Por Inocencio Yáñez Vicencio.
El PNR aguantó la sublevación ultramontana vasconcelista.
El PRM aguantó la aventura de Juan Andrew Almazán.
El PRI aguantó la escisión henriquista.
No ver que el Movimiento del 68 era expresión de diversas fuerzas dentro y fuera del gobierno y verlo sólo como conjura extrmista, condujo a una respuesta autoritaria que ilegitimo a toda la clase gobernante.
La ruptura de Echeverría con la clase patronal, provocó que ésta, dueña de los medios de difusión, hicieran escarnio de él y desacreditaran su obra y a su partido.
La imposición de un burócrata como Lopez Portillo, llevó al retiro de muchos puentes sociales.
El giro neoliberal de Carlos Salinas, fortaleció a las fuerzas del mercado pero no a las fuerzas políticas, que las alejaron de sus bases y las obligaron a arriar banderas sociales y a competir bajo estandartes moralistas, cancelando alternativas y con ello dejaron sin representación a los sectores que además de buscar un cambio de los grupos gobernantes, buscan una reorientación social.
Ese abandono de las clases
Si bien es cierto que no todos los partidos tienen su origen en quiebras sociales (clivajes ), si todos son expresión , en algún grado, de las contradicciones políticas y sociales, por lo que haber renunciado el PRI, a ser un partido de causas sociales, le alejó de sus bases.
El alejamiento de sus bases hace crisis al rechazar los liderazgos mal llamados naturales y en su lugar reclutar meras imágenes. Todo esto redultado de moverse tanto al centro que , no tomó en cuenta que el centro es un punto muerto, que hacer política lleva inexorablemente a moverse o la izquierda o a la derecha, que puede hacer partidos que se llamen de centro, pero no política de centro, por la sencilla razón de que no existe política de centro. Los partidos llamados de todo el mundo pueden tener éxito en sociedades homogéneas, pero no con tantas desigualdades como el nuestro, donde la gente busca que no sólo se administre bien, sino que se administre con un sentido social . Además eso hace innecesarios a los partidos. Toda parte que se hace pasar por el todo, destruye al todo. Donde hay un partido único, no hay sistema de partidos. De ahí que Jesús Reyes Heroles, haya deslindado muy bien quienes cabían y quienes no, en su partido. No hace mucho todavía era un reclamo reiterado que el PRI tenía que definir su público y el discurso para ese público. Soslayar esto lo llevó a una crisis profunda. Recuperar la presidencia en el 2012, apostándole al fracaso de quien gobernaba en ese entonces y apoyado en la imagen de Peña Nieto, fue un espejismo que le hizo creer que ese era el rumbo: abrile la puerta a las imágenes, a los junior, a los incoloros, a los que flotan en todas las aguas, a los que conciben la política como simple lucha del poder, por el poder, por eso vino una banda que se montó en la orfandad de las capas marginadas y hace que se sientan representadas a cambio de migajas, mientras destruyen contrapesos e instancias que les puedan pedir cuentas del saqueo que impunemente realizan.
Cualquier reforma a la normatividad que tenga como propósito beneficiar a una persona es aberrante, porque la norma o es general o no es norma, es un estatuto de privilegio. Mañana 7, la inmensa mayoría de priistas espersmos que Alito no salga con su domingo 7. Si le queda un poco de masa gris debía de saber que ganando pierde, porque la pretendida acomodación de los estatutos a sus desplantes para eternizarse y apropiarse del PRI, tienen el rechazo total de la militancia y, peor aún para él, tienen la plena reprobación y condena de la opinión pública. Esto lo dejaría con las llaves del coche, pero de un coche que en los próximos procesos electorales sería liquidado. Se le olvida que el PRI quedaría sin ninguna autoridad para criticar el maximato de Amlo y la suplantación que hace Morena de la ley por meros caprichos de los autócratas que ha colocado en el gobierno.
A mi el PRI ni siquiera me ha dado una suplencia de regidor, pero he creído en él porque no creo que la poltica deba ocuparse de los problemas particulares sino de los problemas comunes y para eso nos organizamos o nos sumamos a una organización. Esta vez mi partido ni siquiera me invitó a escuchar las deliberaciones para sacar los delegados nacionales a la Asamblea, será porque ya me expulsaron y ni me di cuenta, pero lo público debe hacerse en público. En democracia sólo lo malo se hace en sigilo o secrecía.
Lamentablemente el PRI paga lo que arribistas y traidores hagan. Duarte integró su gabinete con una mayoría de panistas y amigos. A los priistas nos dejó fuera, pero quien sufre el escarnio es el priismo.
Salga lo que salga de la espuria Asamblea de mañana domingo 7, hay que exhibir esa pandilla, esté o no oficialmente al servicio de Amlo, como un grupo de traidores que se instaló en el interior del PRI para cumplir la encomienda de Morena, de acabar con él y quitarle de enfrente a su enemigo. Vea muy bien quien ha llevado hoy al paredón al PRI, para expresarles hoy y siempre nuestro desprecio. Confieso. Todavía espero que de un momento a otro llegue el indulto, porque tengo la convicción de que el PRI es el menos peor de los partidos existentes y no merece la traición de Alito y la sentencia de muerte que le ha dictado. Esperemos... |
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