A 30 días de las elecciones del primer domingo de julio el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, ha logrado desviar la atención de una parte de la opinión pública hacia el tema de Karime Macías Tubilla, esposa del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa y ex presidenta del DIF Estatal. Lo anterior le ha permitido traer al primer plano del escenario público el asunto de la corrupción que prevaleció en la gestión del ex mandatario, y en ese sentido su apuesta parece ser sembrar la idea de que la próxima elección se trata, una vez más, de un referéndum entre la corrupción que representa Duarte, y la continuidad del proyecto político que él encabeza, cuya estrategia de combate a la corrupción – ha insistido - sigue defendiendo los intereses de los veracruzanos. El problema para el mandatario estatal es que el tema de Karime, más bien una trama de novela rosa como lo ha llamado el senador Héctor Yunes Landa, no le alcanza para reemplazar del centro del debate político los problemas de fondo que aquejan a los veracruzanos, como son la inseguridad y la violencia cotidianas, la falta de empleo y el deterioro general de la calidad de vida que las familias veracruzanas perciben día con día en su bolsillo, en su mesa y cuando salen a la calle con el temor de ser víctimas de la delincuencia. El caso Karime no pasa de ser un espectáculo de fuegos artificiales, una cortina de humo que servirá para distraer unos días la atención de la población, pero muy difícilmente le permitirá fijarlo en la opinión pública como el villano que necesita con urgencia para canalizar el enojo popular que se percibe ante las expectativas no cumplidas. En realidad, lo que estará a debate el primero de julio no serán las corruptelas de Duarte como en 2016, aunque el gobernador se empeñe en seguir vendiendo esa novela. Duarte ya está en la cárcel desde hace más de un año y los problemas de Veracruz siguen. Lo que estará a debate y será sujeto de evaluación el 1 de julio serán los resultados del llamado gobierno del cambio. Por más cortinas de humo y juegos de pirotecnia, desde hace 17 meses quien gobierna Veracruz se llama Miguel Ángel Yunes Linares, y será su gestión la que estará sujeta a evaluación por los veracruzanos. Ese es el debate que el Gobernador Yunes no podrá eludir el 1 de julio. |
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