Se filtra información confidencial a medios extranjeros, se victimizan ante los medios informativos, se lanzan contra las clases medias, se da el banderazo de inicio de la contracampaña hacia los que el inquilino de Palacio Nacional cree que pueden integrar lista de posibles candidatos de la oposición, se despide a Eréndira, sin ninguna explicación no obstante que los medios le han documentado, se anuncian reformas, sin tener la mayoría calificada para desaparecer los diputados plurinominales y destruir la autonomía del INE...para que no miremos o mantengamos la mirada en la alianza o rendición de Amlo ante el Narco.
Desde las Mañaneras lanzan cortinas de humo para que no veamos u olvidemos el papel relevante que jugó en las pasadas elecciones el crimen organizado a favor de Morena.
Es evidente que para todos los que intentamos pensar y escribir lejos del coro de aplaudidores del presidente, sería suicida permitir que se suprima de la mesa de discusión el tema del narcotráfico, como brazo armado de Morena en el pasado proceso electoral.
Actualmente, por ejemplo en Veracruz, donde quiera que nos desplacemos, de norte a sur y de costa al centro, encontramos que desde los ambulantes a los negocios establecidos pagan impuestos legales e ilegale y que esas quejas o no se dan o cuando se externan, se realizan casi en silencio y no pocos que se han resistido ya no viven. Y como estamos acostumbrados a que lo que no se habla o no se sabe, creer que no existe, pues no existe.
El caso que de las personas que durante el proceso electoral fueron reprimidas directamente por la Unidad de Inteligencia Financiera, la Fiscalía General y la policía o por las bandas al servicio del Gobierno, nadie quiere recordarse o cuando se murmura se nos pide que se baje la voz.
Es un hecho que los ciudadanos vamos perdiendo cada vez más la voz desde que gobierna Morena y sus bandas.
No somos pocos los que alzamos la voz contra los caciquismos regionales que se fueron asentando en los últimos años, pero tampoco aceptamos que ahora sean sustituidos por gánsteres y aliados del crimen.
También es cierto que los partidos opositores a Morena no han podido construir una alternativa de poder y social que responda a los reclamos de la sociedad. Sin duda la prioridad ha sido quitarle a Amlo la mayoría calificada para frustrar sus pretensiones de una nueva Constitución y de reelección, pero la oposición Va por México debe saber que para ganarle a Morena no basta con mostrar o esperar su fracaso. Es necesario cerrarle las puertas por donde de coló. El movimiento populista nunca hubiese prosperado si oportunamente se hubiesen atendido las asignaturas que alimentaron sus ofertas. Los partidarios del Estado mínimo o subsidiario no deben hacerse ilusiones de que volveremos al mismo lugar. Eso nos llevaría por derroteros pendulares. El populismo se cuela donde se desmantela el Estado social, donde ya no se puede seguir haciendo pasar una representación oligárquica por una representación general o por amenazas a los cimientos y valores comunitarios.
La propuesta, en el ámbito social, de la oposición a Morena tiene que ser de retomar la ruta del Estado social del Constituyente de 1917, porque el mercado sólo genera ganancias, no justicia social. En este nuevo estado nada tiene que hacer ni el anticomunismo ni el fascismo, que al fina se juntan para ir en contra del progreso y la racionalización del poder, haciendo más brutal la explotación sobre las grandes masas.
A Morena y sus bandas sólo se le podrá ganar si somos capaces de demostrar que nosotros no queremos que los grupos vulnerables pierdan sus apoyos si no que esos apoyos no pueden continuar dándose como actos de caridad, sujetos al estado de humor de los gobernantes, con el propósito de ofender su dignidad, trayéndolos con la mano estirada o lo que es peor, como los llama Amlo: mascotas. Nosotros queremos que los apoyos se entreguen como un reconocimiento a un derecho. Muchos ignorantes ven en el Estado social un preludio del socialismo. No señores. La asistencia social la funda el conservador Bismark, en 1871 y J. M. Keynes, que había sido un Corredor de Bolsa, para salvar el capitalismo. Se trata que aquellas asistencias que daban los señores feudales a sus vasallos y siervos, el Estado moderno las asuma, como asumió las otras funciones preestatales, sin las cuales hoy difícilmente puede haber acumulación capitalista.
Al mismo tiempo de construir una alternativa de poder y una alternativa social y ética, debe denunciarse la capitulación de Amlo ante el crimen organizado, porque en las sucesivas elecciones se habrá de enfrentar a esta mancuerna política- delictiva.
Por ahora no se debe permitir que se deje de hablar del régimen de terror que nos ha impuesto Morena ni que las cortinas de humo que se generan en las Mañaneras, nos lleven a mirar a otro lado que no sea el clima de fuego y sangre con que Morena y sus bandas hicieron ganar a sus candidatos. |
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