y le pregunta: “¿De qué le sirve a México una Suprema Corte debilitada?, ¿De qué le sirve a México un Instituto Electoral desprestigiado?, ¿De qué le sirven a México unos organismos autónomos controlados por el Estado?, ¿De qué le sirve a México un federalismo disminuido?, ¿De qué le sirven a México emprendedores ultrajados y ofendidos?, ¿De qué le sirven a México universidades silenciadas?, ¿De qué le sirven a México medios de comunicación intimidados?, ¿De qué le sirve a México una comunidad cultural de académicos, científicos e intelectuales desacreditada?, ¿De qué le sirve a México una sociedad civil hostigada y perseguida?, Nada de eso le sirve a México, la pregunta es: ¿para qué te sirve a ti?”
Desde el infierno que narra en su carta, Dante lanza un grito en el desierto: “Te escribo una vez más porque quiero fervientemente que a México le vaya bien, por eso no pararé de exigir que rectifiques y comiences a actuar como jefe de Estado. Andrés Manuel, someter la aplicación de la ley a consulta pública es un acto de injusticia, perversión y manipulación”.
Pero las flechas del ex gobernador no llegan al cielo del Palacio, donde el presidente, sentado en su silla embrujada “ni lo ve ni lo oye”, ocupado como está en mirar su imagen en el espejo de la 4T, y en mandar a la hoguera a quienes contradicen el veredicto.
Así las cosas. |
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