Por Inocencio Yáñez Vicencio.
De la concepción que tengamos del Estado, dependerá no sólo su comprensión sino también su valoración. Acudir a la autoridad de los grandes teóricos del Estado, no es asumir su visión total. Tenemos que abordar sus estudios sin prejuicios. Citar, por ejemplo a Aristóteles no es hacer nuestra su definición de esclavo o su justificación de la esclavitud. Con esto queremos decir que El Estagirita , nos legó una concepción de la política que es muy influyente entre los diversos paradigmas para explicar la política y lo que ahora entendemos por Estado. Para Aristóteles el hombre es esencialmente político, es decir, el hombre es por naturaleza político. No obstante también afirma que la ciudad a es anterior al hombre. Que el hombre es producto de la ciudad, pero la ciudad la concibe como resultado del desarrollo de la familia. Muchos siglos después Bodin, va a tomar como base la unión de familias para definir el Estado. Cuando Weber, nos dice que el político nace, no se hace, que sus cualidades no se aprenden en ninguna universidad, nos está expresando una tesis que tiene sus fuentes en el esencialismo. La concepción del neocontractuslismo se diferencia del esencialismo en que ya no ve al hombre por naturaleza politico sino sólo tendencialmente político, que en un acto de razón- dijera Thomas Hobbes- decide acordar uno a uno salir del estado de naturaleza, de la guerra de todos contra todos y entrar, mediante ese pacto a la sociedad civil o Estado, pacto que, que para el autor del Leviatán, contiene tanto el de asociación como el de sujeción. La triada de Rousseau, es diferente, para él se sale de un estadio idílico que termino con el primer maldito que puso la primera cerca y dijo esto es mio, por eso el propone un nuevo pacto para construir una sociedad que restaure la igualdad social. Lo importante es que el autor del Contrato Social, en su controvertida voluntad común la voluntad soberana, que cediendo sus derechos a un tercero, los vuelve a recuperar al legislar, el mismo destinatario de los acuerdos comunes. Es clave su pensamiento para ver la trampa que nos tienden los que dicen gobernar para todos, porque resulta que un gobernante, no puede satisfacer a cada uno. Cuando hablamos de estadista, justamente lo que pedimos, es que atienda al interés común, como dice Rousseau, esto es, que quite lo más y lo menos, que quite los extremos, que deje lo que beneficie al todo, no a todos. Esto no debe confundirse con la Razón de Estado, que manda que para salvarlo, se pase sobre principios morales. Por cierto aplicada por los que más la condenan.
Bajo éstas dos visiones podemos comprender por qué afirmamos que Amlo y Morena llevan al Estado mexicano a la bancarrota.
Sencillamente porque quienes no abrazamos el esencialismo, es decir, quienes no concebimos que el Estado, sea un producto natural, de la naturaleza, sino la institucionalización del poder y de la lucha de contrarios, vemos que una institución que nos ha llevado muchos años de construirla poco a poco y de racionalizar sus relaciones de mando y obediencia, asistimos a su destruccion, que sin duda alguna consumirá decadas simplemente volver a la etapa de desarrollo en que nos encontrábamos.
Contabilizar más de 121 mil muertes dolosas, en poco más de tres años, rebasando las cifras de Calderon y Peña juntos, en ese periodo, nos conmuebe, pero por si sólo no muestra la capitulación del Estado. Habría que ver lo que significa y trae aparejado. Hoy mismo es noticia que el Cardenal de Guadalajara diga que las Iglesias del norte de Jalisco, tiene que pedir permiso al jefe de plaza del crimen organizado para realizar sus fiestas pastorales. Que en el país halla muchas gasolineras que paguen mas de 100 mil pesos mensuales a la delincuencia como cobro de piso. Que en casi todas las entidades federativas el comercio establecido e informal tenga que pagar a la delincuencia cobro de piso, que la delincuencia financie candidatos y apoye las campañas electorales de Morena en ls Costa del Pacifico y ya esté también en los estados del Golfo, que sustraiga hasta 10 contenedores de un solo golpe, en una aduana. Sería suficiente para afirmar que el narco tiene sitiado al Estado, pero si a esto agregamos la publicitada cercanía del Presifente de la República con el narco y que las declaraciones de miembros de las fuerzas que debían estar dedicadas a combatir al crimen, en el mas reciente número del samaritano de la Revista Proceso, recoge, ponen en evidencia que lo que eran especulaciones y sospechas, hoy son pruebas que mas tarde que temprano tendrán que ser desahogadas en tribunales contra Andrés Manuel López Obrador.
