Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Hablar de política cualquiera puede. Hacerlo correctamente, pocos. En primer lugar, hay que tener claro lo que es la política y lo que es el estudio de la política. La política es acción. La política no se encara con abstracciones. Ella exige respuestas concretas. Tiene razón Max Weber cuando advierte que las cualidades del político son muy diferentes a las del científico. Dice que el político requiere pulso político, olfato político, sensibilidad, visión... en tanto el científico método e imparcialidad. Mientras se hace politica tomando partido, se hace ciencia desde la imparcialidad. Será por eso que Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Hobbes, Locke, Marx, Bobbio, fundieron su pensamiento a la práctica, reflexionaron e hicieron politica, por eso la pudieron entender y comprender. No existe un manual científico para hacer politica. Si asi fuera, nadie que tuviera ese manual se equivocaría. Existen manuales para entenderla y comprenderla. Esta es la razón por la que esos exquisitos apartidistas se la pasan haciendo berrinches porque, porque que vendan y se " cobren" sus servicios, no sirven más que para sistematizar lo pasado, porque para entender que la politica parte de la diferencia, hay que bajarse de las nubes y para saber que la política se alimenta del acuerdo, hay que mandar al carajo la arrogancia y ser uno más.
Para Antonio Labriola, Praxis , no es otra cosa que la fusión de teoría y práctica.
Cuando el PRI expresó que analizaría la contrarreforma en materia eléctrica, no sólo la mayoría de los intelectuales hicieron escarnio de él por no manifestar de inmediato su rechazo, también algunos tullidos, que hoy no les queda más que estar subiendo videos o mensajes a los chats o portales, para agradar a sus amos o como parte de su catarse. La política tiene sus razones y sus tiempos.
El PRI, a diferencias del PAN, no abraza como principio la subsidiaridad, no es partidario de dejarle todo al mercado. No comparte con el conservadurismo la idea de un Estado guardián del capital y de espaldas a la sociedad. No quiere como el PAN solo caridad para el pueblo. Ni quiere un Estado que elimine la intermediación , pero tampoco quiere se den dádivas para desinsectivar la lucha de emancipación de los desposeídos. Que qiede claro. El PRI rechazó la iniciativa de contrarreforma de Amlo, porque encarece ese servicio, es cierto, pero en este caso porque Morena ha establecido que no le quiten ni una coma a las iniciativas de Amlo, con lo cual un poder deliberativo se somete al presidente y anula la función que caracteriza y da vida a ese órgano.
Los que se precipitaron para descalificar al PRI por haber mostrado apertura ante la contrarreforma, fueron incapaces de ver que un súbito rechazo, lo hubiera ilegitimado para condenar la sumisión del poder legislativo al presidente y su renuencia a discutir y negociar sus iniciativas. El PRI no sólo ha votado una contrarreforma que pretendía encarecer el servicio eléctrico y seguir abastecièndose de fuentes fósiles y contaminantes, ha votado contra quienes anular la función deliberadora del Congreso y destruir la división de poderes.
Nada de extraño tiene que quien dice encarnar a la patria, llame traidores a los que no lo siguen, pues no podría llamar de otra manera a lo extraño, a lo que no es parte de lo monolítico . Ya anunció una campaña de persecución, difamación y escarnio contra los directivos del PRI. Ya no hay para donde hacerse. El PRI sabía que decidirse a ser plena oposición en la Resurrección, no se la a perdonar Amlo y sus esbirros y uno que otro ligado a los beneficiarios de las fugas del Chapo, que hoy actúan como brazo armado de Morena. |
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