En las últimas semanas el presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el diputado federal minatitleco Sergio Gutiérrez Luna, ha venido a llenar en Veracruz un vacío político que es evidente.
En menos de dos meses, Gutiérrez Luna ha hecho lo que en casi tres años los altos funcionarios del gobierno del estado se han negado a hacer por omisión, arrogancia o desidia: reunirse en un ejercicio democrático de diálogo y deliberación, con empresarios, comunicadores, sectores productivos y organizaciones campesinas del sur, norte y centro del estado.
Quizá con ánimo descalificatorio se ha dicho que el diputado federal veracruzano utiliza su puesto de Presidente de la Mesa Directiva del Congreso para promocionarse políticamente en Veracruz, pero quienes lo afirman pasan por alto que lo hace en ejercicio de sus atribuciones para dar a conocer el proceso de integración del Presupuesto de Egresos de la Federación y el monto de los recursos contemplados para la realización de programas estratégicos, en el marco de un parlamento abierto.
Habría que destacar, de paso, que al elegir un mecanismo de diálogo directo con los sectores productivos y ciudadanos de la entidad, el diputado federal que encabeza el más alto cargo de representación en la Cámara Baja del Poder Legislativo, ha decidido optar por la política y por la democracia deliberativa, a diferencia de quienes a lo largo de tres años se han conducido en Veracruz en la opacidad política y han optado por un proceso cerrado en la toma de decisiones.
En su ensayo “La democracia deliberativa”, el politólogo estadounidense Mark E. Warren decía en los primeros años del siglo XXI, en el marco de la primera alternancia en la Presidencia de la República, y cito:
“La democracia es ruidosa y se puede acreditar que México se está volviendo un lugar más ruidoso, con su nueva prensa vigorizante, nuevos movimientos sociales y asociaciones pujantes, nuevas formas de representación dotadas con poder y una ciudadanía que es cada vez menos deferente a la autoridad. Donde hay ruido puede haber plática. Donde hay plática se pueden tomar decisiones a través de la deliberación en lugar de ser impuestas por las autoridades. Donde hay deliberación puede haber aceptación. Donde hay aceptación hay legitimación. Y donde hay legitimación hay estabilidad y orden”. Fin de cita.
El método de las teorías deliberativas de la democracia parece entenderlo bien el Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, y esto representa para Veracruz, e incluso para el partido gobernante, una bocanada de aire fresco, pues el reclamo recurrente en la entidad es que durante casi tres años, desde Palacio de Gobierno se toman decisiones por consigna, en la opacidad y con un estilo que se parece más al viejo régimen autoritario, que a un gobierno abierto, democrático y cercano a los problemas y necesidades de los veracruzanos. |
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