Faltan escasas tres semanas para que concluyan las campañas electorales para elegir al próximo presidente de la república, senadores y diputados federales, y en Veracruz, al gobernador del estado para un periodo de 6 años, así como a los diputados del Congreso local. En el caso de Veracruz, para elegir al próximo gobernador del estado, habría que proponer al menos dos preguntas que cada uno de los 5.5 millones de veracruzanos que conforman el padrón electoral o que tienen la posibilidad de sufragar tendría que plantearse antes de tomar la decisión de marcar la boleta electoral. La primera sería ¿Quién de los cuatro candidatos que aparecerán en la boleta es la mejor opción, el más preparado, el que garantiza mejores resultados en función de su formación y trayectoria, el que simboliza las expectativas y esperanzas de los veracruzanos para convertirse en la pieza que falta en esa especie de rompecabezas que es el Veracruz de nuestro tiempo?. A lo largo de la campaña, cada candidato ha dado a conocer su perfil académico, su perfil político, su estilo de vida. También el contexto que lo rodea, es decir, quién o quiénes lo respaldan y qué intereses se mueven en torno suyo. Para ser honestos, de los tres aspirantes con más fuerza y posibilidades reales de ganar la gubernatura, Cuitláhuac García Jiménez, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, de Morena-PT-PES, es el que menos trayectoria política tiene; su experiencia se limita a haber sido diputado federal por el voto directo de los xalapeños, y no ha ocupado cargos administrativos en ningún nivel de gobierno, sin embargo, el contexto histórico-político lo favorece, pues hace campaña arropado por la fuerza del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien lo ha llevado casi literalmente de la mano por el territorio veracruzano. Por su parte, Miguel Ángel Yunes Márquez, el candidato de la coalición Por Veracruz al Frente, del PAN-PRD-MC, ya fue dos veces presidente municipal de Boca del Río y diputado local de lista, es decir, este último cargo, no con el voto directo de los electores. El hijo del gobernador del estado, representa por ese mismo motivo la continuidad del gobierno Yunista. El tercer candidato es Pepe Yunes Zorrilla, de la coalición Por un Veracruz Mejor, quien ha sido presidente municipal de Perote, dos veces diputado federal, una vez diputado local y Senador de la República, todos los cargos obtenidos a través del voto popular, lo que lo convierte en el aspirante con más trayectoria y experiencia política. Pepe Yunes, sin embargo, enfrenta un contexto adverso pues tiene que remar cuesta arriba ante la mala imagen del partido que lo postula, producto de malos gobernantes y de un sistema político que no ha hecho lo suficiente para abatir las desigualdades sociales. Para convencer a los votantes, Pepe Yunes tendrá que convencer a los veracruzanos de que es el mejor y por qué deben votar por el hombre y no por el partido que lo postula. La señora July González Sheridan, de Nueva Alianza, con todo respeto, no tiene ninguna posibilidad de ganar. Su partido fue fundado por la ex dirigente nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo, y se ha movido como una franquicia al servicio de sus intereses y del mejor postor. En ese sentido, de los tres aspirantes que tienen posibilidades de triunfo, sin filias ni fobias, queda claro que por trayectoria y experiencia política, en función de los cargos que ha desempeñado, el mejor preparado se llama Pepe Yunes Zorrilla. Sin embargo, también se ha dicho que el contexto no lo favorece, pues mientras él tiene que remar cuesta arriba con la mala imagen de su partido, sus contendientes son impulsados por sus protectores, López Obrador a Cuitláhuac, y el gobernador Yunes a su primogénito, lo que llevaría a la segunda pregunta que cada votante debería plantearse antes de marcar la boleta electoral. ¿Deben los veracruzanos votar por un gobernador para los próximos seis años solo porque es el candidato de López Obrador o del gobernador Yunes? El primero de julio cada veracruzano tendrá la palabra y la respuesta, solo habría que recordar que a Veracruz le ha ido mal cuando vota por un candidato que le quieren meter con calzador, además de que nunca en la historia de este país un gobernador ha dejado a su hijo en el cargo. |
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