La tradición histórica, republicana, revolucionaria y liberal de Veracruz, es clave en la estrategia de reposicionamiento político y electoral del candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, que ayer domingo estuvo en tierras veracruzanas. Por eso no fue casual que el candidato del PRI-PVEM-NA a la presidencia de la república, haya sostenido un encuentro con miles de integrantes de la Confederación Nacional Campesina, CNC, en el municipio de Úrsulo Galván, quien fue un prócer del agrarismo en Veracruz y fundador de la Liga de Comunidades Agrarias, organización campesina que surgió en la época del gobernador Adalberto Tejeda Olivares, en el apogeo del reparto de tierras a los campesinos como principal postulado de reivindicación social de la Revolución Mexicana, añeja demanda del general Emiliano Zapata, cuyo lema revolucionario era “Tierra y Libertad”. En medio de ese arraigado simbolismo histórico y político – del que carecen el PAN y otros partidos, hay que decirlo - Meade vino a Veracruz a proponer un pacto por el campo. Desde Veracruz, la tierra que el exgobernador Agustín Acosta Lagunes propuso en su tiempo convertir en granero y yunque de la nación, el candidato presidencial anunció a todo el país una profunda reforma al campo y asumió cinco compromisos para hacer que México avance con este sector: poner orden en la comercialización, acercar al productor y al consumidor, eliminar la práctica del coyotaje, focalizar el programa de subsidio al diésel para que el beneficio le llegue al pequeño productor y hacer realidad una de las demandas más profundas del sector campesino, que es la seguridad social para este sector. Dijo que su sexenio va a ser el de la reforma, de la tecnificación y de la modernización del campo y destacó “que el campo ha sido, es y, en su gobierno, será la fuerza de México”, por lo que se comprometió a impulsar un campo productivo en el que todos ganen, empezando por los pequeños y medianos productores, así como los ejidatarios y quienes hacen del sector social una esperanza para México. En ese sentido, José Antonio Meade aseguró que su gobierno alcanzará la seguridad alimentaria para las familias, a través de más producción, productividad, rentabilidad, empleo y desarrollo para el medio rural. Destacó que promoverá igual acceso a derechos como educación, salud, vivienda, empleo, recreación, deporte y cultura. Afirmó que en su administración habrá precios más justos para los productores y consumidores y adelantó que los funcionarios saldrán de sus oficinas para ir al encuentro de los campesinos, a fin de conocer mejor sus necesidades y acompañarlos en la solución de sus problemas. Para que el campo mexicano sea más justo, equitativo e incluyente, el aspirante presidencial dijo que creará ventanillas únicas y destacó que los apoyos serán oportunos, suficientes y con reglas sencillas. También anunció la reestructuración de las dependencias, empezando por las secretarías de Agricultura, de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano y de la banca de desarrollo, para disminuir los trámites al mínimo, con reglas claras, sencillas, efectivas, que no se modifiquen cada año. Sobre el tema del agua, dijo que se tratará como lo que es, de seguridad nacional, por lo que se invertirá y garantizará que haya acceso suficiente. Pepe Meade destacó que ha recorrido el Estado con el candidato al gobierno de Veracruz, José Francisco Yunes Zarrilla, de quien, aseguró, “será el abanderado ganador en los próximos comicios”. En ese tenor convocó a los priistas para que, a partir de hoy, avancen juntos con ideas, con foros, con propuestas y que salgan a caminar para convencer a la gente de que él representa la mejor alternativa de gobierno y, por eso, saldrá victorioso en las elecciones del julio próximo. El “Pacto por el Campo”, como lo llamó Pepe Yunes, refleja sin lugar a dudas, el conocimiento de las realidades nacionales por parte del ex secretario de Hacienda, pero también se nota la mano experimentada, el oficio y el profundo respeto de Beatriz Paredes, coordinadora de la campaña de Meade en la Tercera Circunscripción, a la historia y a la tradición política de Veracruz. Incluso, hace unos días, en el arranque de campaña de los candidatos al Senado, Juan Nicolás Callejas y María del Carmen Pinete, parte del itinerario incluyó, justamente, una escala en la Casa Museo del ex presidente Adolfo Ruíz Cortines, donde Callejas destacó en el libro de visitas que fue precisamente don Adolfo, orgullosamente porteño y jarocho, el mandatario mexicano que concedió a la mujer el derecho al voto. Y en ese acto de campaña también se ve la mano de Beatriz Paredes, pues de Callejas ¿cómo, de dónde?, para enfatizar aquello que los priistas - y más los priistas veracruzanos - tienen para presumir, a pesar de los excesos y abusos de los últimos gobernantes. ( Que cada quien escriba el nombre que más le guste, o le disguste). |
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