Desde sus mítines como aspirante Amlo, mostró señales de abogar por quienes están fuera de la ley. En Natarit, reclamó que el Ejército repeliera agresiones del naeco. Su propuesta de combatir las causas de la delincuencia, escondía el verdadero propósito de abandonar el combate a las bandas criminales. Confesar de que por si él fuera desaparecería el Ejército y que si no lo hacía era porque había muchas resistencias. Se interpretó como un mensaje para agradar o pagar favores al crimen organizado. No desapareció oficialmente al Ejército, pero lo desapareció de la guerra contra el narco. La política de Amlo de abrazos no balazos ha llevado a nuestro Ejército a recibir las humillaciones y degradaciones mas inimaginables. Creo La Guardia Nacional para relegar al Ejército y tenerla como reserva para atricherarse en caso que las elecciones del 2024 no favorezcan a Morena.
Los clásicos pueden ser muy útiles para entender lo que estamos viviendo y lo que nos espera con Morena. Claro que no basta con leerlos, hay que interpretarlos bien. Recuerden que una interpretación de Otto Von Gierke, exhumó el extraordinario libro Política de Juan Altusio, para entender las sociedades internedias. Los clásicos nos ilustran para valorar el tránsito del gobierno de los hombres al gobierno imperdonal de las leyes. Para comprender porque es peligroso que nos gobierne un hombre que exclame: a mi no vengan con eso de que la ley, es la ley. Que por encima de la ley está la justica. Olvidando que en un Estado de derecho, la justicia que debe imperar, no es la de el gobernante sino la dice la ley y que los jueces deben ser la boca del derecho. E¡ dar a cada uno lo suyo de Platón, es el espirito de un gobierno de leyes. El justo medio que hablaba Cicerón, que nada tiene que ver con el centrismo, es el alma de toda república equilibrada.
Es común escuchar a los que reciben apoyos o pensiones preguntarse qué hacían los pasados presidentes con ese dinero que hoy se reparte. No habría mujer u hombre cuerde que hiciera esa interrogante si tan sólo se informara que los pasados gobernantes empleaban el dinero en escuelas, libros de texto, becas, IMSS, ISSSTE, centros de salud, seguro popular, guarderías, unidades habitacionales, carreteras... Pero un verdadero gobernante, que responda al interés común, tiene que escoger entre las obras que sirven a todo, no a todos y las obras que dan popularidad y escoger las primeras, las que no dan votos pero dan bienestar a la comunidad, no a clientes electorales.
Efectivamente, como se puede ver, Amlo, no hace otra cosa que lo que pueda contribuir a perpetuarse en el poder.
Sus mañaneras las utiliza para polarizar, crear demonios para después ofrecerse como Salvador, denigrar a sus contrincantes sin que sus adversarios intenten hacer lo mismo, porque luego luego viene el lagrimeo y sus focas a su defensa, adelanta la sucesión para distraernos en quinielas de taberna, filtra informacion y montajes para destruir a la oposición, simula división que de tanto jugar con ella puede reventarle porque no podrá satisfacer a todos con su destape, inventa opositores con los cuales quiere dividir a la Coalición Va por México , deblitando o fortaleciendo con martirilogios a sus Caballos de Troya,.
Amlo y Morena, se tiñen del color que les marca la temporada . No son ni de izquierda ni de derecha, son una banda de malhechores que solo llegó al poder a saquearlo y destruirlo y para perpeturse se alían con el diablo mismo.
En el 2024 Morena, va con sus apoyos, con sus siervos de la nación, con sus brigadas, con su burocracia, con la Guardia Nacional, como ya le velos actuando, con todo el aparato levantando a los opositores, su estructura, con la impunidad que les da el poder, como en la Costa dem Pacífico.... a lo cual, para vencerlo, lo que queda es que Va por México, extienda su alianza a las organizaciones y movimientos de la sociedad civil y nosotros no nos hagamos rehenes de la agenda de Amlo ni perdamos tiempo en nimiedades o chacoteos. |
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