La inmensa mayoría de los priistas con los cuales tengo comunicación por mi celular, me preguntan quién me hizo llegar la información que el audio que evidencia que Hector Yunes Landa, creo el Partido Todos X Veracruz y su relación de subordinación a Cuitlahuac. Sobre todo les inquieta saber cómo lo hice público hace más de un año. Mi respuesta es que eso era de dominio público. Es cierto que ciencia política que no es predictiva no es ciencia, pero esta relación no necesitaba desentrañar nada para llegar al resultado que hoy todos conocemos. Lo que pasa es que a veces no queremos ver lo que está frente a nuestra nariz y dicen en mi aldea que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Más importante es preguntarse quién filtró ese audio? Cazador cazado. El mismo que lo utilizó y que ahora ya no lo considera útil, o bien, alguien cercano al gobernador que le molesta la aproximación de Hector con Cuitlahuac. Lo que para cualquier simple observador de estos acontecimientos está muy claro es que quien filtró ese audio delator fue una alto funcionario de Palacio de Gobierno, por la sencilla razón de que no cualquiera tiene ni el personal ni los recursos tecnológicos necesarios para interceptar una comunicación de esa naturaleza. Si Hector quiere saber quién lo hizo, el sabe que fue gente del gobierno de Morena.
La filtración del mencionado audio es un golpe muy duro para el PRI, porque viene de un ajuste de cuentas que le hizo la ciudadanía por el escandaloso saqueo que realizó su gobernador Javier Duarte y no ha llevado a cabo las acciones inaplazables de limpia a su interior ni los trabajos que hagan de él no sólo una opción de poder sino también una opción social, mostrando que no asimila que al mismo tiempo que sufrió una derrota electoral también sufrió una derrota cultural, lo que significa que el tricolor no puede refugiarse en el trillado expediente de que los otros partidos están peor, lo que no dudo, pero por haber sido gobierno, la sociedad le exige con mayor rigor un cambio de forma y fondo, por lo que sería suicida apostarle , como otras veces, únicamente al fracaso del gobierno en turno, para que los electores volteen a verlo. En este escenario constatarse que un miembro que últimamente se ha quedado con las principales postulaciones y que es quien recibe las compensaciones de la alienación de los congresistas tricolores al gobierno de Ciitlahuac y que, incluso, ahora recibió, como premio a su buena conducta con quien gobierna en Veracruz, una franquicia partidista, lleva al paroxismo su descrédito. Si Alejandro Moreno no había limitado el patrimonialismo de Hector, porque en el CEN del PRI también repartieron entre su corte las pluris, pero hoy no tiene más dilema que frenar la traición de Hector Yunes o dejar que el partido se termine de desintegrar por falta de disciplina y de la más mínima ética.
Si el PRI no expulsara a Hector Yunes por agandallarse las postulaciones, llevar a la entrega al gobierno de Morena a sus representantes populares y formar y trabajar para otro partido, pasará de ser un partido de reglas a una banda de malhechores, donde el más astuto impone sus prácticas chicharroneras.
No, no , esto no es un asunto de pitonisos. Es un asunto que todos veíamos como se iba incubando desde hace mucho tiempo y del cual son responsables todos los que callaron. A mí, ventilarlo, jamás me detuvo ni bravuconadas ni amenazas. Nadie me filtró datos. Sólo hablé de lo que muchos prefirieron callar y que de sobra conocían. Si a tiempo se hubieran parados los gusanos que carcomían al partido se hubiera evitado que Hector y sus cómplices sangraran al PRI en plena pandemia y en pleno proceso electoral. |
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