Por Inocencio Yáñez Vicencio.
En Veracruz, el Frente Amplio tiene a la persona que todos los partidos y organizaciones ciudadanas que lo conforman se sienten representados en ella, es José Francisco Yunes Zorrilla. Su respeto a la ley, su vocación a consevar lo que halla que conservar, su vocación a realizar los cambios que halla que hacer, incluso los de la ley, dentro del derecho, su respeto por la tradicion, su alta estima por la familia, su convicción de que la política es el mejor instrumento para que convivan todos los credos y podamos practicar todos los cultos que fortalecen la vida espiritual, su mesura, prudencia, caballerosidad y tolerancia por lo diferente, han hecho que las fuerzas más representatitivas del viejo y nuevo panismo expresen su respalda a su posible postulación. Los perredistas ven con simpatía, no desde ahora, que Pepe, los represente en la próxima contienda electoral por la gubernatura de Veracruz, por su apertura a las nuevas corrientes del pensamiento y a las nuevas formas de convivencia. Con él es apostar por darle plena libertad a todas las potencialidades autogestivas de la sociedad sin que ningún prejuicio impida hacer uso de un Estado que además de garantizar la libertad y la vida de sus ciudadanos, se ocupe, no de cualquier vida sino de una vida buena ( Aristóteles), que no deje únicamente la carga al mercado la asignación de recursos y los servicios que el Estado que surgió de los escombros del feudalismo , hizo estatales, se desempeñen en cantidad y calidad suficiente, para vencer desigualdades y rezagos. Para los priistas, Pepe Yunes, representa la negación de las prácticas que provocaron la esclerosis derivada de un ejercicio prolongado del poder y que la sociedad rechaza con su voto, por eso, es en su partido, donde encuentra la mayor resistencia a su posible postulación. Todos los que fueron formados como carga maletas, como damas de compañia, como eunucos, como gilgueros, como porros, como herederos, como hacedores de favores, que se formaron en los pasillos y antesalas, en el "si señor", en la complicidad, en el padrinazgo, cubriendo las espaldas del gobernante en turno, en la adulación, en la línea, en la disciplina, en el agachismo, en el oportunidmo, en renovaciones simuladas y postizas como la que trasplantó Fidel Herrera, con esos niñitos que nos trajo: Salvador Manzur, Pepín Ruiz, Javier Duarte y su pandilla, que ahora están en Morena o en el Verde u otras rémoras, que, con la presencia de Pepe, ven el final de su gansterismo, que les permitió acumular poder y una inmensa fortuna, la cual estamos obligados a denunciar.
Las fuerzas sanas que todavía quedan en el PRI, tienen la gran oportunidad de demostrar su valía, luchando contra todas esas bandas que se resisten a que Pepe, sea el abanderado de la oposición real. Ahora o nunca. No hay mañana señores. O el PRI se decide por lo mejor que tiene la clase política en Veracruz o será lanzado a la a la calle para siempre. Es hora de que todos los priiistas que legítimamente aspiran a competir por la gubernatura en Veracruz, actúen con humildad y se den cuenta que no hay persona en sus filas nadie que pueda englobar una auténtica propuesta frentista con tanta claridad como Pepe.
Un partido, desde David Hume, se considera un conglomerado humano en torno de un programa, de un proyecto ideológico, de una causa, pero que esa misma comunión produce la fraternidad que le da cohesión. Si no hay una declinación, en un lugar como Veracruz, donde, como en ningún otro, se tiene al elemento con mayor reputación de honestidad, preparación, sensiblidad y capacidad para el servicio público, es que ya no queda nada en el PRI de compañerismo y significaría que ya no queda nada de partido, salvo su logo.
La política empieza por tomqr partido y se los digo de una vez, a mi no me inviten a ninguna reunión que ponga en duda mi voto a favor de Pepe. Respeto y quiere a mis amigos afectivos, pero dijera don Jesús Reyes Heroles, en su primera intervención en la Cámara de Diputados; mis amigos políticos son mis correligionarios, y voy a actuar en consecuencia.
Lo digo y lo muestra y demuestra la historia. La representación de estamentos, cuotas, paridad, es regresar al feudalismo y por lo contrario es antidemocrática. Las mujeres no deben ser limitadas al 50 por ciento en la representación. Pueden y deben tener derecho al 100 por ciento, pero deben ganarla, como todos, en la lucha democrática. La paridad no debe impedir tener la posibilidad de que exijamos al mejor. Vamos a sumarnos con el mejor.
Felicito a la inmensa mayoría de comunicadores que con su prudencia han ayudado a no dar pretexto a que una supuesta falta a las formalidades, bajen a Pepe. Que hay que ir a una encuesta o a una elección primaria, vamos, pero sin chicanadas.
Hoy las fuerzas más avanzadas de la oposición estan a favor de Pepe. Ya veremos en el PRI si lo que queda está por Pepe o por la traición. |
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